domingo, 20 de diciembre de 2015

Corrientes exótica


1. Empedrado
He pasado mucho tiempo (tres días) navegando por Corrientes. Mi computadora me lo permite. Caminé virtualmente por Mercedes, visité el santuario del gauchito Gil, me maravillé con antiguos causes del Paraná, me comí una naranja en Mocoretá, crucé los esteros del Iberá, me sorprendió que Virasoro no perteneciera a Misiones, me sorprendió que San Pedro Pescador no perteneciera a Corrientes, me fui a bañar en Paso de la patria y en las nuevas termas del sur de la provincia, bailé chamamé, lancé un sapucay. No es poco, pero también fui más allá de los límites de la obviedad.

Las fotos que acompañan este artículo son descubrimientos personales. Son de Corrientes, aunque parezcan de otra parte.

La primera se trata de las cercanías de la ciudad de Empedrado, no muy al sur de la capital. Estas barrancas extraterrestres, que bien pudieran ser de la costa patagónica o de San Juan, fueron esculpidas por el río Paraná.  Con un poco de imaginación, se parecen tremendamente al Gran Cañón del Colorado.  

2. Itatí
La segunda es la iglesia de Itatí, en la ciudad homónima. Con una estilo renacentista, mezclado con torres coloniales y coronada por una cúpula rematada con una estatua de la virgen, es de las cosas más raras de la provincia. Su valor arquitectónico es importante, aunque no sublime. Debemos la obra a dos tipos que ya me olvidé y que me da paja buscarlos en la red. Por supuesto, es lugar de peregrinación muy valorado por los correntinos. Pero lo realmente llamativo de la iglesia es su ubicación, en un pueblito marginal, casi vacío. Semejante obra, junto al Paraná, rodeada de nada, pero catalizadora de caravanas humanas, debe ser lo más parecido a una reedición de los pueblos del medioevo.

3.Seu Zeca
La tercera es una curiosidad (un tipo). Al sur de la provincia, cerquita de Monte Caseros, se encuentra una triple frontera (con Uruguay y Brasil). La unión de los tres países se da en la confluencia de los ríos Uruguay y Cuareim, sobre un extremo de la isla llamada Brasileira. Pero los uruguayos no están de acuerdo. Ellos reclaman la isla a Brasil. Según argumentan, esta se encuentra sobre el Río Cuareim y no sobre el Uruguay, que es lo que dicen los otros dos países. El problema es que esta isla está habitada por un hombre, de nombre Seu Zeca, brasileño él. Aunque parezca gracioso, la presencia de este sujeto es un argumento de peso a favor de Brasil. Este problema de frontera es ninguneado por los dos países hermanos del Uruguay. Y es seguro que este paisito nunca tendrá lo que pretende. Corrientes ya está pensando en explotar turísticamente el asunto, aunque los otros hermanos se resistan.

4. Tres Cerros
La cuarta se trata de Tres Cerros. ¡Si, cerros en Corrientes! Están cerca de La Cruz. La foto muestra una vista desde una de las cumbres, de cien metros. Como la base del cerro está casi a nivel del mar no es de extrañar semejante vista panorámica sobre la inmensa llanura.

La quinta no es Stonehenge. Se trata de Itá Pucú, un monumento natural que se encuentra más o menos cerca de Mercedes. Sobre estas rocas, que se alzan sobre un terreno totalmente ajeno a su propia naturaleza, los humanos han dejado huella de su paso, desde una firma hasta una guarangada. Están dentro de una propiedad, pero el dueño te deja pasar si le ponés unos pesos.
5. Itá Pucú

Ahora que leyeron esto, ahora que vienen las vacaciones, tal vez te sirva de algo saber lo que te ofrece Corrientes, en voz baja, casi como si fuese yo el único que habla de estos destinos, que tienen la enorme ventaja de no ser concurridos por la chusma. Y si te interesa el tema de Malvinas, donde murieron tantos correntinos, te dejo un caso ejemplar, aunque un tanto bizarro. 

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