jueves, 20 de octubre de 2016

Teoremas


No sé de mucha gente que se haya puesto a pensar en la redundancia argumental de ciertos films. Son esas películas que insisten en un punto específico, una y otra vez, pero que al común de los espectadores se les escapa. Es como si a lo largo de la cinta nos estuviesen diciendo algo, solapado, críptico, en voz baja, al oído, que deberíamos analizar: algo que se puede considerar la esencia, el carozo de la película. Y al carozo nadie le quiere entrar porque suele caer mal.
            ¿Qué tienen en común películas tan diferentes como Teorema, de Pasolini y Petróleo sangriento, de Anderson?  Se trata de dos teoremas, que en el caso de la primera está obviamente explicitado ya en el título.

            En matemáticas teorema es toda proposición que partiendo de un supuesto afirma una verdad no evidente por si misma. Digamos que nos toca ponernos a pensar cual es la verdad que no se nos quiere revelar.

            Teorema, nos narra la siguiente historia. Una familia burguesa, aburrida (en los 60 y 70 se suponía que se era muy intelectual suponiendo esto);  decía que, una familia burguesa, aburrida, sexualmente reprimida (en los 60 y 70 se era muy culto afirmando esto); les decía que una familia burguesa, aburrida, sexualmente reprimida, recibe la visita de un tipo, un completo desconocido, un muchacho bello e hipnotizador. El flaco se coge a la empleada, a la madre, a la hija, al padre y, se da a entender, al perro. Luego se va, para siempre. Al igual que en las películas de Buñuel o algunas de Fellini de la misma época, esa ausencia genera culpa, nostalgia, tal vez gratitud. Lo más obvio es que esa ausencia alecciona, les enseña algo. El lugar común del espectador culto es suponer que ese tipo que se fifó a la familia en su integridad es un ángel, o algo así. Puede ser…

            Petróleo sangriento (There will be blood), por el contrario, es un teorema no explicitado. Más allá de las contingencias más obvias de la película, hay cosas que tenemos que pensar. El petrolero es un falso padre, por lo tanto su hijo es un falso hijo. El hermano del petrolero es un falso hermano. El profeta es un falso profeta, y su iglesia es, por lo tanto, una falsa iglesia. La propiedad de la tierra que posee el hermano que se niega a vender su terreno es una falsa propiedad, porque le han chupado todo el petróleo subyacente. Y el traductor del hijo sordomudo es un falso traductor porque al final el pibe se expresa bien sin su ayuda.

            A mi no me interesa ahora marcar cual de las dos películas es mejor (es mejor Petróleo sangriento mil veces). Tampoco es mi intención dar un veredicto sobre la resolución de los teoremas. Eso está en ustedes. (En los 80 y en los 90 estaba muy de moda en la crítica cinematográfica decirle al vidente lo que debía pensar sobre las películas que veía). 

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