El 3 de marzo
de 1999 a la una de la madrugada, el actual presidente Macri viajaba por la
autopista de oeste. A su lado estaba Carlos Alberdi, su chofer. Atrás sus amigos Martin Palermo y Diego Cagna,
estrellas de la primera de Boca. Paula
Elizabeth González, de 14 años, venía en bicicleta por la banquina. La
acompañaba su amiga Susana, de 16. Decidieron cruzar la autopista por el
asfalto. Cuando llegaron al carril de mayor velocidad fueron atropelladas por
el auto del entonces presidente de Boca. Paula aguantó ese día en un hospital y
luego murió al caer el sol.
Un testigo afirmó que el que manejaba era Macri. Luego se
desdijo. La familia de la sobreviviente, Susana, culpó a su hija por cruzar por
donde no debía. Todo quedó en la nada.
Ya nadie
recuerda o quiere recordar el hecho. Macri llegó a jefe de gobierno e inauguró
muchas bicisendas, sus amigos nunca volvieron a hablar del tema y del chofer
nada se sabe.
Tal vez el
presidente nada tuvo que ver, pero hay cosas que no te van a contar a menos que
uno se ponga a unir cosas que en un principio no tienen mucha relación.
¿De dónde
venían esa noche? Venían de una peña de La 12 en Chacabuco. El libro que
Gustavo Gravia le dedica a la barra de Boca nos informa de la presencia de
capos, jugadores y dirigentes en estas peñas, así como del consumo sin freno de
alcohol. Recalculando podemos decir que tal vez el fercho o Mauri estuvieran
tomados. De Palermo y Cagna casi lo podemos asegurar. Venían durmiendo en el
asiento de atrás. Gravia en su libro no menciona el accidente. Él se puede
escudar: es un libro sobre la barra brava y ahí no había barras.
El choque
fatal, que apareció en los medios, quedó eclipsado por lo que sucedió en
la bombonera a las 9:30 de la mañana del día siguiente, 4 de marzo. Boca y
Chacarita jugaban un amistoso. Algunos hinchas del equipo visitante adornaban
la tribuna local. La 12 entró y golpeó brutalmente a los
capos de club de San Martin. Todo fue firmado por las cámaras. Entre los
agresores estaba el jefe, Rafael Di Zeo, habitué de todas las peñas xeneises en
esa época de Boca. El partido se suspendió cuando Boca ganaba 3 a 0. El primer
gol lo había marcado Palermo.
Todo esto da
lugar a algunas preguntas. ¿Cómo el jefe de un club puede salir de joda con
jugadores profesionales que en pocas horas tienen que afrontar un partido,
aunque sea un amistoso? ¿La seguridad del club estaba distraída en el accidente
y descuidó sus tareas? ¿Los barras supieron que la dirigencia estaba a full con
otro tema? (Recordemos que la secretaria privada del gobernador Felipe Solá,
Susana Spinetto, fue la esposa de Rafita Di Zeo. Cuando Felipe la despidió se
recicló como secretaria privada de Stornelli, en el área de seguridad.
Stornelli y Boca siempre fueron de la mano. Él y Susana ya eran ¨amigos¨ en 1999) Pudo haber sido casualidad. Pero
del tema no se habla.
Sin embargo el
accidente puede ser útil. En política se trata de relaciones de fuerza, no de
quien dice la verdad. Que Macri haya
manejado el auto ebrio aquella noche es, a la luz de lo expuesto, verosímil. Las
víctimas fueron mujeres, menores de edad. Yo solamente sugiero que rescatar del
olvido el tema puede servir para una campaña de prensa en contra del oficialismo
en un período electoral. También a la ola verde feminista le puede servir. También
a los ciclistas y al ambientalismo. También a los que luchan contra los excesos
del alcohol y la velocidad. También para los que odian las barras... En política todo sirve. Solamente hay que ¨saber hacerla¨, como
dice Horacio Verbitsky. Se acaban de cumplir 20 años de aquellos hechos. Y los
aniversarios (y el sistema decimal) siempre le encantaron a la prensa. También.
Bibliografía:
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