Los elefantes a las trompadas
El Rey Juan Carlos y otro Hijo de Puta |
Un pensamiento te lleva a otro. Por eso no es casual que ayer, mientras se votaba en Venezuela, me viniera un recuerdo a la cabeza, y que ese recuerdo me llevara a otro.
¿Quién no recuerda el “porqué no te callas” del Rey de España al presidente Chávez? Se dijeron muchas cosas, pero lo más acertado fue criticarlo por el mal uso de su investidura. Que un rey de España se despache como si Venezuela continuara siendo una colonia no gustó a muchos en la patria grande latinoamericana.
¿Quién no recuerda el “porqué no te callas” del Rey de España al presidente Chávez? Se dijeron muchas cosas, pero lo más acertado fue criticarlo por el mal uso de su investidura. Que un rey de España se despache como si Venezuela continuara siendo una colonia no gustó a muchos en la patria grande latinoamericana.
En nuestro país el incidente pasó un tanto inadvertido, y no es casual, porque los ibéricos no hicieron un baño de sangre de nuestros indígenas y porque no hay tantos indígenas entre nosotros. Pero en ese momento empecé a sospechar lo peor…
En abril de este año al Rey de España lo escracharon por practicar la caza mayor con elefantes. Fue un escándalo en su país y en el mundo. Pero casi todas las críticas eran del tipo, “qué cruel el señor monarca” o “pobres paquidermos.”
Pero lo que más me hincha las bolas es el verdadero motivo: la histórica propensión a la caza mayor de las casas reales europeas, cosa que fue oportunamente olvidada por todos los medios. El Palacio Real de Madrid se encuentra junto al río Manzanares. Del otro lado del río hay un enorme parque público que se llama Casa de Campo. Este parque era el antiguo coto de caza de la familia real española. Es una constante que se verifica en el resto de Europa (por ejemplo en el parque de Versalles.) Afortunadamente hoy Casa de Campo es fuente de diversiones para todos los madrileños, contando entre otras atracciones, con un hermoso… zoológico.
Todo esto nos da una idea de la mentalidad de su Majestad, un tipo que cree que los tiempos no han cambiado y que tiene todo el derecho por su investidura de seguir haciendo lo mismo que sus ancestros.
Dicen que los elefantes tienen memoria de elefante. Si el enunciado es correcto, podemos suponer lo que los elefantes de Botswana piensan al ver a Carlos: “Ahí viene otra vez ese sorete hijo de mil putas, de la misma manera que venían tirando cohetes sus padres y sus abuelos, siempre con los fierros en las manos, sin el menor aguante, con la misma mentalidad de sus ancestros, con la misma mentalidad del siglo XVII.” Y, ya que son elefantes, uno desearía que lo caguen a trompadas.
Octubre de 2012
el psicópata es SIEMPRE congruente con él mismo. No se le puede pedir culpa o remordimiento.
ResponderEliminarEs así.
En fin.
coherente más que congruente, perdón.
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