Tras el Plan económico de austeridad de 1953,
Juan Domingo Perón empezó a pensar en abrir el país al capital extranjero en
algunos sectores estratégicos como el energético. Puntualmente, en mayo de
1955, y contra la falta de memoria de muchos, le abrió las puertas del país a
una filial de la Standard Oil. ¿Hacía bien en virar a la derecha o era de
derecha? ¿Tercera vía?
Cuando Perón quiso
volver delegó en Cámpora. La izquierda gobernaba en Chile, en Bolivia, la clase
media argentina se hacía montonera. En 1973 vino el golpe en Chile, en Bolivia
y Bordaberry en Uruguay giró a la derecha. Perón, inteligente, también giró.
Menem giró a
la derecha en un contexto de Fin de los
tiempos posterior a la caída del comunismo. Las relaciones carnales con los
Estados Unidos eran la norma de ese momento. Carlitos había sido monto en los
setenta, amigo cercano de Alfonsín en los 80s y predicó la revolución
(productiva) en la campaña de 1989 para alzarse con la presidencia.
Néstor nunca fue de izquierda. Llegó a la cima con la anuencia del cabezón
Duhalde, quien le impuso parte del gabinete y al ministro de economía. Giró a la
izquierda ni bien pudo, como marcaban los tiempos de Chávez y de Lula y de la mitad del subcontinente. (Lo
mismo había hecho, no casualmente, el Adolfo, un precursor total, en su semana de mandato, cuando
recibió a las Madres de Plaza de Mayo y arengó con no pagar la deuda externa
como si fuese un alter ego de Altamira).
Cristina, en
su discurso de inauguración de las sesiones ordinarias de 2012, mandó a
trabajar a los docentes y apretó a los sindicatos. Fue su última estrategia de
virar a la derecha antes de notar que su re-reelección iba a fracasar. ¿Hizo
mal?
El peronismo
es un movimiento que se ajusta a la coyuntura. No está mal actuar así. Somos un
país absolutamente periférico que cree ser central. Y es por eso que el
peronismo, en gran medida, tiene gobernabilidad. Sale de esa creencia infantil.
Hace lo que hay que hacer en un
contexto de vulnerabilidad planetaria. Cuando hay que ser de izquierda saca a
los pibes, en los setenta y en la primera década de este siglo. Cuando hay que
ser de derecha saca a los viejos conservadores. Ahora los vientos vienen de la
diestra. Y cuando cambien los vientos el peronismo también va a estar. Siempre
va a estar. Y tal vez con los mismos apellidos.
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