viernes, 30 de septiembre de 2016

Aula de un colegio de la segunda corona

Aula de un colegio de la segunda corona del conurbano. Sexto año, turno tarde. Clase de geografía. Alumnos de 17 y pico. Maxi destaca por su literalidad y su entrega a las causas más grandes y más chicas, pero especialmente por su pensamiento binario extremo. Es delegado del curso.
Reparto un trabajo práctico y le doy a García un trabajo que no es de él, es de otro García. Me disculpo.
Yo—Perdón, es que a la mañana hay otro García. 
Maxi— Macho, los de la mañana son los de la mañana. Nosotros somos los de la tarde.
Una semana después. Entra la directora a pasarme el libro de actividades áulicas. Nota que varios alumnos tienen en mano el celular.
Directora— Ya les dije que está prohibido el celular en el aula, a menos que el profesor lo permita.
Yo— Dejo usar el celular siempre y cuando hayan terminado la tarea correctamente.
Maxi (Que no tiene el celular en la mano y está empeñado en terminar la tarea) — Señora, el profesor nos permite usar el celular, ¿entiende? (Sale la directora. A mi) — Capo, la clase es tuya, no tenés que dar explicaciones.
Una semana después. Estoy intentando introducir el concepto de alienación; estoy intentando introducir un poco de filosofía en la clase. Agarro un pibe cualquiera.
Yo— Mariano, ¿qué es lo que querés?
Mariano— Quiero jugar a la pelota y ponerme en pedo todo el día
Yo— ¿Y cómo sabés que querés lo que querés?
Maxi (Concluyente) — Macho, ya te dijo lo que quiere, aflojá.
Una semana después, haciendo un balance sobre el capitalismo.
Yo— Chicos…
Maxi— Cortala con chicos, somos grandes, ¿qué parte no entendés?
Yo—…Bueno, el sistema capitalista, así como lo conocemos hoy, es el mejor de la historia. Mejor que la esclavitud, Mejor que el feudalismo. Mejor que el comunismo. Sin embargo, es un sistema desigual, estupidizante, y hay mucha pobreza, mucha injusticia. Es perverso y empobrece nuestra vida material y espiritual; especialmente a nosotros, los pobres. Esto no da para más. El sistema está en crisis. Hay que inventar otro sistema.
Mariano— ¿Cuál?
Yo— No lo sé.
Maxí— ¿Y entonces por qué enseña algo que no sabe?
Yo— (Hago una pausa) Cambiar este sistema es una tarea para ustedes.
Maxi— ¿La hacemos ahora?
Maxi es una de esas personas que la tienen clara. Nietzsche decía ¨un sí, un no, una vía recta y una meta¨ Yo no tengo ninguna duda: va a llegar lejos. No es ninguna ironía; los maxis van a cambiar el mundo.

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