Pedro Brieger
escribió El conflicto palestino-Israelí.
Es un libro excelente. Brieger, judío, defiende la posición palestina (como Barenboim, como tantos). Pero hay
olvidos…
1)
Brieger no habla de los Acuerdos de Haavara de
1933 entre los sionistas y Hitler, por el cual miles de familias judías, por
primera vez de forma masiva, fueron a instalarse en lo que hoy es Israel.
2)
Brieger sólo menciona al Movimiento Leji de Stern,
sin aclarar que fue un grupo terrorista sionista en Tierra Prometida que era
pronazi y muy popular.
3)
Brieger critica profusamente la democracia
israelí. Casi todos los argumentos que pone son de los mismos medios israelíes,
de los intelectuales israelíes y hasta de algunos funcionarios israelíes. Eso
también es parte de una democracia.
Del primer punto debemos decir que muchos estudiosos—incluidos famosos
como el historiador Ian Kershaw— jamás escribieron una sola línea sobre los Acuerdos
de Haavara; tal vez para evitar malas interpretaciones. Hitler se quería sacar
a los judíos de encima y cuando el sionismo chocó con los intereses británicos
apareció el del bigotito para ofrecer un canje: ustedes se van a oriente con
plata del Estado alemán y nosotros nos deshacemos de ustedes. Con el tiempo Goering propuso mandarlos a
Madagascar y finalmente, con la guerra perdida, surgió la idea del holocausto.
La solución final fue exactamente eso: la última solución.
Del segundo punto el olvido es extraño. Brieger habla bastante del
Mandato de Palestina que tuvieron los británicos. Y cuando habla del Movimiento
Leji lo hace para hablarnos de un momento en el cual ya existe Israel. Este
movimiento tomó partido por los nazis por una obvia razón: el enemigo de mi
enemigo es mi amigo. Los judíos estaban que trinaban con los británicos. Les
habían prometido todo y finalmente hacían concesiones por igual a hebreos y a palestinos.
Muchos colonos israelíes en esa coyuntura entendían que debían independizarse
de Gran Bretaña de la misma manera que poco antes se habían independizado del
imperio Otomano. Entonces no hay nada de raro en que hayan pensado que meter
bomba a los ingleses y pedir ayuda a los nazis era lo correcto. Al menos sin internet era difícil que supieran lo que
realmente pasaba en Europa.
Del tercer punto debo decir que me recuerda a Chomsky, un judío que vive
reproduciendo lo que dicen los medios yanquis, en medios yanquis siendo él
mismo yanqui. De la misma manera que Pedro Brieger es judío, vivió y estudió en
Israel. Y en el libro eso tampoco se dice. (Aunque esto último me parece un
acierto).
Sin dudas, y a pesar de las observaciones, un libro excelente. Pero para toda la familia. Y me
queda una duda. ¿Estas cosas Pedro las ignora o las dejó pasar por cálculo? El
librito se encuentra en la colección 100
preguntas y respuestas de Capital
Intelectual. En fin, serán una o dos preguntas más.
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