Pensaba comprarme un libro de Néstor
Kohan. Quería hacerle justicia. Vengo mirando los videos de la Cátedra Che Guevara que colgó en
el youtube. Son muy buenos. Es un tipo simpático,
piola y copado. Y sabe. Sabe mucho. Un experto en marxismo. Debe haber poca
gente en el país que sepa tanto como él sobre Marx. Y yo, que transité sus
discursos virtuales con placer, quería conocer otro aspecto de Néstor: lo que
escribe.
Sin embargo, tiene
contraindicaciones. Es un poco fundamentalista, es un poco foquista, es un poco
muchas cosas. Es de esos tipos para los cuales todo papel escrito por Marx es imprescindible.
Da lo mismo los pasajes que el mismo pensador subrayó en El capital que la lista de libros que le tiró al empleado de la Biblioteca Británica
o las cartas que le confeccionó a Jenny, su mujer, para avisarle que se vaya a dormir porque él iba
a quedarse trabajando toda la noche. Néstor opera como los teólogos que no
pueden olvidar las cartas a los tesalonicenses
sin ponerse colorados. Si hay alguna contradicción entre estas cartas y los
evangelios, siempre, pensándolo seriamente, se podrá arreglar.
Pero lo que más me alertó de Kohan
fueron sus incoherencias. No son muchas, pero me parecieron alarmantes. Recuerdo
un video donde comenta el famoso apartado de El capital donde Marx nos habla sobre el
fetichismo de la mercancía. Esas fascinantes cuatro páginas son expuestas en más
de una hora de video. No es un exceso, lo hace muy bien y le mete onda.
Pero durante todo el video, al igual que en todos los videos, está con el mate
en la mano, y las fotitos de Marx, de Walsh, y de muchos otros que nos miran desde los anaqueles. Agreguemos que—y esto
fue lo que más me conmocionó— como
siempre invita a leer a otros autores, sacando un libro de la biblioteca, dos libros,
tres libros, infinitos libros, todos añejos, trabajados, agotados la mayoría. El
cariño que tiene Kohan al hablar de esos libros es emocionante. Pero yo no podía
olvidar que el tipo estaba hablando del fetichismo de la mercancía. En cuanto a
él, es claro que lo había olvidado; o mejor dicho, es claro que se había
olvidado de él mismo, que estaba alienado. Siempre con la mate en la mano, ya
frío, sólo le faltaba besar la foto de Marx.
Sentí empatía con su
extraño fetichismo, porque soy igual. Para mi los libros caminan y me dominan; me viven, me cosifican.
Se puede aprender mucho de Néstor,
siempre que uno sepa poner el filtro donde debe ir. Es un artista y un profesor
de primera que no sólo sabe transmitir un conocimiento, sino también una emoción.
Incluso se puede aprender sobre uno mismo. Es más, te puede cambiar la forma de
pensar. Pensaba comprarme un libro, pero lo pensé mejor y me decidí por bajar
un PDF. No sea cosa que después termine con la fotito de Néstor Kohan en la
biblioteca.
Dejo un video de la Cátedra:
https://www.youtube.com/watch?v=eMpbMO9jTVg
Dejo un video de la Cátedra:
https://www.youtube.com/watch?v=eMpbMO9jTVg
Ja ja ja es asi tal cual; mejor bajarlo pdf o pub o fotocopiarlo; y nunca habla de actualidad; vive en su mundo; son como testigos de jeova ; encontre rl blog buscando alguna nota de actualidad de nestor pero no hay; ellos no viven en la realidad temporal presente ni la analizan; una lastima ; tal vez seria util; esta ocupado haciendo exegesis marxista son
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