domingo, 25 de junio de 2017

Las obras gemelas de Minoru Yamasaki

             
El 11 de septiembre de 2001 generó una encendida  polémica  posmoderna cuando el músico y esteta  Karlheinz Stockhausen declaró que el atentado a las torres era la obra de arte más grande de la historia. Desde este humilde lugar yo mismo entré en la batalla cuando en 2011 subí un viejo escrito al inaugurar este blog  [Stockhausen y las torres gemelas]
                Ahora vengo a ocuparme del autor de las torres, no para ponderar las gemelas, sino para demostrar ciertas coincidencias entre estas y una obra de Minoru Yamasaki injustamente olvidada: el complejo Pruitt Igoe. 
                En  los años de posguerra  Estados Unidos vivía un boom económico. Pero esa prosperidad no cayó pareja en su geografía. La ciudad de San Louis, en Missouri, era de las que iban de mal en peor.  La industria se retiraba y la pobreza crecía, especialmente entre los negros, que eran víctimas de la segregación racial. De esta manera, la misma segregación racial se cristalizaba claramente en una segregación espacial (barrios para negros, colectivos para negros, colegios para negros, baños para negros)  y así se podía tener identificados a los pobres por su color y el lugar que ocupaban. Sin embargo, la cosa se complicó cuando los blancos (al menos los que no eran pobres) empezaron a reparar en el crecimiento desmedido de la pobreza y en un hecho inminente: el fin de la segregación asomaba a la vuelta de la esquina.
                Entonces decidieron llamar a Yamasaki, un norteamericano nacido en Seattle, pero que no era ni blanco ni negro. El arquitecto y urbanista barrió con un área amplia del centro de la ciudad y la llenó con torres en monoblock. Era una obra que seguía los lineamientos de la arquitectura moderna, algo así como nuestro Lugano 1 y 2. Treinta y tres torres en total, rodeadas de parque, con todos los servicios y división estricta de funciones. Se esperaba la afluencia de todas las razas, incluso se pronosticó que los blancos, que ya se estaban suburbanizando, volverían con este emprendimiento al centro de la ciudad.
Pruitt Igoe, el 16/3/1972
                Todo fue un fracaso. El nuevo barrio, que bautizaron para la posteridad como Pruitt Igoe, se llenó de negros y los mismos negros de la ciudad estigmatizaron a las torres por su altísima tasa de delincuencia. Menos de 17 años después de su inauguración, el 16 de marzo de 1972, el complejo residencial fue dinamitado. Era el comienzo del fin de la arquitectura moderna. El evento fue filmado con varias cámaras, transmitido por televisión y una década después pasó a formar parte de uno de los documentales de culto del siglo XX: Koyaanisqatsi (1982), casi una genial partitura de Philip Glass puesta en imágenes.[i]
Hoy casi pasa desapercibido el caso del complejo residencial Pruitt Igoe de San Louis. Si atendemos a Samuel Huntington, y suponemos que la caída de las gemelas se puede entender como el fin de la posmodernidad, estaríamos ante un arquitecto cuyas obras consagran el fin de dos períodos, y que además lo hace con la caída de sus propias construcciones. Por último, y no es menor, se debe rescatar que ambos eventos fueron registrados y son dos obras de arte (Stockhausen mediante).

Enlaces:
Película Koyaaniskatsi (1982).  A partir del minuto 4:30 podemos ver el complejo y luego su voladura.   https://www.youtube.com/watch?v=KApGIJnyh3o

Pruitt Igoe 


La torre Rainier, en Seattle, su ciudad natal y una de sus últimas obras. Se encuentra en una zona sísmica.







[i] La película  opone la maquina urbana al campo, y hace evocar claramente el film  The City (1939), escrito por Lewis Mumford.

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