miércoles, 17 de abril de 2013

Bicho lindo

Bicho lindo
La extinción es para siempre, pero el hombre no es el único ni el principal agente para que esto ocurra. Durante el Pérmico-Terciario, hace unos 65 millones de años, dejaron de existir los dinosaurios y un sinfín de especies.  Más atrás en el tiempo, hace 250 millones de años, entre el Pérmico y el Triásico, se dio la mayor mortandad de nuestro planeta, extinguiéndose aproximadamente el 80% del surtido biológico, entre ellos los trilobites.
Normalmente la extinción de los dinosaurios es la primera que uno rememora cuando de extinciones se trata. Era un bicho grande, caracterizado y violento en muchos casos, que destacaba entre los otros como un barrabrava en la tribuna. Gracias a estos enormes lagartos solemos desconocer  la mayor de las catástrofes, la del Pérmico, porque los trilobites (unos artrópodos horripilantes), en comparación con aquellos reptiles dejan mucho que desear.
En la actualidad, hora a hora, se están extinguiendo diversas especies, en su mayoría vegetales pequeños e insignificantes insectos. Sin embargo, nos preocupamos por el panda, principalmente porque es un bicho lindo y grande. Aunque yo me preocuparía más por los chinos.
Los chinos no son como los australianos. El demonio de Tasmania está en peligro de extinción, pero los australianos son más copados y podemos estar seguros que harán lo imposible porque ese extraño y agresivo bicho no se muera definitivamente. Al revés que los chinos, los australianos son pocos y no tienen que preocuparse tanto por los seres humanos, y al ser pocos tampoco meten tanta presión sobre el medio que los rodea. Además, todo lo que pasa en China—no sólo con los pandas sino también con los hombres—es rigurosamente filtrado por las autoridades y finalmente avalado, aunque sea por omisión, por casi todos los clientes de China, que son casi todos los países del mundo: y si no me creen pregúntenle al premio nobel de la paz 2010, Liu Xiaobo, que sigue en cana.
Todo lo dicho puede ayudar a entender el desconocimiento generalizado de lo que pasó con el Baiji o delfín del Yangtzé, un hermoso bicho que vagaba por las aguas de ese río Chino y que hoy nada en formol y en algunas fotografías. Sobre las aguas del Yangtzé vive el 10% de la humanidad, y eso es mucha gente. La pesca indiscriminada de otras especies lo perjudicó notoriamente, porque los delfines tienen que salir a respirar y son presa fácil de estas redes. La construcción de grandes represas, como la de Tres Gargantas, que es la más grande del mundo, terminó con las ilusiones de los más optimistas. El bichito se fue para siempre.
Yo creo que si sabíamos más del panda que de este delfín es porque el primero vive en zonas mas bien retiradas de China. El simpático cetáceo ya estaba condenado antes de que comenzara a desaparecer. El tema era tan difícil como cambiar la dirección de la corriente de un río.