domingo, 12 de julio de 2015

Una película para gente con síndrome de Asperger



Una película para gente con síndrome de Asperger 


    


            Hay películas que uno admira y que, sin embargo, no nos terminan de convencer. El hombre de la Tierra, (The Man from Earth), 2007, se ha transformado en un film de culto. Se mira, se aplaude y se recomienda. Es, sin dudas, pretenciosa, entretenida y una de esas obras de gueto sembrada de guiños para el intelectual, que no podés recomendar a un iletrado sin correr el riesgo de que te escupa. Los temas son interesantes e infinitos: la muerte y la inmortalidad, la puja entre la ciencia y la fe, la paradoja entre realidad y ficción, el problema identitario, la credulidad, la manipulación discursiva, la amistad, la mentira piadosa, la paternidad, el abandono y en el final tenemos lo irrevocable del amor, al que ni Dios puede omitir. Todo esto filmado íntegramente en una casa y con dos mangos.

            Todo suena, en el papel, una bomba espectacular, un hit de la concha de su madre. Pero otra cosa es la película. Durante casi una hora y media asistimos a discusiones que comportan una dialéctica escolástica, refutaciones varias, demostraciones de inteligencia que demuestran que dios la tiene más larga. El problema básico es que al hablar tanto hay un exceso de información y eso es letal para el tipo que tiene algo de libro o algo de vida encima,  porque ya desde el minuto 10 se adelantan cosas que nos anticipan el final con demasiada precisión. Es como que la película se suicida ante nuestros propios ojos, dado que toda su estructura descansa en sorprendernos con el final. El que entiende los guiños—y yo entiendo sólo algunos—ya sabe adónde quiere ir a parar todo eso y, aunque el film no pierde interés, se vuelve un poco redundante, como sin querer queriendo, como que se les chispoteó. Y de tanto discursear se olvidan lo elemental del cine, que es visual; que un gesto vale más que mil palabras—hay un acierto hacia el  final, pero no alcanza—. De tanto guiño se olvidan del gesto. Es una película que se puede ver sin mirar, que se puede escuchar mientras lavamos los platos, sin que por ello pierda inteligibilidad. Es una película para gente con síndrome de Asperger.

            Una anécdota trasciende El hombre de la Tierra y se ha propagado como si de un tesoro se tratase. Jerome Bixby, autor del guión y verdadero artífice del film—el director es un patán—, tarda 20 años en escribir la obra, corrigiendo y corrigiendo, puliendo el material hasta dar con el diamante. Termina de escribirla en su lecho de muerte, o lo que es igual, interrumpe las correcciones cuando ya no puede más. Quizás la inminencia de la muerte le haya dado lucidez, algo que seguramente necesitaba Richard Schenkman (que es el nombre del patán). 

 

Nota: Hoy se hace obligación aclarar todo. Es una epidemia a la cual no puedo sustraerme. No es mi intención ofender a la gente que sufre ese incómodo síndrome. Dicho esto, punto final.

 

Película:

https://www.youtube.com/watch?v=f7cgC-qliNE

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