miércoles, 29 de febrero de 2012

Un poco de imaginación

Un poco de imaginación
¿La obra es independiente del artista? Sin duda que lo es. Uno mete los prejuicios en la obra, la personaliza de algún modo, la apropia con su mundo interior.
Será por eso que quedé sorprendido ante una explicación que escuché de este famoso cuadro de De Chirico, La canción de amor (1914).
La versión oficial del cuadro dice que hay un busto griego en primer plano. Sobre la pared, clavado, un guante de cirujano. Más abajo una pelota verde. En último plano, abajo al fondo, asoma una locomotora.
Todo muy lindo. Pero para mí eso siempre fue el busto de una mujer, los guantes para lavar la ropa y un limón verde. No me faltó imaginación: pensaba que la locomotora era una cafetera, lo juro.
Yo no soy machista. Yo pensaba que el machista era De Chirico.
                                                                              Febrero de 2012


lunes, 27 de febrero de 2012

Las facultades del Doctor Bao (Monólogo)

Durante 3 emisiones de Humillados y Ofendidos (Radio Ciclop, martes de 17 a 19), mi personaje, el Doctor Bao, se dedicó a ponerle voz a estas líneas. Yo escribí estas cosas como un intento de Stand-up comedy, que es ese horrible anglicismo que significa "comediante en vivo" o "unipersonal", al estilo de Bill Hicks, aunque un poco más culturoso y un poco más ordinario.


Las facultades del Doctor Bao
(Propuesta para comediante en vivo)

Pusieron una carpa en la esquina de mi casa, sobre la vereda, con un cartel que dice “Broitman, dejá de estafar a los trabajadores”. Viven ahí, comen ahí, molestan ahí. Los encaré y les dije de buena manera:
__ Muchachos, la carpa me jode cuando voy al almacén, cuando llevo a mi pibe al jardín, cuando viene un amigo. No puede ser que tenga que bajar a la calle. La vereda es de todos.
__ La culpa es de Broitman. Cuando nos pague lo que debe vamos a irnos con la carpa…
__ ¿Quién es Broitman?
__ Eso no te interesa.
__ Sí que me interesa. Este es mi barrio.
Ahí nomás empezaron a subir el tono de la voz. Me explicaron que la puerta esa sobre la que levantaron la carpa era la casa de Broitman. Que Broitman cada vez que quería salir o entrar de su casa los tenía que ver. Que era un explotador y un hijo de puta. Yo empecé a tratarlos amablemente. Estaban muy nerviosos. Al final me advirtieron:
__ El que habla con Broitman es nuestro enemigo.
 Pasaron varios días. Algo tenía que hacer. No podía tocar el timbre de Broitman, pero esto no podía continuar así. Llamé a la municipalidad. Me respondieron:
__ Nosotros no podemos hacer nada. Pero le podemos dar un teléfono…
 Llamé a ese teléfono. Del otro lado me respondieron:
__ Hola, habla Broitman, ¿en que lo puedo ayudar?
__ Mire, señor, soy vecino suyo y...
__ Ah, ya entiendo. Yo no puedo hacer nada. Imagínese que soy el primer interesado en que se lleven la carpa. Pero le puedo dar un teléfono. 1553……
Tome nota del teléfono y llamé. Del otro lado me respondieron sin vacilar:
__ ¿Y? ¿Ya tenés la plata, basura? Pagá o sos boleta.
__ Perdone, ¿con quién hablo?
__ Cómo, “¿con quién hablo?” ¿No sabés adónde llamás, pelotudo?… ¿Quién te dio el teléfono?
__ Eso a usted no le interesa.
__ Claro que me interesa, pelotudo. El teléfono es mío. ¿Quién te lo dio?
__...
__ ¿Te lo dio Broitman?... Contestá…
__
__ Ah, vos debés ser el boludito que habló con nosotros el otro día… Mirá que te lo dijimos: no hablés con Broitman.
 Y me pusieron una carpa en la puerta de mi casa.

Caminaba por el centro. Era un día lluvioso, frio, horrible. Dos jóvenes y una muchacha muy bonita estaban frente al congreso recolectando firmas. Eran del Po (Partido Obrero.) Me acerqué y me senté cerca, sólo para estudiar el caso y porque estaba al pedo. Se acerca una anciana y la muchacha bonita le dice:
__ Señora, ¿la podría molestar un minuto?
__ Perdone, m´hija, pero estoy muy apurada.
__ Es importante, es urgente…
 La vieja se detiene muy a su pesar, y la piba continúa:
__ Estamos recolectando firmas para saber si la gente comparte las políticas que quiere llevar adelante el Partido Obrero... ¿Usted está a favor del salario en negro, de la esclavitud encubierta, de la explotación infantil, de la desnutrición, de la prostitución, de la polución, de la miseria, de las epidemias, de los genocidas, del sida, de las armas atómicas, del abandono de nuestros abuelos?
La abuela estaba más asustada por el tono agresivo de la mocosa que por lo que decía. Pero, como era de esperar, terminó por decir que estaba en contra de todas esas cosas. Entonces la piba continuó:
__ Si está en contra de todas estas cosas, usted está a favor de las políticas del Partido Obrero. —Y sacando una hoja le dijo—Firme y aclare.
 Claro que de esta manera el PO puede pretender que cuarenta millones de argentinos estén de acuerdo con sus propuestas políticas. Ni el más hijo de puta ni el más imbécil se animaría a decir que está a favor de todas esas cosas. Pero quizás de alguna…
 La piba detuvo luego a un señor mayor.
__ ¿Usted está a favor del salario en negro, de la esclavitud encubierta, de la explotación infantil, de la desnutrición, de la prostitución, de la polución, de la miseria, de las epidemias, de los genocidas, del sida, de las armas atómicas…
Muy correctamente el tipo respondió:
__Estoy en contra de todas esas cosas… Menos de la prostitución. Considero que es un oficio inevitable, que no por nada es el más antiguo. Incluso creo que debería ser legalizado y controlado…
 La minita estaba que explotaba. Se puso roja, como la bandera. Gritó:
__ Es una vergüenza que aún existan mentalidades como la suya. Usted es un ser despreciable, asqueroso y repulsivo. Un…
El viejo, que hablaba con total sinceridad, tuvo vergüenza de la situación. Pidió disculpas y se retractó. Sobre todo porque los dos compañeros de la mina se acercaron. Cuando el señor se fue se dieron cuenta de que no había firmado nada. Uno de los pibes le dice a la chica bonita:__ Firmá igual, firmá por él. Estaba de acuerdo en casi todo.
 La muchacha se me acerca:
__ ¿Usted está a favor del salario en negro, de la esclavitud encubierta, de la explotación infantil, de la desnutrición, de la prostitución, de la polución, de la miseria…
__ Estoy en contra de todo eso. Absolutamente de todo… Sobre todo de la prostitución. Y te lo voy a explicar… No puede ser que una chica bonita haga la calle, bajo un clima hostil, para que otros se llenen los bolsillos, gente que acaso ella no conoce, para mantener una burocracia que la explota, en condiciones miserables… Ahora yo te pregunto: “¿dónde tengo que firmar?
 Salí corriendo (me sacaron corriendo) y me metí en la boca del subte. Esta gente no paga 2,50 por correr a nadie.
(Suena el teléfono) Hola, ¿quién es?... ¿Cómo que si no paga Broitman voy a tener que pagar yo? Ustedes están locos… Perdón, no quise ofenderlos. Pero… No, de ninguna manera: nunca les voy a pagar, nunca, ¿entendieron? Nun-ca. (Cuelga)(Anota, pensativo) ¿Cómo me dijo que era el número de cuenta? 58378….

Uno no ve todo lo que cae dentro de su campo visual. Uno no ve todo lo que ve. Cuando entro en una casa solo veo si hay whisky y si hay libros. El resto no me importa. A usted también le pasa lo mismo, quiero decir que ve lo que conoce o le interesa. Lo que no conoce no lo puede ver por más que quiera. Se los voy a mostrar con un ejemplo.
Me fui a misiones, donde tengo muchos familiares, en el medio de la selva, hermoso. Mi vieja quería que le compre unas hectáreas a un tío. Cuando llegué fue decepcionante. Puros árboles. O al menos es eso lo que yo veía. Le digo a mi tío:
__ ¿Cuánto me pueden cobrar por sacar estos árboles?
__ Querrás decir, ¿cuánto te tienen que pagar? Es pura madera.
__ ¿Y cuanto me pueden cobrar por tirar abajo los árboles?...Porque alguien tiene que hacerlo…
 Mi tío me miró burlonamente. Entendí la respuesta.
__ Mire, tío, míreme las manos, yo no tomé nunca un hacha y…
__ Cuando termines de bajar el último árbol te vas a recibir de Hombre. Pero la tarea no termina ahí —Y señalando los árboles agregó—Ves esos árboles… Vos no tenés casa acá… Ahí tenés el galpón, que se hace con madera; el chiquero, que se hace con madera; y la casa, que acá la hacemos toda de madera. Y si te fijás hasta el hacha tiene el mango de madera—y me la puso entre las manos. Ahora que él tenía las manos libres me las puso sobre el hombro: __ A trabajar.
 Yo inocentemente le pregunté quien hacía el chiquero, el galpón y la casa. Se alejó muriéndose de la risa: era un hombre de verdad.
 Y resulta que este mismo tío un día me vino a visitar acá, en Buenos Aires. Yo lo llevaba por las diferentes avenidas del centro y el afirmaba que por ahí ya habíamos caminado. Le explicaba: __ No, tío, estuvimos hace un rato en Corrientes, ahora estamos por Rivadavia.
Pero para mi tío las avenidas eran todas iguales, de la misma manera que para mí los árboles. Pero en algún momento volvimos sobre nuestros pasos. Me dijo:
__ Por acá ya estuvimos.
 Era verdad, por ahí ya habíamos estado. Le pregunté cómo se había dado cuenta. Me dijo:
__ Esta avenida está llena de plátanos y fresnos americanos.
 Y eso es justo lo que hay en Corrientes altura 1900 y 2000. Yo nunca había mirado los árboles de la ciudad, y tampoco sabía lo que era un fresno americano. Pero eso era justamente lo que miraba mi tío. Vos y yo podemos estar en el mismo lugar, pero miramos mundos diferentes.
(Suena el teléfono) Hola… Señor Broitman… ¿Quién le dio el teléfono?... Me imaginé… Señor, yo soy el primer interesado en sacar la carpa de la puerta de mi casa pero… ¿Cómo?... Quédese tranquilo, esto es cosa de hombres, queda entre nosotros… total reserva, nadie tiene por qué  enterarse… ¿Que está escuchando lo que estoy diciendo y no le gusta nada?... No era mi intención difamarlo, pero… ¿cómo puedo reparar esta ofensa?... Bueno, yo pago la mitad y tratemos de terminar con este asunto…. Chau.

Vieron la revista Ñ. Vieron que presentan a los tipos en un cuadrito pequeño que dice “Fulano Básico” o “Mengano Básico”. Si prestaron atención a estos cuadritos habrán visto que presentan a esta gente muchas veces con textos como este: “Cursó estudios en filosofía, biología, medicina,  ingeniería y antropología”. Habrán notado que eso es lo mismo que decir: “Fulano y Mengano no terminaron ninguna carrera, no tienen ningún título”. A mí me pasa lo mismo. Yo pasé por todas las facultades. No terminé ninguna. Pero de alguna manera siento que todas terminaron conmigo.
Así que yo puedo hablar de todas las Universidades y de todas las carreras.
En todas hay algo de sexo ni bien apoyás el culo en el banco.
La primera carrera que hice fue Artes. Ya de movida me pusieron una mina en bolas enfrente. Buenísima.  Me explicaron que se trataba de una modelo y que la teníamos que dibujar.
En el recreo conocí a Silvio. El era repitiente y me explicó algunas cosas de esa casa de estudios.
__ José—dijo—Acá somos todos compañeros. Si alguien necesita una mano se la damos sin vacilar.
Si todos se ayudaban entre sí, yo no entendí por qué Silvio había repetido. Se lo pregunté.
__ Hay cosas que uno no puede evitar—me respondió. —A mi me dio una mano una compañera, pero...
En ese momento no entendí lo que Silvio me quiso decir. Tampoco me importó mucho.
Al segundo día de clases fuimos al cementerio de la Recoleta, a la tumba de Sarmiento. Frente a la tumba hay un busto del padre del aula. Teníamos que dibujar el busto de Sarmiento. (Yo sé que muchos deben pensar que minas en bolas y visitas al cementerio deben de ser inventos míos. Pero los que hicieron la carrera saben que no estoy mintiendo.)
Cuando llegó el momento del examen se me acercó un profesor. Me dijo: __ No hace falta que haga nada. Está reprobado. —Me quedé como una estatua, y el tipo me explicó: __ Hemos notado que a usted se le paró con la modelo, y que no se le paró frente al busto de Sarmiento. Cuando  lo que nosotros esperamos de usted es exactamente lo contrario. Esto no es sexo, esto es arte. A usted no se le debe parar frente a la modelo; a usted se le debe parar frente al busto de Sarmiento. ¿Entendió?
Me acerqué a una compañera, Greta. Dije:-- Mirá, Greta, necesito que me ayudés. La semana que entra tengo otra oportunidad y no la quiero desperdiciar. Quiero que vayamos hoy a la noche al cementerio de la Recoleta y que frente a la tumba de Sarmiento, donde está el busto, vos me des una mano. Cuando venga el examen, con solo mirar el busto yo te voy a evocar. Así ya voy a tener la mitad del examen aprobado al menos.
Greta no lo dudó. Fue una buena compañera.
El día del examen yo estaba muy nervioso. Primero me llevé una sorpresa. No trajeron una modelo; trajeron un modelo, con la manguera hasta la rodilla. Por supuesto, no me calenté, y pasé la primera mitad del examen satisfactoriamente. Ya tenía un 5, y como se aprueba con 4, ya había aprobado. Pero quería más. Fuimos al cementerio. Vi el busto y recordé a Greta. Estaba salvado. Saqué un 10.
Fue entonces que se me acercó Silvio. Me tomó por el codo y se me aproximó demasiado, como para una confidencia.
__ José—dijo—Me aplazaron… Tuve mala suerte. Siempre tengo mala suerte… Viste que cambiaron a la modelo por un muchacho: yo hice un gran esfuerzo, pero no lo pude evitar… se me paró… Después en el cementerio recordé a mi compañera del año pasado y… fracasé. Ahora yo te pido un favor. Quiero ir con vos esta noche al cementerio y que me des una mano frente a la tumba de Sarmiento, así yo…
__ ¡Salí de acá!—le grité.
__ Pará, José. Acordate que yo te dije que acá todos nos damos una mano cuando la necesitamos…
Yo no les voy a contar si fui o no fui al cementerio con Silvio… Pero Silvio se sacó un cinco.

Guardapolvos Sarmiento

Cansado del arte me quise meter en el seminario. Lo primero que me dijeron es que la palabra seminario viene de semen…
Una de las primeras cosas que me explicaron los curas es que el celibato es para impedir el nepotismo. Yo les pregunté ¿qué es el nepotismo? Me dijeron que era eso que hacen los reyes, que se pasan la corona de padres a hijos. Yo me quería ir, pero el seminarista… el seminarista me invitó a hablar en privado. Me dijo:-- José, lo que está prohibido no es el sexo, es tener hijos. —Podía sentirle el aliento de tan cerca que me hablaba.
Una de las cosas que jamás se me dio por estudiar es periodismo. Pero les puedo hablar un poco de eso.
Tuve una novia que estudiaba periodismo. Como a todos lo que estudian eso le habían enseñado a preguntar dónde, cuánto, cuándo, cómo, por qué y para qué. Un día le digo:
__  Mi amor, quisiera ir a un lugar privado con vos.
__ ¿Dónde?
__ ¿Cómo “dónde”’? A un telo…
__ ¿Cuánto?
__ ¿¡Cómo “cuánto¡?  Un turno de hora y media, dos horas…
__ ¿Cuándo?
__ Ahora, mi amor. No aguanto más…
__ ¿Por qué?
 Ya me estaba cansando. Pero peor fue cuando estábamos adentro del telo. Estaba en la cima y le digo:
__ Mi amor, voy a acabar…
__ ¿Dónde?
__… ¿Donde? Eeehhhhh….
__ ¿Cuánto?
__... uuummmmhhh…
__ ¿Por qué?
 Decidí no volver a ver más a esa mina.
Peor me fue con una mina que estudiaba antropología, Miriam. Las antropólogas tienen tres obsesiones: el tema de la familia, las razas humanas y el feminismo. Ella me explicaba: “en China una familia incluye a los abuelos, que son los jefes de familia, y muy respetados. Para ellos no hay familia sin abuelos. Cada país considera familia a una cosa diferente”. Sobre las razas era inbancable. Para las antropólogas las razas no existen.  Miriam, que era negra, no podía distinguir un dálmata de un pequinés, o al menos eso era lo que yo le decía cuando la cargaba. Con respecto al feminismo son peores que con lo otro: las mujeres son las víctimas del género humano, y además tienen una gran predilección por la antropología, porque es una carrera exclusivamente de mujeres.
Una vez le dije “negrita”, cariñosamente. No solo no le gustó sino que me acusó de racista. Le hice notar que yo no podía ser racista porque las razas no existen, lo que no mejoró las cosas. Cierta vez le observé a Miriam que su madre era Rubia. Me salió con lo tapones de punta. Muy enojada me dijo que ahora la discriminaba a la madre porque era rubia. Me cansó. Le dije: “Me tenés podrido vos y tu familia”. Me explicó a los gritos que ella y su madre no conformaban una familia. La mandé a la concha de su madre, y me dijo llorando que nunca la había conocido, que era negra igual que ella y mujer…
De psicología mejor no hablar. Estuve un día en la carrera. Lo primero que me explicaron era el complejo de castración. Levanté la mano y pedí la palabra:__ Freud hablaba del complejo de castración porque la tenía cortada. (Chiste malo.)
Con la carrera de filosofía es otra cosa: todo pasa por la mente. 
Cuando vos te sentás en la primera clase de alguna materia de Filosofía, ya notás la soberbia del conocimiento. Nadie habla con nadie. La gente se mira por encima del hombro, como si se espiaran unos a otros.
Lo primero que hace el profesor es dar los textos obligatorios de la cursada y después te recomienda la lectura de su libro, que se llama “La ética de Aristóteles”... Casualmente el seminario se llama “La ética de Aristóteles”.
Entre la bibliografía obligatoria siempre hay muchos alemanes. Como Heidegger. Cuando el profesor menciona un libro de este alemán nunca falta un figureti que levanta la mano y dice—Qué traducción nos recomienda. —Ahí se escucha un murmullo, que es como una mezcla de asombro admiración y envidia. Es algo así como un Oooohhhhhh. Pero a este gil, que pide una buena traducción, le sigue otro, más pillo, que levanta la mano y dice. —En alemán. Quisiera conseguir el libro en el original en alemán. —Y en ese momento se vuelve a escuchar el murmullo: Ohhhhh. (Al público, para que repita.) Ohhhhh. (Irónico.) Este sí que sabe. Pero después levanta la mano otro, más astuto, más atrevido.
—Profesor, ¿podría hablar con usted?
—Hable m' ijo.
—En privado…
Es mejor no imaginar ciertas cosas. Ese tipo seguro que tiene un buen promedio. Cuando son pibes le lustran la manzana a la maestra; cuando son grandes… Alguien por ahí dijo “le lustran la banana al profesor”, pero yo no dije eso.
Ni bien llegás, lo primero que te explican son los filósofos griegos: Sócrates, Platón y Aristóteles.
Sócrates es maestro de Platón, y Platón es maestro de Aristóteles. Y ahí comienza el problema. Nadie se acuerda de quien es maestro de quien. La cosa se pone más difícil porque te tiran un texto donde un tipo te explica la homosexualidad entre los griegos de la antigüedad, que era muy diferente a la nuestra. El tema era pertinente porque los maestros se la daban a sus alumnos. Por empezar, la mujer estaba tan marginada y despreciada que no se admitía a un pasivo con voz de pito… El que recibía tenía que tener la voz grave, como Mario Grasso.  Lo más raro es que ni bien cumplía los 18 años, el pasivo pasaba a ser activo. O lo que es igual: pasaba a ser maestro.
Entonces, como todo tiene que ver con todo, uno ya no recordaba quién la daba y quien recibía. ¿Era Platón el que se la daba a Sócrates o era al revés? ¿A quién se la daba Aristóteles?
Yo tenía esa inquietud. Soy muy tímido y me costaba levantar la mano. La única vez que la levanté fue para preguntar “¿Cómo tenían hijos si las mujeres estaban tan menospreciadas?” El profe me respondió: “Cuando querían viajar tomaban un caballo, cuando querían tener un hijo…”
Venciendo mi timidez me acerqué al profe.
__ Profesor, ¿quién fue el maestro de Aristóteles?
__ Nos vemos en el Buffet a las 8—fue su respuesta.
 Llegué al buffet puntualmente. Me dio un beso y no me respondió la pregunta.
__ Yo doy clases particulares… Yo soy tu profesor…
 Le dije que no entendía
__ Yo soy tu profe— continuó—tu maestro. ¿Entendés?...
Yo ya estaba entendiendo, pero me hice el boludo.
__ No. No entiendo—le dije
__ Con más razón necesitas las clases… en mi casa…__ le habré puesto cara muy fea, porque continuó con otro tono—José… entendelo: mañana vos vas a ser profesor, maestro, y… y vas a darle todo tu conocimiento a otro, toda tu sabiduría hasta el fondo.
Yo no les voy a contar lo que hice, pero siempre es importante aprobar la materia.
Los idiomas son muy importantes para el filósofo, y no solo el alemán... Un día me quería transar una mina de filosofía. La puse contra la pared. La tome del cuello. Me apoyé sobre ella. Y en el momento cumbre no abrió la boca. Me dijo que tenía lengua muerta y salió corriendo para la clase de latin... Y es que cada idioma te da una visión del mundo determinada. Entre los esquimales hay muchas formas de decir “blanco" en su idioma: viven en un mundo blanco y diferencian muchos matices. Algo parecido ocurre con los pigmeos: viven en un mundo verde. Tienen tantas formas de decir “verde” que la palabra “verde”, tal como nosotros la entendemos, no existe pare ellos. Los filósofos, además de tener mil formas de decir “profe te quiero”, tienen casi la obligación profesional de saber alemán. El alemán es el idioma más lustrado en la carrera de filosofía. Pero ¡ojo!, eso es acá. No en todos los países se estudia filosofía con un amor tan grande a todo lo que es alemán.
Julio, un amigo mío, era un excelente estudiante, pero no quería saber nada con el alemán. —José—me decía—que estos nabos aprendan el alemán. Yo quiero algo realmente diferente, radicalmente diferente, para pensar de otra manera. —Y se dedicó a estudiar chino. Tenía realmente facilidad y progresó rápidamente. Hizo todos los deberes: se enamoró tanto de China que se casó con una china, se afilió al PTP, que es el grupo maoísta de la facu, y se fue a vivir a China, con el título bajo el brazo. Cuando se fue lo fui a despedir: estaba feliz. Su boca sonreía como los ojos de los chinos… Pero a los dos meses lo teníamos de nuevo entre nosotros. Estaba triste, decepcionado. Me contó: Los chinos me recibieron con los brazos en alto. Me invitaron a un congreso de filosofía. Me preguntaron de dónde era, y yo respondí en perfecto chino: de Argentina. Y todos hicieron: Ooohhhh. Les agregué que era de Buenos Aires, que es la capital de Argentina. Me respondieron que lo sabían, y volvieron a hacer: Ooooohhhh. Les dije que era egresado de filosofía de la UBA. Casi no me dejan terminar: Oooooohhhhh. Estaban realmente sorprendidos, encantados. Sabían todo de nosotros… Y me pusieron a traducir a Heidegger… al chino.
Pero, además de los idiomas, los filósofos tienen otros hobbies. Por ejemplo, nunca quieren perder una discusión, y apelan al recurso del antecedente.  En otras palabras: alguien ya lo dijo. Y para eso se van muy atrás en el tiempo: a los griegos más antiguos. Por ejemplo, si vos les hablás de que Colón dijo que La Tierra es redonda, ellos te van a hablar de Pitágoras, que ya había dicho lo mismo mucho antes. Si hablas de Hiroshima y las bombas atómicas, te van a decir algo sobre los Atomistas, que son unos filósofos muy antiguos. Ni Pitágoras ni los Atomistas dijeron quizás exactamente eso, pero a los filósofos les basta con que haya sido algo bastante parecido.
Por eso me pareció muy gracioso lo que le pasó a Sergio, un pelotudo que estudiaba filosofía conmigo. El tipo iba a las congregaciones evangelistas y se reía de la ignorancia de la gente. Encontraba un placer malsano en molestarlos con la teoría de la evolución. Le decía que los peces podían volar. Que solo necesitaban tiempo, evolución. Que un animal puede transformar una parte de su cuerpo si es necesario. Que nosotros mismos podemos transformar nuestros brazos en alas, si la evolución lo quiere. Muchos se ponían a discutir con él, y rápidamente alguien mencionaba a Darwin. Entonces Sergio aclaraba, muy pedante:-- Darwin no. Ya en el siglo sexto Antes de Cristo, el filósofo griego Anaximandro  hablaba de evolución. Eso está en el fragmento 12 A 10 de su obra. — Sergio iba repitiendo eso como un sacramento, subrayándoles a los religiosos eso de “Antes de Cristo”, como para que aprendan…
Pero un día se cruzó en la facu con Arturo. Arturo era un estudiante brillante y muy sensato. Sergio le tiró su tema favorito:
__ ¿Qué opinás de la evolución?—También le habló de los peces, de cómo podían volar y todas esas cosas.
__ Bueno—dijo Arturo—Desde Darwin…
__ No, Darwin no. Ya en el siglo sexto Antes de Cristo, Anaximandro, en el fragmento 12 A 10, bla bla bla bla…
 Arturo, herido en su orgullo de filósofo, buscó en su cabeza:
__ No, ya en el siglo dieciséis  Antes de Cristo, en el valle del río Indo, hubo un filósofo que postuló eso mismo que Anaximandro.
 Sergio nunca en su vida pensó que le podía pasar esto, así que tuvo que inventar algo:
__ Ya en el valle del Nilo, en el siglo veintiséis Antes de Cristo, hubo un rey que se le adelantó a todos…
 Arturo no quería mentir, pero tuvo que hacerlo, porque intuía que el otro  ya lo estaba haciendo y porque no quería darle el gusto a semejante imbécil:
__ Te equivocás: en la Mesopotamia se ha encontrado un texto en escritura cuneiforme que demuestra que ya los Sumerios, mucho antes que cualquiera, se adelantaron a Darwin. Ese texto dice que los peces pueden transformar, con el tiempo, sus aletas en brazos.
 Sergio tendría que haberse quedado callado, pero no era su estilo. Dijo:
__ El primero que transformó una parte de su cuerpo para demostrar con un ejemplo la posibilidad de la evolución fue Adán.
 Sí, Sergio era capaz de convertirse en cristiano con tal de que le terminaran dando la  razón. Y en esa conversión quizás estuviera evolucionando…
(Suena el teléfono) Hola… Sebastián… ¿Qué parte no entendiste?... Ah… si Platón era maestro de Aristóteles o al revés… Qué te parece si nos vemos en el buffet a eso de las 8… Dale… Yo te voy a dar toda mi sabiduría… Otro para vos.
Otro de los Hobbies de los filósofos es determinar etapas en la evolución del pensamiento de los grandes pensadores. Y lo hacen dividiendo ese pensamiento en porciones, como si fuera una pizza. Si le decimos a un filósofo algo sobre Platón, nos va a responder: “¿qué Platón, el primero o el segundo? En un momento hablaba de Kant. Me preguntaron: “¿el primero, el segundo o el tercero?” Hay debates gigantescos sobre el tema. Un profesor comenzó la clase asegurando que había cinco Descartes... Como estábamos en una clase de Metafísica lo consideré probable. El tipo estaba indignado porque otro profesor bajaba esa cifra a tres, y nos desafió para que encontráramos los dos que faltaban. Un loco… dos locos. En fin… En otro momento hablaba de Ortega con un amigo. “¿El primero o el segundo?”, me preguntó. Le dije: “estoy hablando del Burrito Ortega, pelotudo”.
La mayoría de los filósofos no tienen el don de la palabra poética. Escriben un libro enorme con palabras que nadie entiende. Pero en algún momento se quedan sin palabras y meten cosas casi líricas, al menos para un filósofo. Kant escribe un enorme libro, La crítica de la razón pura. En un momento se queda sin palabras para expresar lo que ya ha dicho mil veces con palabras difíciles. Entonces dice “Intuiciones sin conceptos son ciegas, y conceptos sin intuiciones son vacios”. Leibniz, para explicar lo que es una mónada termina por decir: “las mónadas no tienen ventanas”. Uno habla de cegueras y vacíos, el otro de ventanas. Son ejemplos que se les ocurrieron como al pasar, nada serio… Eso sí: cuando un profesor te lo explica no pueden faltar estos ejemplos. Peor aún, es obligatorio anotar semejante cosa en un parcial. Es que esas giladas están anotadas en un libro importante.
Pero qué pasa cuando ese pensamiento no está en un libro. Tenía un profesor que dividía el pensamiento de Foucault en cuatro, y lo explicaba así: “el pensamiento de Foucault tiene cuatro etapas, como fases tiene La Luna”. Yo puse eso en un parcial y me puso un cero. Ni él recordaba lo que había dicho. Todo podría haber sido diferente si hubiera metido a La Luna en un libro.
Los filósofos tienen otro entretenimiento: discutir interminablemente sobre una línea, sobre un renglón escrito hace miles de años. Y han escrito miles de tomos para determinar qué carajo quiso decir Fulano cuando dijo esas cuatro palabras de mierda.  Sobre un renglón puede haber tantas interpretaciones como profesores en el mundo. Tenía un profesor, Penillas, que nos quería enseñar su tesis sobre una línea de Aristóteles. Decía que en esa línea se revelaba el verdadero sentido de la ética de Aristóteles y el sentido del universo. Nos había obligado a leer 50 libros sobre el tema para descalificar a 50 profesores. Pero nosotros compramos y leímos solo uno: “La ética de Aristóteles y el secreto del universo”, del profesor Penillas. Y estoy seguro que justamente eso es lo que quería el profesor.
Yo no sé por qué, pero Aristóteles siempre terminaba diciendo lo que quería Penillas. (Alguien grita: “el primero o el segundo (Penillas)”. El monologuista se precipita desde el escenario y lo golpea con furia. Luego vuelve al escenario)
Otro entretenimiento filosófico es el ejercicio de la duda y la relatividad. Muchas veces es solo un escudo para esconder la propia ignorancia. Como no pueden decir “no sé”, relativizan todo. Nunca afirman. Nunca niegan. Un día yo hablaba sobre Waterloo. Explicaba que Napoleón perdió la batalla porque tenía caballos muy malos. Un filósofo me salió al cruce:
__ Es relativo; habría que ver qué tipo de caballos…
__ Tenía los mismos caballos que el enemigo, pero en peor estado.
__ Quizás el terreno, el relieve…
__ El relieve es el de Waterloo, que los historiadores conocen de sobra…
__ Tal vez el clima, porque determinados climas son una trampa para todos los caballos y…
__ Ese día fue un día hermoso.
__ Acaso habría que ver…
__ Por qué no te vas a la puta madre que te parió…
__ Quizás mi madre, pobre, tal vez, acaso…
Si uno les plantea una pregunta simple, dudan igual.
__ ¿Dulce o amargo?
__ Depende del momento, la hora…
__ ¿Vida o Muerte?
__ También: depende del momento, la hora.
A lo único que estos tipos contestan sin vacilar es a la pregunta: “¿Filosofía o coger?” No lo dudan: filosofía. Porque en filosofía no se coge. O al menos no abiertamente. Para eso las cosas son muy sutiles, como hemos visto.
Pero el hobbie más insoportable de los filósofos es el de las etimologías. Voy a repetir un ejemplo que ya di en otro momento. Podemos imaginarnos que nos están explicando la palabra “Potamos”, que en griego significa “río”. Esa palabra, por ejemplo, se encuentra en hipopótamo (caballo de rio) o mesopotámia (entre ríos) y de esa palabra griega viene “agua potable”, porque históricamente el agua de mar nunca fue bebible y la de río sí. Por lo tanto, si usted tiene el Río de la Plata cerca, beba su agua, porque es potable.
A este tipo de falacias son muy afectos hijos de puta como Mariano Grondona. Lo increíble es que precisamente por estas guachadas miles de personas lo señalan como un genio. El sabe que una palabra no significa lo mismo hace dos mil años que ahora, pero son muchos y son los que le dan de comer.
Un día me quería levantar a una compañera fanática de Grondona. Le expliqué la diferencia entre el “orto” griego y el “orto” latino. Orto—le dije, canchero— Orto en latín es el momento en que apunta el sol. Orto en griego quiere decir recto, como en “ortopedia” (rectificar pierna) u “Ortodoxo” (recta opinión.) Y le terminé explicando que de esta palabra griega, que significa “recto”, viene la referencia al ano, que es el agujero en donde termina el recto…
Nunca más me dirigió la palabra.
 El otro día discutía con un amigo sobre Guy de Maupassant. Se puso como loco:
 __ ¡Se dice “Gy de Mopasan”, no Guy de Maupassant!
__ Pero es que…
__ No. Se dice como se dice. Es de brutos decir cómo se escribe.
Me invitó a una conferencia que daba un profesor francés, especialista en literatura argentina. El tipo hablaba así: “La obra de Boryes contempla ciertos aspectos de… la obra de Boryes se puede interpretar como… la obra de Boryes esto… la obra de Boryes lo otro. Yo le dije a mi amigo:
__ Se dice “Borges”, no “Boryes”.
__ El tipo es francés y no tiene ninguna obligación de saber como decimos las cosas acá.
__ Si, pero es que…
__ ¡Te callás! No me dejás escuchar a mí, ni dejas escuchar a los demás. —Y lo decía a los gritos. Yo ya parecía su pareja antes que su amigo.
 Al final llegó el tiempo de la rueda de preguntas. Yo levanté la mano:
__ Señor— podría haber dicho “profesor”, pero no le quería dar el gusto— Señor, yo creo que hay en la obra de Borges una  influencia de… Guy de Maupassant (sic)
 El profe no entendió, pero afortunadamente a su lado había un forro que le aclaró:
__ El muchacho se refiere al escritor Gy de Mopasan.
__ ¡Ah¡-- respondió el catedrático. Y continuó, muy humildemente—No conozco en profundidad la obra de, como dice usted, Guy de Maupassant. Me interesaría conocer los motivos que tiene para afirmar cosa tan interesante. Si es posible, me gustaría hablar con usted después, si eso es posible, a solas.
__ Si, profe: En el buffet a las 8.

 Febrero 2012
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
NOTA: Los pasajes que hablan de Mariano Grondona y de mi tío misionero son autoplagios, un tanto cambiados, que usted puede encontrar en otros artículos de este blog. No suelo repetirme, pero hay veces en que uno se enamora de cosas propias.

sábado, 11 de febrero de 2012

El arte de hacerse el boludo


El arte de hacerse el boludo

El sábado 4 de febrero asistí a una promoción y difusión del arte ruso disidente, del arte ruso actual. Pero actual de verdad, ese arte que critica ácidamente a Putin y a Medvédev. Seguramente usted no tenga mucha información al respecto, y yo tampoco la tenía hasta el 4 de febrero.
Los oradores fueron Anna Voronkova y Jorge Altamira.


 
La historia de Anna es digna de ser contada. Llegó al país con la intención de informarse de primera mano sobre el comic y la historieta local. Cuenta ella que en Rusia recién hoy hay un tibio despertar del comic, y que algunos autores argentinos van a la cabeza.
El comic es un arte considerado menor por muchos, injustamente. Pero en la URSS fue casi censurado. Las nuevas generaciones parece que tienen un apego mayor al libro como soporte de una historia que a las viñetas propias de aquel género.
Y es que muchos años de censura imprimen pautas de conducta en la gente. Como desconozco el tema del comic, me gustaría dar un ejemplo sobre música. Cuando durante la Perestroika se abrieron los oídos rusos al rock, recuerdo que una de las cosas que más me impresionaron fue la convocatoria enorme que despertó el guitarrista sueco Yngwie Malmsteen en su primera visita al gigantesco país. No me pareció normal que un tipo que no es muy popular en occidente tenga miles de fanáticos en Rusia. No era solo la novedad. Malmsteen era realmente muy querido por el público.
La respuesta la encontré en una revista de la época. El sueco tenía y tiene una gran influencia de la música clásica, especialmente barroca y romántica, y esa es la música que durante añares consumieron los rusos. Con la falta de inclinación de los rusos por el comic quizás suceda otro tanto. Quizás haya que difundir el comic en Rusia por medio de temáticas a las que ya esten acostumbrados. Tal vez sólo un autor ruso pueda dar cuenta de ello.
Pero Anna no solo vino a país a investigar sobre nuestro comic, tambien vino para irse. Sin embargo, el volcán que llenó de cenizas nuestro país el año pasado, la retuvo entre nosotros. Le estamos agradecidos al volcán.
Fue entonces que nuestra amiga se dió a la tarea de difundir a los artistas rusos actuales. Ella afirma que los argentinos somos cultos, y que eso la desconcierta más, porque ignoramos completamente el arte disidente ruso.
Anna Voronkova nos hizo reír con una aclaración a propósito de una pregunta. Dijo, “hablar de derecha e izquierda en Rusia es un poquito complicado”. Sin dudas que lo es. Pero la risa espontanea de toda la audiencia es la manifestación más evidente de que, en términos políticos, para nosotros Rusia continúa siendo una incógnita. Derecha e izquierda son palabras equivocas aun entre nosotros. Pero allá la cosa debe estar bastante más complicada, y sabemos intuitivamente que la cosa debe ser así, como dijo Anna.
Una de las informaciones más recientes del Arte contemporáneo ruso que se pueden encontrar en la WEB es un artículo aparecido en el diario español El País en ¡1979! Lo notable del mismo es que el artículo y el reportaje en cuestión bien pudieron haber sido escritos por Voronkova.
http://www.elpais.com/articulo/cultura/UNION_SOVIETICA/Museo/Arte/Ruso/Contemporaneo/exilio/reune/700/obras/cien/pintores/elpepicul/19790802elpepicul_12/Tes
Las quejas de Alexander Gleser son las mismas que las de nuestra amiga. Las cosas no han cambiado mucho. La diferencia mayor está en la trascendencia. Antes se suscitaba un escándalo por las prohibiciones rusas, y el escándalo vende. La otra diferencia está en que por aquellos años casi ningún país latinoamericano se hubiera arriesgado a una exposición de arte ruso, por más contestatario que este sea. En otras palabras: ahora hay más mercado para el arte disidente ruso, pero ya no interesa tanto. En contrapartida, hoy está de moda todo lo que venga de… Iran. Todas estas cosas cambian de un día para el otro. Pero a los cambios hay que ayudarlos, y esa es la noble tarea que se propone mi amiga.
Mark Rothko, Kasimir Malévich y Aleksandr Ródchenko son  los artistas rusos más contemporáneos que aparecen en la WEB sin mucho esfuerzo. Parece un chiste
En la Wikipedia rusa, que a esta altura ya es útil para dar diagnóstico de estas cosas, me encontré con la ausencia de pintores argentinos. No estaban Emilio Petoruti, ni Xul Solar ni el turístico Quinquela Martin. En realidad no había ninguno. No obstante lo cual, hay algunos latinoamericanos como el colombiano Ботеро, Фернандо (Fernando Botero) y los mexicanos  Альфаро Сикейрос, Хосе Давид (Alfaro Siqueiros); Ороско, Хосе Клементе (José Clemente Orozco); Ривера, Диего (Diego Rivera); Кало, Фрида (Frida Kahlo). La respuesta de esta inclusión en la wikipedia rusa se me hace obvia. Eran todos pintores de temáticas sociales y de fama, y en la mayoría de los casos fueron comunistas o anduvieron coqueteando con la bandera roja e incluso viajaron a Moscú. Todo lo cual viene a demostrar la importancia de la política en la difusión de los artistas, en este caso de los latinoamericanos en Rusia. (No hay consuelo: a nosotros nos duele tanto identificarnos con América Latina como a los rusos con las demás países eslavos.) Castagnino y Berni, que trabajaron con Siqueiros y que eran comunistas, no existen en la Wikipedia Rusa. El problema con ellos es que o no eran tan buenos o no eran tan famosos.
Por lo tanto nos ignoramos mutuamente y en esa falta de comercio perdemos los dos (y probablemente muchos países más.)



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Una de las paradojas más increíbles de nuestra historia (y la de Rusia) es el gentilicio. En argentina Ruso significa judío. Escapando del Zar y del Comunismo (incluso de los Nazis) embarcaban en el puerto de Odessa y vinieron a nuestras tierras. Como casi todos los venidos de Rusia eran Judios, los judíos terminaron por asumir el gentilicio que allá les estaban negando. Muchos llegaron con ideas socialistas o anarquistas— Simón Radowitzky es el caso más emblemático—y así estas tendencias encarnaron en el término Ruso, que por extensión pasó a ser un apelativo que señalaba al mezquino. Horacio Vázquez-Rial agrega:
"(...) se desató la caza del ruso. Así lo llamó la prensa.  Eso del ruso... es un término muy amplio, que alude al judío, el polaco, el húngaro, al que se supone comerciante, o bolchevique, o terrorista, no importa lo incongruentes que parezcan estos términos... (...) los jóvenes que poco después serían organizados en la Liga Patriótica, armados, tomaron al asalto el barrio de Once, el barrio judío, identificándose con un brazalete celeste y blanco, apedreando tiendas y deteniendo a cuanto peatón con barba se les pusiera a tiro"
Quizás Vázquez-Rial se haya olvidado de mencionar que además de todas esas cosas, Ruso era sinónimo de ateo. Por supuesto la imprecisión geográfica que platea el escritor es natural en las enormes distancias que nos separan. Por mencionar un ejemplo, es sabido que muchos anglosajones (y quizás muchos Rusos) creen que Buenos Aires es la capital de Brasil, lo cual nos ofende, y también creen que en Brasil se habla español, lo cual ofende a los brasileños. Aquel que conoce un poco sabe que el tango es argentino. Lo que seguramente no sabe es que acá nadie escucha ni baila tango, a menos que sea un melómano como yo o un anciano. Por lo tanto los estereotipos que recibimos de Rusia, que seguramente fueron intensificados por la revolución, son realmente notables, no tanto por el grado de verdad que guardan, sino por la variedad y la cantidad. Podemos decir muchas cosas de Rusia, equivocadas la mayoría de las veces. Pero el hecho de poder decir tantas cosas también habla del peso específico de Rusia en la cultura mundial.
Pero también algunos judíos argentinos de origen ruso volvieron a Rusia. Uno de los ejemplos en este sentido lo encontré en un libro en donde difícilmente se esperaría encontrar una cosa de estas; la biografía de Lee H. Oswald, el supuesto asesino del presidente norteamericano John F. Kennedy, escrita por el gran escritor Norman Mailer. Oswald vivió en Rusia y en Bielorrusia. Allí conoció a una familia de argentinos, los Ziger. Escribe Mailer en el cap. 7 del primer Libro:
Estos Ziger tenían amigos que también eran inmigrantes de la Argentina, y en las fiestas recordaban las tiendas elegantes de la Argentina y las encantadoras calles por donde paseaban ¡Cómo extrañaban su país! (…) Los Ziger no tenían miedo, quizás por eso tuvieron problemas cuando quisieron ir a visitar Argentina. (…)
Y Mailer anota textualmente del diario de Oswald:
Ziger me aconsejó que me volviera a EEUU. Es la primera voz de oposición que oigo. Respeto a Ziger; ha visto el mundo. Cuanta muchas cosas que no sé acerca de la URSS. Me empiezo a sentir incómodo.
No obstante lo cual, los Ziger volvieron a la URSS para quedarse. De la misma manera que el gran músico Prokofiev, que volvió a Rusia en el momento menos indicado, los Ziger seguramente amaban a su país.
(Una curiosidad: la descripción que da Norman Mailer de casi todas las mujeres rusas es “linda”. De todas maneras, la belleza de la mujer rusa es reconocida ampliamente.)
El imperio del turismo intensifica esas visiones estereotipadas que tenemos unos de otros. Acá promovemos el tango y los rusos (las empresas de turismo, claro) se venden como comunistas, con bandera y todo.  Y en esto no hay ingenuidad: durante años entrar en  Rusia fue imposible o por lo menos arriesgado. Con la caída del comunismo la curiosidad por ir a Rusia se disparó hasta el infinito. Pero la gente, como suele pasar, no quería ver lo nuevo, quería ver lo viejo, lo que no habían podido ver. Venían desde Rusia con un suvenir: la bandera roja.
Con la última dictadura militar Argentina pasó una de las cosas más raras. Cuando en EEUU asume Carter como presidente, presiona a la URSS con el tema de los derechos humanos. Argentina también es presionada por el mismo tema. Como se sabe, Argentina le vendía trigo a Rusia en cantidades fabulosas. La burocracia comunista rusa protegió a gran parte de la jerarquía comunista Argentina y así fue como este partido no la pasó tan mal durante esa época tan declaradamente anticomunista, lo cual en el futuro engendró un sentimiento de hostilidad de los otros partidos de izquierda hacia Rusia y los rusófilos argentinos. 
Cuando se celebraron los Juegos Olímpicos de Moscú, Argentina se aliñó al  boicot yanky porque los Rusos habían invadido Afganistán, y no asistió. Pero las cosas cambiaron en pocos años. En Argentina vino la democracia y en la URSS se empezó a hablar de Perestroika y Glásnost. Hablar mal de Rusia por entonces, que estaba abriendo su mentalidad a occidente, era casi ser tildado de derechista. La invasión de Afganistán continuaba, pero mejor era evitar el tema o endilgarle a los Estados Unidos todas las culpas de lo que acaecía en el mundo.



Porque lo que nos causaba admiración en la URSS era que esas cosas se daban en nombre de los ideales más altos. Esa contradicción era un estimulante para muchos intelectuales, que veían en la justificación de las cosas más complicadas de justificar un desafío a la mente. 



Con la caída del comunismo Rusia dejó de ser un actor protagónico en el mundo para ser un actor de reparto, quizás el más importante, pero ya no era lo mismo. Para los mismos rusos descubrir ese cambio de roles debió ser muy duro. De la noche a la mañana dejaron de ser noticia permanente en los diarios, columnas periodísticas en las radios y visiones ineludibles en la televisión.
Pero ya han pasado más de 20 años de esto y hay que buscarle alguna respuesta al asunto.
Nadie odia lo que no conoce. Para ser más preciso: hay quienes odian lo que no conocen, pero son una minoría. Cuando se dio la segunda guerra mundial muchos argentinos se pusieron del lado alemán. No eran nazis. Los nazis eran una cosa casi exótica, desconocida. A los que conocían bien eran a los Yankis y a los Británicos. Eran ellos los símbolos de explotación en el país. Eran ellos el enemigo a vencer. Eran ellos dos los que propiciaban la explotación del pueblo argentino. El tratado Roca- Runciman, por el cual los gobernantes argentinos le daban el alma a los Ingleses aún estaba muy fresco. Las presiones de EEUU para inducirnos a entrar en la guerra de su lado eran cosa diaria. Nada más normal que estar con el enemigo de tus enemigos. A muchos argentinos, el árbol no les dejaba ver el bosque.
Por eso mismo, durante años no solo los comunistas festejaron las victorias Rusas, por ejemplo en la carrera espacial o en la escalada atómica, sino también aquellos que odiaban al patrón anglosajón, ese que conocían tan bien. (Porque la guerra fría fue como un Mundial de Futbol, un espectáculo al que adhieren hasta los más acérrimos detractores del deporte.) No lo festejaban en voz alta, pero en toda familia argentina había alguien que esbozaba una sonrisa de oso.
Pero esa invernación mental no solo es peligrosa por sí misma, sino porque crea mercado. Es como la remera del Che Guevara, el capitalismo saca provecho de todo, absolutamente de todo. Por aquellos años la guerra fría no solo era importante, también era vendible.
Hoy no pasa esto. Durante un plazo se le dio cobertura a los avances de Rusia sobre Chechenia, a lo que pasaba en Georgia y en otras ex Repúblicas Soviéticas. El resultado fue lamentable. Yo hablo con todo el mundo y conocí poca gente que supiera que cosa era Chechenia y muchos confundían a Georgia con el Estado Norteamericano homónimo. Se sobreentendía que eran cosas remotas y que no tenían ninguna relación con nosotros, lo cual, por supuesto, es falso.
Hoy la situación mundial es preocupante y Rusia vuelve a ocupar un lugar central. Pero para el gran público de nuestro país esas cosas pasan muy lejos, y la verdad es que no hay muchos canales por los cuales se puedan enterar. ¿Cuánta gente escucha o se entera siquiera de los discursos de los mandatarios rusos? Cuando yo era chico me asustaba con las películas de terror. Hoy me asusto con los discursos de Medvédev
http://www.youtube.com/watch?v=WUQgjYPz1uI
Pero con relación al arte, especialmente al arte de denuncia, pasa algo más interesante.  Y permítaseme una digresión. Quisiera hablar de China antes de entrar en Rusia.
EEUU está interesado en mantener ciertos regímenes en ciertos países. En China es preferible un régimen comunista. No se puede saber que puede pasar en un país que posee uno de cada cuatro habitantes del mundo sin una mano dura sobre sus cabezas. Hay más habitantes en China que en todo el Continente Americano y Rusia juntas. Hay más habitantes en China que en África y Europa juntas. En China se da el mayor genocidio del mundo, matando a los bebés cuando nacen niñas, por solo dar un ejemplo. Pero hay intereses económicos muy poderosos para silenciar esto. China es un excelente cliente, son muchos clientes. Las mujeres son ampliamente discriminadas en China. O sea que, por una cuestión aritmética, podemos afirmar que una de cada 8 mujeres en el mundo es discriminada. Suponemos que hay artistas chinos tanto dentro de China como los millones de chinos que viven fuera del país, que deben denunciar como pueden esta situación. El caso más notable es el premio nobel de la paz de 2010, Liu Xiaobo. Rusia inmediatamente boicoteó el premio, junto con otros países. Argentina estuvo en la otra vereda. Hoy este tipo continúa preso, y ya nadie se acuerda de él. Y es que la noticia es noticia y echa raíces solo cuando es recurrente, cuando se la repite de diferentes formas. Un premio nobel es una golondrina, o en este caso una paloma de la paz, y no hace primavera.
Y valga una aclaración: mal que nos pese, a los argentinos, que tenemos un país deshabitado y lleno de recursos, también nos conviene la pervivencia de esta situación en China. No a mi o a vos personalmente, pero sí a todos los gobiernos argentinos, sea del signo que sea.
Si eso es lo que se transluce del opresivo régimen Chino, poco y nada, lo que se puede esperar de Rusia no es mucho más. Cuando mataron a la periodista Anna Politkóvskaya, quien era una abierta opositora a Putin, en 2006, la noticia dio vuelta al mundo. Dos días después ya nadie hablaba de ella.
Yo creo que la respuesta a la falta de interés y de propagación del arte Ruso (o Chino) disidente es menos problemática que la búsqueda  de una solución. Creo que Anna Voronkova es la persona que está buscando esa solución, moviéndose, haciendo presentaciones, yendo a las radios o a la tele. Lo que más admiro de Anna es esa temeridad, porque yo creo que está prácticamente sola en esa lucha tan desigual y tan justa.
Y vuelvo al chiste de Voronkova. Sabemos intuitivamente que hablar de derecha y de izquierda en Rusia es complicado. Yo creo que es por eso mismo que a muchos les resulta complicado en Argentina entender el arte disidente Ruso. Los que en nuestro país están informados bien sobre Rusia son gente de izquierda, son gente que, en general, no quieren ver lo malo de Putin, porque Putin es enemigo potencial de Estados Unidos, y todo lo que sea malo para Estados Unidos es bueno para los izquierdistas argentinos. En otras palabras,se han acostumbrado a defender a todo enemigo de los Estados Unidos.
Me gustaría terminar con un ejemplo doméstico para demostrar que no hace falta volar tan alto para apreciar ciertas cosas. El 10 de octubre de 2008 apareció un cadáver flotando en el dique 4 de Puerto Madero, nuestro barrio más coqueto, caro y seguro. Por entonces yo trabajaba en la zona, así que además de leer el breve artículo que salió en el diario La Nación estuve escuchando las espeluznantes hipótesis de los vecinos. Muchos se convencieron de que el cadáver había venido de lejos. Yo sabía que eso no era verdad. ¡No, no! Yo no lo tiré al río. Pero la corriente de las aguas en ese barrio va de norte a sur, de modo que el cadáver, para llegar al dique 4, debió previamente atravesar los otros tres diques sin ser visto. Imposible. Al día siguiente revisé todos los diarios. Nada por aquí, nada por allá. No se hablaba del tema. Nunca más se volvió a hablar de un cadáver en Puerto Madero ¿Censura? Obvio. En un barrio que cuenta con la mayor seguridad, lleno de cámaras por todos lados, cómo es posible que pasen esas cosas. La conclusión es muy sencilla: en Puerto Madero no pasan esas cosas aunque pasen. Le mandé una carta al diario. Por supuesto no me la publicaron. Muy humildemente les peguntaba por el asunto en cuestión, si sabían algo. Como tampoco me contestaron, puedo suponer que ellos también estaban desinformados, je.
Si los Intereses Económicos en Puerto Madero pueden tanto, que no podrán los intereses transnacionales que son mil veces más poderosos. Quizás para difundir el arte ruso actual haya que crear un interés en gente de algún partido de derecha argentino. Yo los odio. Pero a este fin serían muy útiles. Los partidos argentinos de izquierda, en general, preferirían hacerse los boludos. Aunque prediquen otra cosa.



NOTA: Jorge Altamira dijo algo parecido a lo que yo propongo, cuando hablaba de los intereses cruzados en Libia. Sin embargo, Anna no haría nada mal en acercar ese arte ruso a grupos de otro tipo, sin perder contacto, por supuesto, con los contactos ya adquiridos.
NOTA 2: Si no me pronuncié sobre el valor intrínseco del arte ruso disidente es por ignorancia. Vi las obras. Me gustaron. Pero no me arriesgaría a tocar un tema que no manejo.
                                                                                     Febrero 2012





viernes, 3 de febrero de 2012

La noche en que todos quisimos tomar whisky

La Noche En Que Todos Quisimos Tomar Whisky

Esa noche del 15 de junio de 1982 millones de argentinos escuchamos, conteniendo el aliento, el discurso en cadena del Presidente Galtieri.  Era el discurso de derrota de una guerra que muchos creían ganada desde el inicio, y que pronto quisimos olvidar. Y logramos olvidar. A tal punto que muy pocos recuerdan ese discurso.
Entre el 2 de abril del 82’ y el 30 de octubre del 83´ los argentinos vivimos lo que algún francés definió como alta presión de la historia, la sucesión casi inmediata e interminable de hechos notables. Recuperamos las Malvinas,  ocupamos Islas que jamás fueron nuestras (las Sandwich y la Georgias), entramos en guerra, recibimos al Papa por primera vez en la historia, perdimos un Mundial de fútbol (que también creíamos ganado desde el inicio porque éramos campeones) nada menos que frente a Brasil, perdimos una guerra por primera vez,  asistimos a la debacle de la dictadura y, finalmente, nos maravillamos con la increíble derrota del cuco peronista en las urnas. No es un pecado que hayamos olvidado casi todo esto. Es un hecho natural, es demasiado para cualquiera.
De esa noche del 15 de junio de 1982 sólo se recuerda—y hablo sólo de los más memoriosos—que el pueblo, luego del discurso del General, salió a las calles (léase, a Plaza de Mayo) para protestar. Era, dicen, nos dicen, el pueblo que quería la cabeza de Galtieri. Los más progresistas insisten en recordar que ese mismo pueblo fue el que aplaudió al General Presidente solo unos meses atrás, cuando copamos las Malvinas. Tanto unos como otros están equivocados. Los que salieron a la Plaza esa noche, luego del discurso, eran los más fervientes nacionalistas, los más recalcitrantes  fachos de nuestra sociedad, desencantados con el resultado de la guerra. Más papistas que el Papa, más mesiánicos que Galtieri, esos tipos hubieran ido a Malvinas a nado si los dejaban.
La mayoría del pueblo escuchó por televisión el discurso, se tomó algo y se fue a dormir, queriendo no volver a despertarse nunca jamás. Fue la noche más triste de la historia contemporánea de nuestro  país.
A continuación, el discurso entero de Galtieri. Al leerlo conviene tener presente algunas cosas inevitables de la mentalidad de los oyentes de esa época.  La incertidumbre, en todo sentido, era enorme. Estados Unidos era un enemigo, y las palabras de denuncia del General a ese país y a su pueblo sonaron por entonces muy gratas a muchos, casi como dichas por un comunista. Hasta ese momento a nadie se le hubiera imaginado que éramos parte de América Latina, y a partir de entonces había que empezar a reconocernos como tales, como si eso fuera fácil.
Por último me gustaría subrayar la impertinencia y la falta de sentido común del autor del Discurso de rendición.
En fin, que hable el Whisky:

Discurso de rendición (15 junio 1982)
El combate de Puerto Argentino ha finalizado. Nuestros soldados lucharon con esfuerzo supremo por la dignidad de la Nación. Los que cayeron están vivos para siempre en el corazón y la historia grande de los Argentinos. No tenemos solo el bronce de las antiguas glorias, tenemos nuestros héroes, hombres de carne y hueso del presente, nombres que serán esculpidos por nosotros y las generaciones venideras. Los pueblos solidarios de América Latina, y todos aquellos capaces de olvidar sus intereses ante el coraje y el sacrificio, también los guardarán en su memoria. Pelearon contra la incomprensión, el menosprecio y la soberbia. Enfrentaron con más coraje que armamento la abrumadora superioridad de una potencia, apoyada por la tecnología militar de los EEUU de Norteamérica, sorprendentemente enemigo de la Argentina y de su pueblo. Combatieron para desplazar de nuestro suelo el último vestigio de coloniaje. Combatieron por la misma esencia de nuestra identidad Nacional y Americana. Combatieron por las mismas causas que presidieron el nacimiento glorioso de nuestra patria. Nuestra Nación ha luchado por nuestra integridad espiritual y material, convencida que las afrentas infinitamente toleradas quiebran el alma de los pueblos y de los hombres. Quienes hasta ahora no no quieren o no pueden admitir la verdad de nuestra causa tendrán que escuchar a sus conciencias y comprender que deben existir profundas razones de justicia para que una Nación pacífica empuñe las armas hasta el heroísmo. Puerto Argentino (x2 mirando la cámara) no será el último jalón de la empresa Nacional que comenzamos en 1833 y continuamos el pasado 2 de abril. Gran Bretaña deberá  resolver su actitud frente al conflicto y aceptar que la situación de las islas jamás volverá a ser la misma de antes, en cuyo caso mantendremos la actitud de negociar un camino para la recuperación de nuestra soberanía o proceder a la restauración del régimen colonial, con lo que no habrá seguridad ni paz definitiva, y recaerá sobre Gran Bretaña la responsabilidad por profundizar el conflicto. En todos los casos, la Nación unida puesta de pié al impulso y sentimiento de una sola causa se irá marchando hacia su superación y fortaleza. No permitamos que esa unidad lograda atreves de una causa justa y esperada, que respaldó más de medio mundo, y que estuvo reconfortada por la visita de su santidad, sea perturbada y dañada por la actitud disociadora de una minoría descalificada. Con el mismo denuedo con que lucharon nuestros hombres trabajaremos sin pausa y sin descanso para adelantar lo postergado. Han luchado para que vivamos plenamente. Hay un cambio en la Nación y nadie podrá eludirlo. Juntos diremos No a los rencores, prevenciones y prejuicios, porque ya han sido olvidados al formar codo con codo en el frente de batalla. Teniendo en cuenta la opinión de los distintos sectores del quehacer Nacional, revisaremos y corregiremos todo lo que sea necesario en política interna y externa. Rescataremos la República. Reconstituiremos sus instituciones. Estableceremos la democracia sobre bases inconmovibles de equidad y de respeto, y encenderemos como antorchas los valores más altos de nuestra argentinidad. Hay honor y habrá justicia. Nadie apartará su conducta del esfuerzo colectivo para alcanzar la patria imaginada en sus mejores sueños por nuestros soldados. No habrá lugar para la especulación y el engaño. El ocio será una estafa. El aprovechamiento de la situación será una injuria a quienes combatieron, y el derrotismo será traición. Juntos buscaremos el objetivo final que perseguimos. Seremos dueños totales de nuestra Nación y su destino. Que nadie trate de perturbar o interponerse en el camino de los argentinos. Que nadie trate de jugar con nuestras heridas y nuestras emociones. Que nadie confunda que somos duros en la pelea pero débiles del alma. El mundo sabe que no somos un pueblo que haya forjado su existencia al calor de las guerras de conquista y es testigo que jamás nos negamos a la paz. La mayoría del mundo reconoce nuestras legítimas aspiraciones sobre las Malvinas. Lo que defendemos nos pertenece. Estará siempre a nuestro alcance y más temprano o más tarde lo vamos a conseguir. Contengamos el dolor. Levantemos bien alta la frente. Nuestro pueblo es y se siente fuerte y lo acompañan sus hermanos latinoamericanos. Es hora de asumir hasta las últimas consecuencias nuestra identidad y madurez de argentinos. Quien no contribuya a hacerlo será apartado y calificado de traidor. Pidamos a nuestra señora de Lujan, que abogue ante Dios nuestro Señor, por las vidas y el triunfo de sus fieles, y agradezcámosle que nuestras almas estén reconfortadas por la reciente presencia de su Santidad. La dignidad y el porvenir son nuestros, y ellos nos darán la paz y la victoria.