La Furia de William Faulkner y el sonido de Hugo Muleta
“… (El reloj) no te lo entrego para que recuerdes el tiempo, sino para que
de vez en cuando lo olvides durante un instante y no agotes tus fuerzas
intentando someterlo. Porque nunca se gana una batalla dijo. Ni siquiera se
libran. El campo de batalla solamente revela al hombre su propia estupidez y
desesperación, y la victoria es una ilusión de filósofos e imbéciles.”
Quentin Compson
Che, boludo, cómo no leíste El sonido y la furia, me apremió Sebastian. Ya lo voy a leer, contesté. Es que “ya” es hoy. No lo tengo y estoy leyendo
otras cosas, no me rompas las bolas. Me pasó un regalo, con moño incluido. Feliz
navidad, te llamo en una semana. Pero falta una semana para navidad…
Intenté leer el Sonido y la Furia
de William Faulkner, obra difícil si
las hay. No pude. Llegué al final de la primera parte con un gran dolor de
cabeza y un resentimiento por mi propia incapacidad. Como esto no podía quedar
así me procuré una de esas monografías de Internet que te explican la obra. Cuando
logré entender la monografía, que está firmada por un tal Hugo Muleta, volví a leer la novela, llegando esta vez al final de
la segunda parte, (y tiene cuatro). No me rendí. Volví a leer la monografía y
retomé la lectura del libro ayudándome con el aporte de Hugo Muleta. Le adicioné
la lectura de la entrada de Wikipedia, que está muy completita. Y, con todas estas armas, pude concluir El sonido y la Furia,
no sin seguir sintiéndome un poco decepcionado con mis capacidades, pero a
tiempo para Navidad.
La obra de Faulkner tiene cuatro
partes. Cada una está relatada por un miembro diferente de la familia Compson. La
primera está relatada desde la perspectiva de un pibe con atraso mental, de
nombre Benjy; la segunda por Quentin; la tercera por Jason y la cuarta por un
narrador en tercera persona que nos relata los hechos desde la mirada de la doméstica,
Dilsey.
Ahora bien; yo he leído la novela
desde los ojos de estos cuatro personajes, pero también, sin dudas, desde los
ojos de Hugo Muleta, que ya para mí constituye un personaje más de la novela. Él
verdadero autor de la monografía, ese que firma bajo este obvio seudónimo, lo
sabe (tiene varias monografías en la web). La definición de Muleta es: “Apoyo para el cuerpo que
sirve para facilitar el desplazamiento”. Y sí: también apoyo para la mente. De
alguna manera yo soy Benjy y Hugo Muleta se parece mucho a Dilsey.
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