¨Tú me respondiste que te parecía
seguro y suficientemente comprobado que Dios no puede recuperar a una virgen
después de la caída (…) Por último me veo obligado a responder a lo que
en esta controversia muchos objetan. Ellos dicen: Si Dios, como afirmas, es
omnipotente en todo sentido, ¿podría acaso hacer que las cosas que ocurrieron
no hayan ocurrido?¨
Pedro Damian. De Divina Omnipotentia
Estaba viendo un documental muy tonto donde un grupo de mujeres occidentales discutía con mujeres musulmanas cubiertas por el velo. La discusión era sobre los derechos de la mujer a trabajar a moverse libremente a elegir al marido a no perder el clítoris. Era un diálogo de sordos. Bizarro. Me hacía acordar a esas discusiones enfermas entre hombres en las cuales ambos intentan convencer al otro de que su propia mujer hace el amor mejor que la del prójimo. Por supuesto, de haber algo real en esa discusión ganaría el que entregase a su propia mujer para que el otro comprobase la veracidad de los argumentos. (Y no sea cándido, el sentido de apropiación en este caso no es machista, es pedagógico) Sería como si un hincha de Boca se dejara convencer por medio de silogismos de que River es más grande. Sin dudas, uno puede convertirse al Cristianismo una tarde de té con rosquillas conversando con señoras cristianas. Pero seamos realistas, la realidad es que esas cosas no pasan. O pasan de otro modo.
Se calcula que el 75 por ciento de las mujeres egipcias carecen de clítoris. Entre los ocho y los trece años son sometidas a la ablación o circuncisión del órgano. En el caso de las mujeres casadas esa cifra sube a más del 90 por ciento. Ninguna de ellas podrá jamás excitarse o gozar de un orgasmo.
Se calcula que el 75 por ciento de las mujeres egipcias carecen de clítoris. Entre los ocho y los trece años son sometidas a la ablación o circuncisión del órgano. En el caso de las mujeres casadas esa cifra sube a más del 90 por ciento. Ninguna de ellas podrá jamás excitarse o gozar de un orgasmo.
Desde 2008 hay una
ley en el país de los faraones que prohíbe este tipo de intervención. Sin
embargo, las cifras continúan altísimas. Las más perjudicadas, por supuesto,
son las mujeres pobres, que ya no pueden recurrir abiertamente a un médico que las pueda mutilar. Las prácticas van a continuar por más que una ley lo prohíba. Paradójicamente, desde la sanción de esta ley, las amputaciones clandestinas de clítoris se han extendido.
La práctica es común en muchos países
de África y es previa a la aparición del Islám. Sin embargo, quienes avalan
estas prácticas, se justifican en pasajes del Corán y en los Hadices,
que son los dichos y hechos del profeta. También hay que decir que quienes se
oponen a ella suelen defenderse apelando a los mismos textos.
A primera vista uno podría decir que
también en la Biblia hay para justificar
todo punto de vista. Y es cierto; leé el Antiguo Testamento y lo que dice sobre
la mujer si tenés alguna duda. Pero las controversias en torno al Corán son
inentendibles para nosotros. Principalmente por la naturaleza intrínseca del Corán. Si en el cristianismo dios se hizo hombre, en el Islam
dios se hizo libro. Si la Biblia son muchos libros y contiene varios idiomas,
el Corán es uno solo libro y está íntegramente en árabe. Si el dios judío eligió un pueblo, el dios
del Islam eligió un idioma. Alá habló en una lengua y con una escritura y unos
caracteres precisos, (y fue además el primer libro en ese idioma). Es por esto que la palabra de Alá es tomada literalmente. La liturgia del
Islam es obligadamente en árabe del siglo VII, es la misma lengua de Mahoma. La palabra de
Alá es inconmovible, irrevocable: la verdad absoluta.
No obstante lo cual, en el Corán no se habla de la ablación del clítoris. Sí se habla de ello en los Hadices. Pero
los Hadices son un complemento del Corán. Este último es el libro más
importante de los musulmanes, con diferencia.
En el cristianismo fue un tema medieval
recurrente si dios puede cambiar el pasado. Los musulmanes tienen un problema
distinto: si Alá puede cambiar un pasaje del Corán por otro. Y la respuesta es
¨sí¨. Está en un pasaje que le ha generado muchos dolores de cabeza a
generaciones del Islam; la Sura 2, versículo 106:
No
hay signo que suprimamos o hagamos olvidar sin traer en su lugar algo similar o
mejor. ¿Acaso no sabes que Alá es poderoso sobre todas las cosas?
Este pequeño pasaje es problemático porque
da lugar a la exégesis de todo el libro dando por tierra con la literalidad del
texto. Incluso con los pasajes en que Alá se pone misógino, de los cuales hay muchos.
Si uno va a meterse en controversias
sobre el tema de la ablación con un grupo de musulmanes es necesario discutir
desde las herramientas que ellos mismos manejan. No tiene sentido hablar de
derechos humanos cuando para muchos de ellos los derechos y la normativa en general
emanan de la letra del Corán (la Sharia). Este diálogo fallido es el que está teniendo el
Estado egipcio con la gran mayoría de su población que no acepta una ley que
está por encima del Corán. Pero al menos es un diálogo entre egipcios. ¿Qué
puede pensar un árabe musulmán y egipcio si usted le habla desde su estructura
de pensamiento occidental? Si Dios o Alá pueden cambiar el pasado o lo que han
dicho, nosotros al menos podemos cambiar el futuro. Y el versículo 106 de la Sura 2 también nos sirve para el futuro.
Fuentes:
Albert Hourani. (2017) La historia de los árabes, Navarra, Ediciones
maxi,.
Pedro Damian: http://www.cck.gob.ar/eventos/borges-y-pedro-damian-dios-puede-modificar-el-pasado_2279
Historia del Corán: https://www.youtube.com/watch?v=L7xP0ofgQIw
Sobre el Islám: (Es muy facho, pero
dice cosas que no vas a encontrar en otros lados). https://www.youtube.com/watch?v=LYjOGXBfMtk
Excelente.
ResponderEliminarcs.