domingo, 28 de febrero de 2016

Bendito seas querido Papa


Macri fue a ver al Papa. El sumo pontífice no tuvo mucha onda con el presidente y su esposa, que fue ataviada con algo que recordaba al luto de Cristina. Según El país de Madrid, Bergoglio  se cansó de que lo usaran políticamente en Argentina y se puso serio. No querría ser víctima de la manipulación política de Macri como antes lo fue de Cristina. La Nación fue más inteligente en su intento de  descalificarlo y recuerda que cuando era arzobispo de Buenos Aires  el ahora Papa se quejó a Macri porque el Pro no hizo más para impedir sanciones progresistas, como la ley de matrimonio igualitario.
Todo cambió  cuando llegó a Papa. La política es el arte de lo posible. En la medida de sus posibilidades siempre se mostró copado con los gays. Incluso un sacerdote del Vaticano confesó ser puto ante las cámaras, y se sabe que esa movida no podría haber sido difundida tan rápidamente sin la venia papal.
La gente más mediocre y los oportunistas creen que las personas cambian espontáneamente. Te dicen: ¨Juan está cambiado¨,  pero no reparan en que, simplemente, no lo conocían lo suficiente a Juan, y que ahora acaso lo conozcan un poco más. Juan no cambió, tal vez lo que cambiaron fueron las circunstancias.
Hacer política es disfrazarse.  Nadie llega a lo más alto si no se disfraza (y cambia de disfraz) un poco. Hitler tuvo que disfrazarse;  Gandhi tuvo que disfrazarse. Tal vez Nestor tuvo que disfrazarse.

Yo no creo en dios y no soy puto, pero creo en las personas.  Bergoglio es el hombre más inteligente de este planeta.  Arriba de Bergoglio  no hay nadie. Sólo dios (al menos hipotéticamente). Ahora puede ser él mismo, sin necesidad de disfrazarse, en la medida de lo posible.  Bendito seas querido Papa.

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