viernes, 5 de febrero de 2016

Los dibujitos filosóficos

Cuando era pibe me enseñaron que los dibujos animados eran un nido de violencia. El coyote y el corre caminos o Tom y Jerry  eran malos ejemplos que invitaban a los chicos a partirle la cabeza al vecino. El mundo iba de mal en peor por culpa de estos entretenimientos. Los medios se hacían eco de semejante teoría. Aprendieron. Hoy solo a un despistado se le puede ocurrir que eso pudiera ser así. No hay más  violencia ahora que hace 30 años.
                Los dibus hoy cambiaron. Mi pibe mira Gumball, Tío Grandpa, Phineas y Ferb. Son una maravilla, llena de filosofía, sociología y magia. Como ese capítulo de Gumball (que dejo al final de estas líneas) donde se problematiza el sentido de la vida.
                Es mucho más intelectual cualquiera de estos dibus que las masivas estupideces que consumen los adultos. Y lo que es peor, que las estupideces que nuestros niños terminarán consumiendo en su adultez .¿Qué pasa en el medio? ¿Qué oscura fuerza obra entre la niñez y la mayoría de edad? La sociedad, la familia, los ritos estupidizantes, los prejuicios, regar el auto todos los domingos, pensar como la mayoría, ser esclavo de las costumbres, 1984, mirar a Tinelli, las conferencias de prensa ofrecidas por jugadores de fútbol que no dicen nada de nada, el snobismo, la mala música, el morbo, las redes, la merca, el super, la escuela que anula el sentido crítico, Rial, la bulimia,  el deme dos, el conservadurismo, tratar de emular a papá…
                Aunque estos dibujitos, masivos y muy mirados por los niños, no van a hacer de ellos seres más inteligentes ni más tontos, ni más violentos ni más pacíficos, de lo que quedamos nosotros después de Tom y Jerry, algo al menos podemos hacer desde ahora: mirar con ellos estas joyitas. No dejarlos solos.

El increíble mundo de Gumball, capítulo: La pregunta:
                http://www.dailymotion.com/video/x2igq72

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