El primer recital
masivo de rock nacional televisado en vivo para el país y parte del mundo hoy
es un tabú. Es peor aún. Cuando se habla del tema brilla el olvido de aquellos
protagonistas que coparon orejas ante decenas de miles de personas para apoyar
algo que parece que hoy no les queda muy en claro qué era.
Se lo llamó Festival de la Solidaridad Latinoamericana.
Fue en el contexto de la Guerra de Malvinas. Tocaron Charly, el flaco, León,
Porchetto, Baglietto, Pedro y Pablo, Tarragó, y otros que—por suerte para
ellos— nadie recuerda. La entrada consistía en una donación para los soldados
que estaban escuchando balas en Malvinas. El festival lo organizó la Junta
Militar, claro. Los músicos enumerados, que un poco exageradamente no podían
salir de la cama para tocar en el living, se sospecha que vieron una
oportunidad de despegar, como un Mirage, y de apoyar a los soldados, como un
general, bah, como casi todo el mundo en ese momento. Hoy la versión oficial de
los que fueron a tocar es que lo hicieron por los soldados, por la paz y por la
patria, no por los milicos. Revisemos…
Por empezar en
ese entonces no era un secreto para nadie que la música en inglés estaba
censurada. Eso abría un mercado cautivo a los músicos locales que pasaron de
estar censurados a lucrar en el centro del escenario. Tampoco era un secreto que desde el año anterior—1981—el
gobernó militar de Viola había aflojado un poco la corbata y que luego a Galtieri volver a anudarla le costaba
horrores, y que esa exigencia de apertura que la sociedad venía demandando se
satisfacía ampliamente con este recital. En una línea: era obvio para todos que
el gobierno había levantado la censura (a los locales). El gobierno se encargó
de manifestarlo de mil maneras para que hasta el último boludo entienda que,
además de choborra, Galtieri era un buen tipo. (Recuerden que sólo un año antes
habían entrevistado en TV a su antecesor Viola tomando un whisky ¡para dar a
entender que el tipo tenía calle!) Y por
último, la asociación entre Rock, juventud y soldados, que hoy parece un chiste
de Capusotto, estaba más que clara: clarísima. Hasta el último imbécil la
entendía. No olvidéis que la idea de regenerar la juventud era un pilar en la
dictadura. Había jóvenes desaparecidos que habían matado argentinos y jóvenes
de la nueva generación que iban a matar ingleses por amor a la patria, que
además estaban dentro del ejército argentino. Fue un mensaje que se bajó desde
arriba y se compró desde abajo con euforia. No por nada, cuando en el Festival
Pedro y Pablo cantaron La gente del
futuro, el público enloqueció.
Pero estaba todo
guionado. Ahora dicen que lo hicieron por la paz. Okey. Bueno sería recordar
los discursos de Galtieri durante la guerra. Están toditos en el youtube. El
tipo remarcaba permanentemente que Argentina quería la paz desde el primer
momento del conflicto. Estaba claro que la guerra era imposible en esas
condiciones y con enemigos tan formidables. Por supuesto, todo el mundo
recuerda lo de ¨si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla¨. Pero
en ese mismo discurso dice que somos muy pacíficos y era sabido por todos, y
por todos los que estaban en el recital, que tomamos Puerto Argentino sin tirar
un tiro por órdenes expresas del presidente (Ellos si tiraron y mataron al
Capitán Giachino y todos los medios se encargaron de recordar que el primer
muerto era un oficial). Eso que estaba tan clarito entonces hoy se lo comió el
olvido. No por nada en el recital los músicos repetían el slogan: ¨estamos
peleando por la paz¨.
Algún copado
subió al youtube el recital entero. Hay joyitas. Tal vez las mejores sean las
palabras del flaco Spinetta: Aclara que ¨esto es la juventud argentina¨ y pide
un aplauso para Javier Martinez, un
músico ausente esa noche ¨que ustedes quieren mucho¨ y que ¨está presente
moralmente¨ porque ¨ tuvo la idea de hacer
este festival antes que lo sugirieran las autoridades¨. Y pide que al terminar
el recital ¨ todos salgamos en orden demostrando lo que hemos aprendido¨. Al
menos es enigmático, ¿no? No hay ningún rasgo de ironía en esas palabras. La
periodista Graciela Mancusso apunta, muchos años después, con incomprensible
orgullo, que esa noche ¨no había ni ambulancias ni seguridad¨. ¿Se coparon los
milicos?
En este
recital, realizado en Obras, a escasos metros de la Escuela de Mecánica de la
Armada, no deja de ser emotivo, más hoy que ayer, cuando Porchetto cierra con
¨Algo de Paz¨, el himno de la noche. Ese era, a pesar de la manipulación desde
arriba, un grito real, paz en todos los sentidos. Porchetto dirá años después
que le pidieron que no la toque. Bueh. Quiere la memoria popular que el tema
más importante de la noche fue ¨Solo le pido a Dios¨ de León Gieco, otro tema
por la paz que había escrito el intransigente músico a raíz de la inminente invasión
de nuestro país a Chile en 1978, canción censurada porque los que debían pedir
paz, y la pedían, eran los chilenos. ¿Hace falta recordar que en ese recital de
Obras todos tenían muy presente que la guerra con Chile la paró el Vaticano y que el tema
de Gieco le pide a Dios? Piensen. En fin, Porchetto era Gardel, a León mucho no
lo tenían. Porchetto, derramando amor con ese tonito indescriptible, fue la frutilla del postre.
Con el tiempo León
se arrepintió sinceramente, sin muchas excusas. Los otros tienen muy mala
memoria. Es bueno recordar a Virus. Ellos no fueron. Los Moura tenían al
hermano mayor desaparecido. Aunque queda la pregunta—fácil de contestar pero
que no la he escuchado—de por qué los milicos invitaron a la fiesta a los familiares de un
desaparecido. Y mejor es recordar a Los Violadores. Ellos no fueron porque se dieron cuenta de todo y aconsejaron a los que sí fueron a no ir.
Merecen nuestro respeto.
Por mi están
todos perdonados, son humanos. Pero resta un verdadero homenaje a Los
violadores y a Virus. Tal vez un Festival de Rock. Esta vez sí por la paz.
¡Uno, dos, ultraviolento!
Alguna fuente:
Recital
completo con reportajes precios al recital:
Documental:
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