Ezeiza está lejos
Ezeiza se encuentra a 35 Km del obelisco. Pero que
pasa en las otras grandes ciudades. Lax, el de Los Angeles y O’Hare, el de
Chicago distan 27 Km de sus respectivos centros. Paris tiene su principal
aeropuerto, el Charles de Gaulle, a 25 Km de la torre Eiffel. Los tres
aeropuertos de Nueva York están a menos de 20 Km de donde estaban las torres
gemelas. Heathrow, en Londres está a 22 Km de la reina. Los aviones bajan a 22
Km del obelisco de San Pablo, en Guarulhos. Barajas, el de Madrid, se encuentra
a solo 13 Km del Paseo de la Castellana.
El de Manila está a 7 y el de la populosa México te recibe ¡a solo 5! Con el resto de los aeropuertos pasa más
o menos lo mismo. En promedio se encuentran a 20 Km del centro. Por supuesto,
hay contados casos como el de Buenos Aires. Fiumicino, el de Roma y Domodedovo,
el de Moscu, también están a 35 Km. Pero en estos casos cuentan con un
ferrocarril que vuela como un avión para que no te des cuenta de la distancia.
Hay varios parámetros para saber si una ciudad es
grande o si no lo es. Dos ciudades
pueden tener la misma cantidad de habitantes y, sin embargo, una ser mucho más reducida que la otra. Por lo
tanto una ciudad puede ser más grande que otra en tamaño, pero no en
habitantes. Y lo mismo vale para
cualquier ciudad. No obstante lo cual, seguimos escuchando que tal ciudad es más
grande que tal otra, cuando en realidad lo que queremos decir es que está más poblada.
Eso ya lo traté en mi artículo El tamaño de la capacidad, que dormita en este blog. Pero lo que
ahora me mueve a escribir no es lo que dice la ciencia sino lo que dice la
gente normal cuando habla del tema.
Esta gente normal en realidad no es tan normal que
digamos, porque me quiero ocupar de aquellos que vuelan con regularidad a
diferentes puntos de la tierra. Los grandes aeropuertos del mundo suelen encontrarse
en las principales ciudades. En algunos casos se encuentran más alejados del
centro de las ciudades a las cuales sirven. En otros están casi a la vuela del
centro. Así, la gente normal especula el tamaño de la ciudad en virtud de la
distancia a la cual se encuentra el aeropuerto del centro o del distrito
financiero. Pero no se rigen solamente por la distancia, sino también por el
tiempo de viaje que les demanda llegar al corazón de la ciudad.
Hemos escuchado muchas veces que normales de otros países
celebran o padecen el enorme tamaño de mi Buenos Aires querido. Esto se debe—estoy
seguro—a la enorme distancia que separa Ezeiza del centro porteño: esos 35 km.
A esto hay que adicionarle un hecho poco observado en otras tierras. La mayoría
de los terrenos a los costados de la autopista Richieri, que une el aeropuerto
con la capital, son muy poco urbanizados, y esto da psicológicamente una idea
de lejanía, que en realidad debería llevar a estas gentes a la conclusión no de
que la ciudad es muy grande sino que el aeropuerto está muy lejos.
En efecto, la autopista circula por áreas de poca población,
a pesar de recorrer zonas extensas de La matanza. Basta ver un mapa del Gran
Buenos Aires para reparar en un hecho asombroso: de todas las posibilidades que
había de construir un aeropuerto se eligió una zona donde la mancha urbana que
media entre el centro y el aeropuerto es realmente muy poco densa.
A mi me parece muy bien que nuestro aeropuerto mayor
se emplace en Ezeiza. Lo que me parece mal es que no haya un tren como la
gente. Mientras esperamos, sigamos disfrutando de los extranjeros que se
desarman exclamando que nuestra ciudad es enorme y proporcionan la distancia
hasta el avión como ejemplo superlativo.
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