miércoles, 4 de marzo de 2015

Analogía




Si yo te quiero robar el reloj, te lo voy a robar. No importa lo que hagas. Yo estoy pensando todo el día en tu reloj. Se tus movimientos y organizo los mios. Todas mis energías mentales están puestas en lo que tenés en la muñeca. Vos tenés la guardia baja. Estás pensando en otra cosa. Es obvio que te lo voy a terminar robando. Y si empezás a sospechar algo, ya es tarde. Yo vengo pensando en tu reloj desde hace meses. 
Con el fiscal pasó lo mismo. Se le empezó a tender la cama desde mucho tiempo atrás. Cuando todo estuvo listo se uso a los de siempre para que vuelva corriendo. Dicho de otro modo: no lo mataron porque iba a hablar, sino que le dijeron que iba a hablar para matarlo. Todo calculado, sincronizado. Como las agujas de un reloj.


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