domingo, 29 de abril de 2018

Ablación del clítoris legal seguro y gratuito


 ¨Tú me respondiste que te parecía seguro y suficientemente comprobado que Dios no puede recuperar a una virgen después de la caída (…) Por último me veo obligado a responder a lo que en esta controversia muchos objetan. Ellos dicen: Si Dios, como afirmas, es omnipotente en todo sentido, ¿podría acaso hacer que las cosas que ocurrieron no hayan ocurrido?¨
Pedro Damian. De Divina Omnipotentia

Estaba viendo un documental muy tonto donde un grupo de mujeres occidentales discutía con mujeres musulmanas cubiertas por el velo. La discusión era sobre los derechos de la mujer a trabajar a moverse libremente a elegir al marido a no perder el clítoris. Era un diálogo de sordos. Bizarro. Me hacía acordar a esas discusiones enfermas entre hombres en las cuales ambos intentan convencer al otro de que su propia mujer hace el amor mejor que la del prójimo. Por supuesto, de haber algo real en esa discusión ganaría el que entregase a su propia mujer para que el otro comprobase la veracidad de los argumentos. (Y no sea cándido, el sentido de apropiación en este caso no es machista, es pedagógico) Sería como si un hincha de Boca se dejara convencer por medio de silogismos de que River es más grande. Sin dudas, uno puede convertirse al Cristianismo una tarde de té con rosquillas conversando con señoras cristianas. Pero seamos realistas, la realidad es que esas cosas no pasan. O pasan de otro modo. 
     Se calcula que el 75 por ciento de las mujeres egipcias carecen de clítoris. Entre los ocho y los trece años son sometidas a la ablación o circuncisión del órgano. En el caso de las mujeres casadas esa cifra sube a más del 90 por ciento. Ninguna de ellas podrá jamás excitarse o gozar de un orgasmo.
Desde 2008 hay una ley en el país de los faraones que prohíbe este tipo de intervención. Sin embargo, las cifras continúan altísimas. Las más perjudicadas, por supuesto, son las mujeres pobres, que ya no pueden recurrir abiertamente a un médico que las pueda mutilar. Las prácticas van a continuar por más que una ley lo prohíba. Paradójicamente, desde la sanción de esta ley, las amputaciones clandestinas de clítoris se han extendido.  
La práctica es común en muchos países de África y es previa a la aparición del Islám. Sin embargo, quienes avalan estas prácticas, se justifican en pasajes del Corán y en los Hadices, que son los dichos y hechos del profeta. También hay que decir que quienes se oponen a ella suelen defenderse apelando a los mismos textos.
A primera vista uno podría decir que también  en la Biblia hay para justificar todo punto de vista. Y es cierto; leé el Antiguo Testamento y lo que dice sobre la mujer si tenés alguna duda. Pero las controversias en torno al Corán son inentendibles para nosotros. Principalmente por la naturaleza intrínseca del Corán. Si en el cristianismo dios se hizo hombre, en el Islam dios se hizo libro. Si la Biblia son muchos libros y contiene varios idiomas, el Corán es uno solo libro y está íntegramente en árabe. Si el dios judío eligió un pueblo, el dios del Islam eligió un idioma. Alá habló en una lengua y con una escritura y unos caracteres precisos, (y fue además el primer libro en ese idioma). Es por esto que la palabra de Alá es tomada literalmente. La liturgia del Islam es obligadamente en árabe del siglo VII, es la misma lengua de Mahoma. La palabra de Alá es inconmovible, irrevocable: la verdad absoluta.
No obstante lo cual, en el Corán no se habla de la ablación del clítoris. Sí se habla de ello en los Hadices. Pero los Hadices son un complemento del Corán. Este último es el libro más importante de los musulmanes, con diferencia.
En el cristianismo fue un tema medieval recurrente si dios puede cambiar el pasado. Los musulmanes tienen un problema distinto: si Alá puede cambiar un pasaje del Corán por otro. Y la respuesta es ¨sí¨. Está en un pasaje que le ha generado muchos dolores de cabeza a generaciones del Islam; la Sura 2, versículo 106:

No hay signo que suprimamos o hagamos olvidar sin traer en su lugar algo similar o mejor. ¿Acaso no sabes que Alá es poderoso sobre todas las cosas?

Este pequeño pasaje es problemático porque da lugar a la exégesis de todo el libro dando por tierra con la literalidad del texto. Incluso con los pasajes en que Alá se pone misógino, de los cuales hay muchos.
Si uno va a meterse en controversias sobre el tema de la ablación con un grupo de musulmanes es necesario discutir desde las herramientas que ellos mismos manejan. No tiene sentido hablar de derechos humanos cuando para muchos de ellos los derechos y la normativa en general emanan de la letra del Corán (la Sharia). Este diálogo fallido es el que está teniendo el Estado egipcio con la gran mayoría de su población que no acepta una ley que está por encima del Corán. Pero al menos es un diálogo entre egipcios. ¿Qué puede pensar un árabe musulmán y egipcio si usted le habla desde su estructura de pensamiento occidental? Si Dios o Alá pueden cambiar el pasado o lo que han dicho, nosotros al menos podemos cambiar el futuro. Y el versículo 106 de la Sura 2 también nos sirve para el futuro. 

Fuentes:
Albert Hourani. (2017) La historia de los árabes, Navarra, Ediciones maxi,.
Sobre el Islám: (Es muy facho, pero dice cosas que no vas a encontrar en otros lados).  https://www.youtube.com/watch?v=LYjOGXBfMtk




viernes, 30 de marzo de 2018

Malvinas y Democracia


¿Volvió la democracia a nuestro país por la derrota de Malvinas y la concientización de nuestro pueblo? Hoy, a 36 años de aquel conflicto, es muy difícil sostener semejante simplificación.
Hay que verlo a escala regional. Las democracias retornaron a los países sudamericanos a partir de su restauración en Ecuador en 1979 y en Perú un año después. La primera causa fue la política que llevaba adelante la administración Carter en EEUU, que relajó las pretensiones hemisféricas de imponer dictaduras desde la Casa Blanca. La causa más importante fue el posterior relajamiento de la guerra fría y, en 1989, con la caída del muro de Berlín, el fin del enfrentamiento este-oeste. No por nada la última dictadura del cono sur cae en Chile en 1990.
Como la expresión más acabada del cambio de política internacional de la administración Carter sería bueno recordar lo que pasó en Bolivia. Este país llevaba adelante un proceso democrático luego de la dictadura de Banzer, con la venia de EEUU. Ese proceso fue interrumpido en 1980 por un golpe que puso en el poder al general García Meza. Notablemente, ese golpe de estado fue digitado y apoyado por Argentina en contra de los intereses de los Estados Unidos, lo cual desató un conflicto diplomático de envergadura entre los dos países. Los yanquis tomaron nota de este atisbo de independencia de los militares argentinos, pero tal vez no se imaginaron que iban a ir más lejos.
La guerra de Malvinas fue un ejemplo planetario en dos sentidos. En primer lugar confirmó a Estados Unidos que las dictaduras tenían contraindicaciones, porque cualquier país periférico podía emprender un conflicto por iniciativa propia y a espaldas de la superpotencia hegemónica del hemisferio, con el agravante de poder caer en las manos del enemigo. En este sentido hay que recordar al canciller argentino Nicanor Costa Méndez entrevistándose con Fidel Castro, los intentos desesperados por aliarse estratégicamente con la URSS, los atisbos tercermundistas y el discurso final de Galtieri, donde denuncia al imperialismo yanqui de ¨traidor¨.
Sin embargo, hay detalles a tener en cuenta. Perú en esa guerra, es fama, nos ayudó. Pero eso no fue sólo por San Martín o porque se coparon. Un año antes de Malvinas, las dos primeras democracias recuperadas de América del Sur fueron a la guerra en lo que se conoce como conflicto de Paquisha. Tuvo 50 muertos. No pudieron matarse más porque intervino la OEA, presidida por los Estados Unidos. A los 8 días la guerra había concluido. Perú se quedó con una cantidad ingente de armas que no pudo usar. Esas armas fueron las que buscaban un destino y casi que lo encuentran en nuestras islas.
Más importante, la guerra de Malvinas contribuyó a constatar que la URSS, que ya tenía una guerra en Afganistán, no se iba a meter en el cono sur. En otras palabras, fue un signo de debilidad, porque Estados Unidos estaba apoyando  abiertamente a los Muyahidines con armas y logística desde Pakistán. [i]
Por supuesto, podemos encontrar otras causas de la recuperación de nuestras democracias. Por nombrar algunas: el fin de la esperanza de que el desarrollismo lo arreglaría todo y en su lugar una aspiración optimista en las urnas. ¨Con la democracia se cura, se come, se…¨. Ahí se dio toda una inversión, porque antes era prioridad lo económico y después venía lo político y ahora era primero lo político y después lo económico. Y otra de las causas, sin dudas, fue la derrota de las izquierdas (y la forma en que fueron derrotadas)  a nivel continental.
 Sin dudas, la guerra de Malvinas fue una guerra dentro de otra guerra (Tal vez una guerra dentro de otras dos guerras). Contribuyó a que la democracia retornara más rápido; entre dos o cinco años antes. Pero la conquista de la democracia viene por otro lado.

Más sobre Malvinas en este blog:






[i] No se debería omitir que un aliado estratégico de EEUU como Israel emprendió en plena guerra de Malvinas su ataque a el Líbano.

martes, 27 de febrero de 2018

Menéndez en septiembre de 1979


La bosta de Luciano Benjamín Menéndez acaba de morir. Corría el año 1979 cuando (aunque la historia oficial de todo signo político lo silencie) intentó un golpe de estado contra Videla.  Como dice mi amigo Henry, su ingenuidad se manifestó feroz en ese acto. Nadie se sumó a la asonada y en breve fue pasado a retiro por esa picardía.
Sus motivos eran varios, todos lamentables. En primer lugar, Videla tenía a su lado un hombre como Villareal, un secretario que le llenó la cabeza a Luciano: ¨usted va a ser el sucesor del presidente¨. Eso no pasó y en septiembre estaba claro que sería Viola el elegido. Luego, por canales similares le llenaron la cabeza de que se alzara contra el gobierno. El motivo real era que los videlistas y violistas necesitaban terminar con los halcones, esos militares que habían querido una guerra con Chile a toda costa y cuya expresión máxima era el mismo Menéndez. En segundo lugar, esa semana previa al intento de golpe, Menéndez estaba indignado por la presencia en la Argentina de la Comisión Internacional de Derechos Humanos (que, hay que decirlo, a Chile no entró). En tercer lugar, el interés de Menéndez, en línea con Massera y los otros halcones, era dar un giro en la economía saliendo del neoliberalismo que llevaba adelante el gobierno. (Finalmente ese giro se dio con Viola hasta que Galtieri volvió al neoliberalismo ortodoxo). En cuarto término, hay que aclarar que los halcones estaban muy en contra de la pequeñísima apertura al diálogo político que estaba llevando adelante Videla (y que continuó Viola por un tiempito y que apuraba por sus sucios intereses Massera desde antes) En quinto lugar, la relajación ante figuras vinculadas a la guerrilla, como Jacobo Timerman, que fue dejado salir del país en esos días. Por último, el tremebundo atentado a Gustavo Walter Klein, del equipo económico de Martínez de Hoz, que parecía demostrar que la contraofensiva de montoneros tenía cierto éxito. (En realidad hoy sabemos que ese atentado como otros fue diagramado por Massera junto a los montos).  En fin, trato de ponerme en la mente de Menéndez y en sus intenciones ese septiembre de 1979.
En el país el golpe se silenció. Pero, ¿qué decir de los montoneros en el exilio, los montoneros de a pié, que sí se enteraron por todos los medios extranjeros de lo que pasó ese septiembre? ¿Era lógico pensar en una contraofensiva para 1980 con el ejército y la armada dividida ante el gobierno, las facilidades que daban ciertas aperturas, las presiones internacionales, el agotamiento del modelo económico de Martínez de Hoz? Obvio que sí. Pero eso es así sólo si uno cree que lo que dicen los diarios es palabra de dios. Incluso hay quienes llegaron a pensar que con la caída de Menéndez, que hizo menos ruido que una pluma, ya no habría guerra con Chile ni con nadie. Cuanta ingenuidad. Cuando llegó la guerra de Malvinas,  los montoneros, muy argentinos, colaboraron con la armada en el Operativo Algeciras, una operación contra buques ingleses en Gibraltar. Luciano Benjamín Menéndez no participó en esa guerra.




lunes, 8 de enero de 2018

Una treta para los campos de concentración en Estados Unidos

¨El proceso de reestructuración sera probablemente largo si no tenemos un evento catalizador como un nuevo Pearl Harbor¨
Informe  del Proyecto para el nuevo siglo americano. Reconstruir las defensas americanas. Año 2000.  (Rebuilding America´s defenses. Strategy, Forces, and Resourses for a New Century. 2000)
               
En las democracias plenas los gobiernos se ven empujados a manipular a la opinión pública para actuar según sus intereses.  En el caso de Estados Unidos los ejemplos abundan, aunque se comentan en voz baja: la explosión del Maine o el incidente del golfo de Tonkin son ejemplos. Tal vez el más transitado de los ejemplos sea el bombardeo de Pearl Harbor, que tiene una particularidad que hace pensar en las Torres gemelas: se sabía lo que estaba por hacer el enemigo y se dejó que hiciera para tener una buena excusa, para lograr silenciar las voces disconformes ante nuevas metas que se fijó el gobierno.
Pearl Harbor  lanzó a la potencia del norte en la segunda guerra. De un momento para el otro los japoneses pasaron a ser los archienemigos de los norteamericanos. Aunque la guerra primero se llevó (un tanto inexplicablemente) contra los alemanes e italianos, el cuco era el pueblo nipón.
Fue entonces cuando se pensó en llevar a los hijos del sol naciente a campos de concentración. El 19 de febrero de 1942 el presidente Franklin Roosevelt firmó la orden 9066 que habilitaba a internar a los japoneses étnicos, independientemente de que seas nietos de norteamericanos o sean recién bajados del barco. El tristemente famoso jefe de FBI, Edgar Hoover fue uno de los que se opuso. Sabía por sus infinitos contactos que no eran peligrosos esos nipones residentes en la costa oeste. La orden salió igual. A pesar de todo, la opinión pública no estaba convencida. Algo había que hacer.
Cuatro días después, el 23 de febrero, un submarino japonés, de nombre I-17, torpedeó las costas de Santa Bárbara, en el área de  Los Ángeles. No hubo víctimas y los daños fueron de poca estima, pero tuvo un efecto esperado: los residentes de la costa oeste empezaron a ver con buenos ojos redondos la internación de la populosa comunidad japonesa. Pero la noticia tampoco hizo el ruido necesario. La opinión pública no entró en histeria colectiva contra los orientales.
Un día después, concretamente el 24 de febrero, ocurrió un hecho que aún no se explica. Se lo conoce pomposamente como La batalla de Los Ángeles. Súbitamente las baterías antiaéreas entraron en acción. El cielo de la ciudad se llenó repentinamente de sonido furioso y ruido infernal. Se cortó la luz de toda el área metropolitana  por los ataques aéreos. ¡Pero no había ningún avión enemigo!, como hoy sabemos. Tampoco se sabe quién dio la orden ni por qué. Millones de personas en la gran ciudad escucharon las armas (propias)  y se metieron debajo de la mesa. Se arrojó la cifra de cinco muertos civiles, aunque nunca se dio nombres. Y ya nadie dudó, a los japoneses había que encerrarlos.
Ciento veinte mil (120.000) japoneses étnicos fueron guardados en una decena de campos de concentración, de los cuales el de Manzanar fue el más famoso. Entre dos y cuatro años estuvieron adentro. No eran campos de exterminio como los nazis. Tenían ciertas comodidades  y hasta visitas exóticas (algún que otro alemán e italiano fue a parar a estos campos). En lo económico, lo perdieron todo. Luego de la guerra tuvieron una indemnización de 20 mil dólares que no cubrieron las perdidas ni el daño moral y mucho menos el espiritual. Hoy hay japoneses en el ejército de los Estados Unidos.
La irónica Batalla de Los Ángeles pudo haber sido un error humano, una consecuencia de la histeria o la reacción de un gonca. Pero a mí me parece que fue una inteligente estrategia para cerrar bocas y orientar a la opinión pública. Una más.

FUENTES:
Informe  del Proyecto para el nuevo siglo americano, entero:
La Batalla de Los Ángeles:
Orden de Roosevelt:
Manzanar, hoy un parque memorial:


martes, 26 de diciembre de 2017

Un Che de derecha

Estuve buscando información sobre el guerrillero Gustavo Marcelo Grillo. No fue fácil. Encontré poco. No sé si vive, no sé si hay alguien que pueda hablar de él. Pero puedo decir que he reconstruido una historia fascinante,  desconocida.
¿Cómo llegué a interesarme por Grillo? Estaba estudiando el tema de la crisis de los rehenes en Irán, un episodio de la guerra fría de 1979-1980, donde los iraníes de la revolución islámica secuestraron a 66 yanquis. Me interesaba cómo fueron las negociaciones para la liberación de los rehenes, a partir de la información abierta por Wikileaks.
Hay cosas que los libros y la Wikipedia nunca te van a dar: memoria. Recordé otro episodio de ese conflicto entre las superpotencias: la guerra de Angola, donde también hubo rehenes y también hubo negociaciones, que se extendieron antes y después de las negociaciones con Irán, desde 1976 hasta 1982.
En Angola la guerrilla primero fue de izquierda. Una vez en el poder la izquierda, pasó a ser de derecha. Esta guerrilla de derecha, bancada por Estados Unidos y Sudáfrica, estaba compuesta por mercenarios del primer mundo, blancos, llegados preferentemente de Gran Bretaña y Norteamérica, muchos de ellos ex ladrones de gallinas. Estos tipos peleaban contra un ejército de angoleños y cubanos que calzaban armas soviéticas.
Gustavo Marcelo Grillo nació en Buenos Aires. No sé a qué edad arribó a Estado Unidos, pero debió de ser temprano en su vida porque a los 18 años ya tenía esa nacionalidad. Estuvo en Vietnam y fue participe en la reconquista de la ciudad de Hué, donde vio las consecuencias de una de las matanzas más grandes de la historia, perpetrada por los comunistas al tomar la ciudad. La experiencia seguramente lo marcó.  En 1973 los yanquis se fueron de Vietnam. Por la derrota y el síndrome hasta mucho tiempo después no mandaron una fuerza regular a ningún país. Si alguien soñaba con ir a meter bala en la selva (un idealismo un tanto obtuso e ingenuo), debía encontrar la forma de entrar como mercenario. Gustavo, vuelto a su país de adopción cayó preso por robar a mano armada. Quizás entendió que la selva era como la libertad misma y buscó la forma de cumplir su sueño.
Ya en Angola se movió bajo las órdenes del Coronel Callan, un chipriota nacionalizado británico que matando negros llegó a la celebridad. Hoy hacía volar una gasolinera, mañana ametrallaba una aldea, pasado se enfrentaba al ejército de Angola, y así la vida cobraba sentido. Seguramente, como el resto de sus subordinados, Grillo estaba orgulloso de su Coronel, a quien sus enemigos envidiaban en cuanto a arrojo y valentía. Si recordaba el español  le habrá servido de intérprete y traductor, porque el portugués es el idioma franco de ese país.
Pero toda fiesta tiene su fin. Fue atrapado y sometido al llamado Juicio de Luanda junto con una docena de compañeros. Callan y otros tres (dos británicos y un yanqui), fueron ejecutados, luego de un pedido de piedad por parte de las potencias. Gustavo se salvó. Le encajaron 30 años de prisión, que en una cárcel Angoleña es lo mismo que morir.
Una larga búsqueda me llevó a una base de datos que dice: 

Grillo refused to talk about his severe criticism of the United States during the trial where he called U.S. society "a monster," a society of power seekers, status seekers, waste makers where the weak get weaker and the strong get stronger.
At the time, reporters at the trial interpreted the remarks as an attempt to avoid execution.

(Grillo se negó a hablar sobre sus severas críticas a Estados Unidos. Durante el juicio donde calificó a la sociedad estadounidense como "un monstruo", una sociedad de buscadores de poder, buscadores de estatus, generadores de desechos donde los débiles se debilitan y los fuertes se fortalecen.
En ese momento, los periodistas en el juicio interpretaron los comentarios como un intento de evitar la ejecución.)

 En 1982 triunfó la diplomacia. Los prisioneros y los cadáveres  fueron canjeados por cadáveres y presos cubanos y soviéticos, y Grillo volvió a Norteamérica. (En estas negociaciones participaron seis países y argentina no estuvo entre ellos)
Ahora bien, para entender algo más sobre Gustavo tuve que buscar nuevamente en Wikileaks. Encontré un documento firmado por Henry Kissinger. Como muchos de estos documentos está mal redactado y se presta a confusión porque los implicados sobreentienden muchas cosas. (He pasado el documento a alguien que domina el inglés a la perfección y me lo confirmó). Pero parece clara una cosa: Grillo, como vimos, defendió su nacionalidad argentina en el juicio para evitar el fusilamiento, y los Estados Unidos prefirieron no incluir a nuestro país en las negociaciones. (Una cosa no es consecuencia de la otra, pero se tocan). Parece un trabalenguas. ¿Grillo habría terminado con una sola nacionalidad, la argentina? Dice:
(…)SINCE IT APPEARS GRILLO WISHES TO CONCEAL HIS AMERICAN NATION- ALITY FROM MPLA, WE FEEL IT WOULD BE PREFERABLE FOR ICRC REP NOT REPEAT NOT TO INQUIRE SPECIFICALLY RE GRILLO, ALTHOUGH HE MAY NEVERTHELESS BE ABLE TO LEARN HOW GROUP IN GENERALINCLUDING GRILLO, IS BEING TREATED. KISSINGER LIMITED USO OFICIAL
(…)PUESTO QUE APARECE QUE GRILLO DESEA CONCEALAR SU NACIONALIDAD AMERICANA DEL MPLA, SENTIMOS QUE SERÍA PREFERIBLE PARA EL REPÚN DEL CICR NO REPETIRÁ NO CONSULTAR ESPECÍFICAMENTE RE GRILLO, AUNQUE NO PUEDE ENCONTRAR SIEMPRE PARA APRENDER CÓMO SE ESTÁ TRATANDO GRUPO EN GENERAL ENCONTRANDO A GRILLO, KISSINGER LIMITED USO OFICIAL

Gustavo Marcelo Grillo evitó la muerte, pero aún no sabemos si murió o aún vive. Si vive, tampoco sabemos dónde. Si alguno sabe de él, que debe andar por los 67 años, sería interesante hacerle un reportaje.

Fuentes:
The New York Times, 18 de noviembre de 1982:
Otros link internos sobre personas olvidadas e investigaciones afines:
El amor de una sinvergüenza



Coronel Callan

lunes, 25 de diciembre de 2017

Navidad en el 13

Lo peor que trae la navidad es tener que ver la tele en familia. Para colmo canal 13, el noticiero del mediodía.
                (Pasan una buena: un policía le regala un juguete a una niña de la calle justo frente a la iglesia de Flores)
Yo—Tío, ¿no te parece raro que se esté haciendo toda una campaña mediática para ennoblecer la caridad y la limosna cuando nos quitan los derechos adquiridos? ¿No te parece raro que pasen una noticia que dignifica a la policía criticada por reprimir en el congreso?
Tío—Es que la noticia hay que darla.
Yo—Esta es mentira, es un invento, es sólo una foto, sin testigos, sin nombres propios, sin respaldo. Recuerdo que la última vez que nos juntamos en marzo había una foto de un chico en recuperación del cáncer, peladito por los rayos, al que sus compañeros del colegio lo fueron a buscar para que vuelva al aula porque él tenía vergüenza por su pelada. Eso era en Córdoba, donde no había paro docente. También era una fotito, sin nombres propios y sin testigos. Son noticias falsas.
Tío—Para vos todo es falso.
Yo—Hagamos la prueba. Vamos al sitio del noticiero de canal 13 y vas a ver que las noticias con fotito no están, se las lleva el viento.
(Entramos al sitio. Por supuesto la noticia, que consumió 5 minutos en directo, no está. Pero hay otras. Como apareadas aparecen dos: ¨Volaron piedras. botellas y piñas, incidente frente al escenario en la marcha de la CGT¨. Y como si fuesen cosas del mismo día, al lado: ¨Cayeron piedras enormes, así fue la sorpresiva lluvia con granizo que cayó en La Plata¨. Luego en el informe se habla de los daños enormes que hacen las piedras y de los costos materiales.)
Yo—Viste, ¿te parece normal? Y todo esto está contaminado por noticias que hablan de adelantos científicos médicos. Siempre que hay crisis se distrae a la gente con nuevas esperanzas en los hospitales. ¿Y no te parecen raras tantas noticias sobre las bondades del tiempo libre en un contexto en el cual muchos quedan desocupados? ¿Y no te parece raro tanto discurso ecológico y sustentable cuando se cierran las fábricas? ¿Y no te parece raro que la felicidad sea algo previo a los logros, que la felicidad sea un mérito que emana de adentro? ¿Y no te parece raro que la caridad, el reclamo de perdón a los propios errores y la confesión (llamale sinceramiento), que antes estaban en la iglesia ahora sean patrimonio de un gobierno?  Bueno, todo esto se baja en noticias falsas, aunque verosímiles. Algunas veces son elegantes, sutilezas plausibles. A veces son burdas canalladas. Hay que llegar a todos los nichos ¿No te parece extraño que a las 12 de la noche tuvimos que brindar con un institucional donde los médicos y bomberos que no paran de laburar dicen estar contentos de velar por tu seguridad? ¿No te parece rara la insistencia que puso el grupo Clarín en vincular los cohetes con las piedras y la sutileza de que no quieren ver más perros perdidos? No son casualidades. La gente escucha con un oído y es domesticada por el otro.
Tío—Ves fantasmas en todos lados. El odio te ciega.
Yo—Yo no los odio. Los admiro. Ojalá nosotros tuviéramos esos recursos y gente más inteligente que los mediocres de 678, que para mentir tenían que citar autores. Daban asco.
Tío—Feliz navidad. Que reine la paz.
Yo--  Feliz navidad.

Enlace interno relacionado: Cómo viajar al futuro leyendo los diarios viejos:


domingo, 24 de diciembre de 2017

Sinfonía para Ana

Ayer me metí en el renovado cine Cosmos para ver un estreno argentino, Sinfonía para Ana. Se vendía como una historia de los setenta en las aulas. Eso me hizo recordar a La noche de los lápices, una horrible película que suelen darle a los estudiantes  para que aprendan lo que pasó en aquellos años con… ellos. Tal vez, pensé, esta película es diferente.
Sinfonía…  es de esas películas que uno celebraría más si fuese turco o coreano. ¿Será por eso que fue premiada en el Festival de la Crítica de Moscú? Es que ciertas inexactitudes, ciertas cosas que uno conoce de esa época de nuestro país conspiran para relajarse totalmente. Por supuesto, eso mismo la torna más interesante.
                Aunque busca el llanto del espectador, los que lloran son los protagonistas. La última media hora lagrimean hasta los extras, amparados en una música que es como una patada en los huevos con botines  ¿Hay algo de Favio en esas exageraciones o hay algo de grasa? Tal vez de ambas cosas.
Sin embargo la cinta funciona. No es para tirar petardos, pero funciona; a gas. Un acierto  es mostrar que izquierda y montoneros se cerraban, se desconfiaban, se recelaban.   Esa endogamia está muy bien tratada en lo sexual. Otro acierto es que Idealismo, ingenuidad y juventud van de la mano, y que no es lo mismo ser valiente que ser temerario. El argumento tiene sus logros. En la protagonista hay un mensaje muy interesante: crecer es aprender a mentir. No se dice, pero se entiende. Hay más. Estéticamente es correcta. Las actuaciones están sorprendentemente bien. Pero…
Es verdad que la película tiene guiños que hablan de la violencia de montoneros y hasta críticas a Perón, pero solamente para los enfermitos como yo que están muy interesados en el tema. Para un coreano o un ruso sólo queda lo que se dice explícitamente: Perón era bueno. Luego Perón muere y todo se desconcha. Quizás también para muchos argentinos. (Por los comentarios que escuché en la sala llegué a la conclusión de que la cinta debería terminar con el cartel Basada en una historia real.)
También hay que decir que Sinfonía… piensa ciertos pasajes ya pensando en los premios por venir y en los espectadores extranjeros. Yo estoy seguro que esa imagen en que se ve a la protagonista entre dos afiches que condenan a Pinochet obedece a un solo fin. Por si usted, querido lector, no lo sabe, la palabra ¨desaparecido¨ está asociada mundialmente a Chile, no a nosotros, gracias a una exitosa película de Costa Gavras intitulada Missing, de 1982. De hecho es muy fácil para un gringo de cultura media confundir el bombardeo de Plaza de mayo del 55 con el del Palacio de la Moneda del 73. Y como afuera Evita es más popular que Perón la tenían que meter de algún modo. En otro orden de cosas, se subraya al padre Mujica y se omite la vuelta olímpica del 55 con la quema de iglesias. A la pregunta que el profesor de la película hace ¨¿qué es la historia?¨ se puede contestar, ¨Es nuestra historia¨. El film es claramente tendencioso. Y eso no tiene nada de malo, siempre que uno esté atento. 
Como indica Federico Lorenz en un muy lindo librito llamado Combates por la memoria, cuando se fueron los milicos el tema de La Noche de los Lápices cerró como anillo al dedo para denunciar la barbarie. Entre ellos no habría habido metebombas (la memoria de la sociedad aún estaba fresca).  Se hizo aquella película estéticamente pobre y se la bajó al aula como un catecismo.
Yo propongo que se de en las aulas Sinfonía para Ana. Por empezar es infinitamente mejor película y más compleja. Además transmite bien la sensación de una sociedad y una época donde te puede pasar algo por respirar. Y, lo mejor, es que muchas de las apreciaciones explícitas del film provienen de una imberbe. 


jueves, 30 de noviembre de 2017

Caminando por la segunda corona (Entre dos prácticas políticas)

Lo que sigue es un apunte que me hice antes de hablar en una Jornada de Geografía. Tanto mi ponencia como la jornada tenían un título pretencioso que cambié por pudor en el primer caso y omití en el segundo por.... A cada párrafo correspondía una diapositiva, razón por la cual la estructura del texto podrá parecer un tanto rara o inconexa. El tono coloquial suena un poco artificial, telegráfico; pido disculpas. Y a los que estuvieron les ruego que se ahorren el trabajo de leer esto porque yo creo que salió mejor en directo que en el papel. 
…………………………
Cuando  me mudé al municipio de Malvinas Argentinas, en la segunda corona del conurbano, creí que había ascendido socialmente. Había alquilado un departamento en capital durante años y ahora tenía algo mío. Paradójicamente, aunque yo sentía estar  mejor, las estadísticas me ubicaban debajo de mi anterior situación. La calle de tierra, la falta de servicios,  me sindicaban como pobre.
Cambios hormonales se produjeron en mí. Siendo muy gorila (antiperonista) en Capital,  en breve tiempo empecé a frecuentar la unidad básica de mi nuevo barrio. Como decía Ortega es ¨uno y las circunstancias¨.  Hay una lógica geográfica en el voto y en las prácticas políticas, y yo no escapé a esa lógica.
La segunda corona del conurbano es parte de la periferia del área metropolitana de Buenos Aires. A su vez, esta corona se puede dividir en dos partes; un área central, que corresponde a las inmediaciones de la estación de tren, área urbana consolidada, con servicios y calles asfaltadas, muy semejante al término medio de la Capital Federal.  Y por otro lado un área periférica, en general las zonas intersticiales a los ejes ferroviarios, donde la urbanidad no está consolidada, las calles son de tierra y faltan los servicios. Diremos en adelante que se trata de  la periferia de la periferia.
A la primera de estas zonas, la de urbanidad consolidada, corresponde un tipo de práctica política: la republicana. La misma atiende a instituciones, al individualismo, al voto y tiene un cariz abstracto. En la segunda de estas zonas, la periferia de la periferia, impera como práctica política el clientelismo, entendiendo como tal un modo de hacer política informal, de contraprestación, de cercanía física, de confianza mutua, de tipo más  concreto.
Al poco de mudarme tuve necesidad de ir al médico y el primer hospital no estaba cerca. La Martona, como cariñosamente llamamos a la manzanera que repartía la leche, me contactó con el Ruben, el puntero barrial. Él me dio un turno. No tuve que viajar y, mejor aún, el turno era dos días después. Así entendí que su servicio implicaba un atajo espacio-temporal.  El puntero es un eslabón necesario de la estructura informal. Si no hubiera informalidad en todos los ámbitos no habría puntero. Como retribución, subí al colectivo cuando me lo pidió para ir a al centro, una verdadera jornada de turismo.
Los punteros están fijados al territorio y ese territorio tiene un límite preciso. Con el tiempo fui precisando los límites del Ruben. Una jornada histórica cristalizó los límites punteriles. Fue el 29 de diciembre de 2001. Un día de desmovilización popular que intentaba retener a los vecinos en el barrio, ya durante el gobierno del Adolfo. Ruben nos dijo que los del barrio vecino iban a venir a saquear nuestras casas. Hicimos barricadas en las esquinas. Todos los punteros dijeron lo mismo en sus respectivos territorios, y desde un helicóptero se podría haber mapeado con precisión el área de dominio de cada puntero. (Es interesante notar que nosotros nos defendíamos de vecinos de dos o tres cuadras más allá, que conocíamos, pero de los cuales no teníamos las certezas que sí teníamos de los que estaban en nuestro territorio, porque esa certeza y esa confianza se fabrica en una relación que se articula mediante el  puntero.) Esa jornada histórica, donde murió gente en la segunda corona, no guarda registro fotográfico disponible. Humo, barricada, piedras: todo se lo llevó el viento. Pero está inscripto (de manera un tanto distorsionada) en la memoria de los vecinos. Claramente, no se difunde de la misma manera lo que pasa en capital  que lo que pasa en la periferia de la periferia, aunque eso le haya afectado la vida a 3 o 4 millones de argentinos. La geografía en el aula debe aportar a esas discriminaciones del espacio. 
Sin embargo, el lugar donde yo me había  mudado y que empezaba a hacerlo mío, es un caso singular. Tenía todas las características de la periferia de la periferia, sin embargo contaba con una estación ferroviaria urbana, la estación de Pablo Nogués, junto a la cual, había calles de tierra y una ruta nacional asfaltada, la 197. La zona no había prosperado porque se encontraba a la sombra de un polvorín, o sea, donde el ejército guarda la pólvora. Un asentamiento militar trae servicios complementarios en sus inmediaciones. Principalmente prostíbulos y cantinas de mala fama.  El perímetro del polvorín estaba plagado de este tipo de locales. Cuando se creó el municipio, en 1994, se decidió dotarlo de un centro administrativo en los terrenos del polvorín. Compraron el predio y se emplazó en su centro la municipalidad y el Concejo deliberante. Sobre el eje de la 197, a dos cuadras del ahora el ex polvorín,  prontamente se levantó un complejo de salud que incluyó tres hospitales, incluido uno para niños. Como la gente nace y muere en los hospitales la zona se pobló de servicios y negocios complementarios como pañaleras, casas fúnebres, florerías con coronas, y hasta un pequeño zoológico. Los hospitales no cierran y muchos negocios empezaron a permanecer abiertos las 24 horas. El progreso material fue aceleradísimo. En sólo 10 años se asfaltaron todas las calles en un radio de 20 cuadras de la municipalidad y se dotó al área de agua corriente, cloaca y gas. Como corolario se asentaron a vivir muchos profesionales, de la administración y de la medicina, provocando una sustitución progresiva de la población original.
Este cambio fue tan veloz que no permitió el desmonte pleno de las estructuras previas, lo cual se revela en el paisaje urbano. El prostíbulo se encuentra casi junto al hospital de niños y se pueden ver las cantinas llenas de humo de cigarrillo junto a doctores que consumen su almuerzo. Por supuesto, el aparato político que propicia las prácticas políticas clientelares, aunque disminuido, continúa en la zona, conviviendo con las prácticas republicanas ahora en ascenso.  Esto se materializa elocuentemente en el palimpsesto urbano. Las casas precarias hoy están junto a edificaciones más elegantes, pero son esas casas precarias las que señalan el ámbito de acción del clientelismo. Son los que aún van al gallego que les fía, son los que suben a un colectivo para ir a una manifestación, los que se pelean por una pared bien ubicada para pintarla con su candidato (que muchas veces es el mismo), son los que procuran buscar atajos, aunque el hospital ahora esté más cerca,  porque aún hay cosas que están lejos…
Uno se olvida rápido de las calles de tierra cuando llega el asfalto. Y sin querer queriendo me empezaron a salir nuevamente pelos de gorila. Pero en mi vida obró un milagro: me recibí. Y los colegios que siempre están disponibles son los de la periferia de la periferia, esos que pagan por ruralidad.
Trabajar en los colegios de la periferia de la periferia me reveló ciertos aspectos, en especial  la reclusión de amplios sectores de la población más vulnerable. Si la segregación espacial es un proceso que viene desde hace más de dos décadas también es cierto que esa segregación se la ha visto casi exclusivamente como segregación de tipo residencial. El problema hoy es que la gente no está saliendo a otras zonas ni siquiera por casualidad. Este es un proceso que se está acentuando principalmente por cuatro factores. En primer lugar la descentralización administrativa que acerca la burocracia a los vecinos. En segundo lugar el acondicionamiento de las plazas barriales, donde se celebran eventos musicales, artísticos, deportivos o quermeses los fines de semana, como para que los lugareños no viajen. En tercer lugar la desactivación del aparato político; ya no hay más salidas a capital para ver un acto político. Y en cuarto lugar el desempleo generalizado que mantiene en el barrio a aquellos que antes salían a trabajar. Cuando voy a esos colegios apartados cada vez veo más pibes en la esquinas, más vecinas que se juntan a tomar mate. Puede parecer un panorama copado, pero estas son manifestaciones de gente que no tiene nada que hacer y que está anclada a su barrio. (Mariano, un alumno, conoce Morón porque le queda de paso para ir a visitar a su papá, que está en Ezeiza, preso.)
Entre las nuevas teorías evolutivas hay una que dice que desarrollamos el cerebro gracias al bipedismo. Pararnos sobre dos piernas nos llevó a nuevos ecosistemas, a nuevos paisajes, nos obligó a adaptar el cerebro a nuevas exigencias. Caminando salimos de África y caminando llegamos a los confines del mundo. De alguna manera caminando nos hicimos geógrafos . Somos los únicos primates que viajamos. Los gorilas no viajan. Los gorilas se mueven en un radio de 10 kilómetros por diez kilómetros en la selva y no van más allá. Tienen una zona de confort intelectual, al igual que los vecinos de los barrios postergados.
Estamos en una situación complicada porque no se puede concebir un sistema a largo plazo en el cual los vecinos no salen de su barrio y los gorilas no salen de su selva. Estamos parados sobre una bomba de tiempo.

Como docentes de la segunda corona tenemos la fortuna de transitar entre esos dos mundos, el del clientelismo y el del republicanismo. Si un docente vive en uno de esos ámbitos difícilmente no trabaje en el otro. Somos privilegiados. Y no hubiese conocido los lugares más ¨alejados¨ de Tortuguitas y a Mariano de no mediar mi profesión. Porque yo también tengo mi zona de confort.  No obstante lo cual, voy a esos colegios, que muchas veces no tienen servicios o los tiene de forma deficiente. Y llego caminando, como corresponde. 
Obra realizada en barro. Exhibida en el Malba, a 36 kilómetros de Pablo Nogues.  





En defensa de Talcott Parsons

Lógicamente la labor de un sociólogo suele ser juzgada a la luz de las propias inclinaciones ideológicas. Es así como funciona el mundo; es así como estamos estructurados. Casi como una respuesta automática un socialista dirá que Talcott Parsons le desagrada y un conservador afirmará lo contrario.
Pero también podremos leer a Parsons desde un punto de vista estético. La forma en cómo logra armonizar a Weber, Durkheim, Freud, Pareto y otros es un portento. Se trata un sistema suficientemente coherente y amplio como para quedarse con la boca abierta. Además, no se puede negar que es un punto de vista muy especial para aquellos que estamos  habituados a otro tipo de discurso sociológico.
Leer a Parsons, con su escritura sinuosa, tediosa y poco mimosa, no me impidió entender lo más importante; que la belleza puede estar en todos lados. Solamente hay que salir a buscarla. Y la belleza no tiene derecha o izquierda. 

jueves, 12 de octubre de 2017

Seis observaciones sobre el ajedrez


No me es incómodo escribir una vez más sobre un juego en el que soy un mediocre. Es que lo amo. El problema en todo caso es que él no me quiere. Será por eso que termino reparando en las cosas que están más allá del tablero, pero lo suponen.
El ajedrez y su historia deja enseñanzas, dudas, reflexiones. Las competiciones de mayor jerarquía de un juego tan abstracto, intelectual y estratégico hacen escuela. Voy a brindar seis enseñanzas que he observado.
Ajedrez sin tablero. Sobre esta modalidad del juego, en la cual se dan cita dos personas sin tablero, ya he hablado en otro artículo. Sin embargo, me resta una moraleja. Estos jugadores son el colmo de la abstracción, la construcción de castillos de estrategias en la nada misma. Sin embargo, puestos a jugar frente a regulares competidores de los tableros reales invariablemente pierden. Es la demostración palmaria de que el pensamiento más abstracto necesita o al menos se potencia con lo material. El ajedrez sin tablero es como si Hegel no hubiese escrito libros ni dejado escuela.[i
 Ajedrez para ciegos.  Aunque algunos ciegos han probado el ajedrez sin tablero, ellos tienen su propio ajedrez con los casilleros y las piezas alteradas como para que puedan reconocerlas. Las piezas negras son más altas que las blancas, en tanto los casilleros negros también son más altos. Sin embargo, lo usual en los torneos es que las piezas estén pintadas de los colores convencionales. Hay ciegos que se han quejado por esto. Sostienen que sería como hacer las fichas de los ajedreces para videntes de diferentes alturas. Otra cosa hay que decir de los tableros. Son dos. Como deben tantear  para ver la distribución de las piezas, tanto las propias como las rivales, se duplican los tableros… pero no los contrincantes. Esto da como consecuencia que al ingresar a un torneo de ajedrez para ciegos lo que más sorprende al no advertido es que parece una multitud de personas jugando en solitario, y a los gritos, porque no necesariamente los oponentes están cerca y deben proclamar a viva voz la jugada que han realizado para que el otro las materialice en el otro tablero. Y esto es así por una sorprendente razón: los ciegos han logrado que al menos los videntes no los asistan en sus juegos. Era hora.
  Deep Blue o Cuando la liebre le ganó a la tortuga: Mijail Botvínnik fue aquel ajedrecista soviético y campeón del mundo que estaba obsesionado con desarrollar computadoras que vencieran a los de su especie. Mijail murió en 1995. Sólo dos años después, el  11 de mayo de 1997, una computadora con nombre y apellido, Deep Blue, le ganó por dos partidos a uno (con tres tablas incluidas) al campeón humano de ajedrez, Gary Kasparov. Lo hizo en tiempos también humanos. ¿Cómo se explica esto último? De la misma manera que una calculadora realiza las operaciones con una velocidad que ningún humano puede, Deep Blue ya le venía ganando a Gary en partidas en las cuales su oponente no podía tardar más de un segundo en mover pieza. No obstante lo cual, en partidos en los cuales los tiempos de movida no eran de modalidad super-relámpago, los humanos aún podían vencerla. Hoy, 20 años después, hay campeonatos entre computadoras y esas mismas máquinas entrenan a los campeones mundiales, tal vez humillándolos más de lo que ellos quieren. Finalmente, la liebre le ha ganado a la tortuga. Es lógico. Botvínnik, desde la abstracción más absoluta, aplaude.
Ajedrez y alcoholismo. El alcohol degrada. Pero para juzgar la degradación en su justa medida es necesario medir al alcohólico con un par. Por ejemplo, no sería justo decir que una gran estrella del mundo de la intelectualidad no se degrada al escabiar por el simple hecho de que sigue siendo genial en relación a un mediocre. Es necesario medirlo con alguien que esté a su altura. Es lo que le pasó al maestro Alexander Alekhine. Ya como campeón mundial descorchaba más de lo debido. Así fue como perdió el título contra Max Euwe en 1935. Luego, deprimido, se tomaba hasta el líquido de freno, y aunque la careteaba (medía los sorbos antes de los encuentros), en 1936 perdió ante el número 10 del mundo. Por supuesto. alcoholizado le seguía infringiendo aplastantes derrotas a eximios ajedrecistas y brillando en simultáneas. El problema de Alekhine era el top ten.  Hizo un esfuerzo de voluntad. En 1937 recuperó el título: le había ganado al alcohol.
Bobby Bobo: El estadounidense Bobby Fischer, aquel que ganara el título ante el soviético Boris Spaski en un verdadero duelo de la guerra fría al estilo Rocky-Drago, pero de perfil intelectual, es un buen ejemplo de cómo se puede ser un genio en materia de tableros y un verdadero bobo en el resto de las cosas. Fischer nunca le dio la revancha a Spaski. Primero se volvió anti soviético, después anti yanqui y finalmente antisemita, siendo él mismo de origen judío. En 2001 sorprendió al mundo festejando el atentado contra las torres gemelas, tan gemelas como las del tablero. Tenía un delirio persecutorio paranoide. Vivió desde el preciso momento en que ganó la corona de campeón pensando que era perseguido y espiado. Primero la KGV, luego la CIA, después  la Mosad. Todos estaban tras de él. Finalmente cayó preso cuando ya no hubo país que lo refugiara. Era un pobre infeliz sin paz que había llenado todos los casilleros. Y un genio, claro.
Polgár lo hizo. Hay temas que son tabúes. Uno, omitido hasta la demencia, es el de la disparidad muy acusada que hay entre hombres y mujeres en el ajedrez. Sabido es, o debería ser, que desde hace años los torneos que siempre ganan los varones están abiertos para mujeres, que también tienen sus campeonatos propios. Las mujeres no han prosperado en los rankings junto a los varones y eso lleva a muchos a conclusiones facilistas que suponen al hombre más inteligente que la mujer. Estas afirmaciones ajustan la inteligencia a un solo aspecto de la inteligencia y, en fin de cuentas, a un juego. (Sin ir más lejos, si el ajedrez es el criterio para medir inteligencia yo soy un imbécil). Sin embargo, yo prefiero ver en ello una diferencia de formación. Judit Polgár es un elocuente ejemplo en este sentido. Si 1997 fue el año en que una computadora le ganó al campeón Kasparov, 2002 fue el año en que el mismo campeón perdió con una mujer: Judit. Debería de haber sido tapa de todos los diarios del mundo, pero pasó desapercibido, tabú de por medio. Polgár es hija de Laszlo, un gran maestro y escritor de estrategias de ajedrez que sin embargo nunca llegó a una final del mundo. Laszlo nunca vio a sus dos hijas como otra cosa que ajedrecistas, sin importar el sexo. Las alentó, las acompañó en la práctica del ajedrez y un buen día surgió un problema: las chicas estaban preparadas para un torneo mayor e instintivamente se anotaron en un gran torneo de maestras. Lazslo las retó, las persuadió; las anotó en el torneo de hombres. Él, que ya perdía siempre en el tablero con sus hijas, ganó la apuesta: ellas salieron campeonas. Luego vino el campeonato mundial, y en ese contexto fue que Judit, a quien no le gusta ser llamada la más grande ajedrecista de la historia, le ganó a Kasparov. Sin embargo, ese hecho no se ha vuelto a repetir y ya van 15 años. (Además, los otros cinco partidos de la serie los ganó Kasparov) Actualmente la China Hou Yifan, primera mujer del mundo, está rankeada en el puesto 110. Y un consejo: tengan cuidado. No vayan por el mundo diciendo estas cosas porque la gente escucha lo que quiere escuchar y pueden tener muchos problemas. Como los problemas que tiene Maria Cubel, de la Universidad de Barcelona, por estar investigando cual podría ser la razón de semejante diferencia en el tablero. Igualmente, no se preocupen tanto. Los que los agredan son lisa y llanamente tontos, independientemente del sexo.[ii]

Algunos sitios consultados:




[i] Por supuesto que un campeón de la materialidad como Kasparov, puesto a jugar con un experto de ajedrez sin tablero, tiene todas las de perder. Pero el juego estaría degradado, porque el juego más perfecto siempre supone ver.
[ii] En este artículo hablo de sexo, no de género, y por obvias razones. 

martes, 19 de septiembre de 2017

El urbanismo masónico

(Este artículo fue publicado por la revista Armar la ciudad de la Universidad de General Sarmiento en el número de agosto de 2017) Enlace:   http://www.ungs.edu.ar/ms_ico/?p=7076


Los masones han dejado su sello en muchas ciudades, especialmente en aquellas que son sedes de poder político. Nuestro país no ha sido ajeno a esta influencia y tanto Buenos Aires como La Plata así lo demuestran. Sin embargo, el secretismo que envuelve a esta organización ha invisibilizado sus aportes al urbanismo.

El 24 de junio se cumplieron trecientos años de la fundación de la masonería. Fue en 1717, en Londres, cuando varias logias decidieron fusionarse bajo el ideario de la Ilustración y contra ciertos dogmas de la Iglesia Católica. También son trecientos años de historia urbana, porque los masones han dejado una huella imborrable en la traza y en la configuración de muchas ciudades.           
Esta organización, defensora de las ciencias, la exactitud y el constitucionalismo,  ha elevado obeliscos, estatuas, tendido diagonales, demolido iglesias y  abierto espacios verdes. Pero las características  más sobresalientes de sus intervenciones urbanas son dos. En primer lugar se ha diagramado la trama de las zonas centrales de muchas ciudades, especialmente aquellas que se vinculan al poder, a partir de sus símbolos, principalmente  la escuadra, los triángulos el compás y los obeliscos. Y en segundo lugar, que el simbolismo de esas diagramaciones permanecieron y aún permanecen como un tema poco transitado por la mayoría de los estudiosos.
Tal vez la ciudad a la cual se le ha dedicado mayor estudio al respecto sea Washington. Sabido es que los libertadores de ese país y la mayoría de quienes les sucedieron eran masones. La capital de los Estado Unidos está llena de estructuras de compás y escuadra tanto como  triángulos y obeliscos. Entre estos últimos es de destacar el Jefferson Pier. Este pequeño obelisco es el que triangula perfectamente con la Casa Blanca y el capitolio, (no el más famoso que está a unos metros.) 
La Plata, capital de nuestra provincia de Buenos Aires, está conformada por varios juegos de compases y escuadras. El más notorio es aquel cuyo vértice de noventa grados coincide con la plaza San Martin y la plaza Moreno, sedes de  la casa de gobierno y el palacio municipal, respectivamente.   
El caso de Buenos Aires es muy especial. Durante años se dijo, muy informalmente, que las diagonales existentes en su centro tenían un trasfondo masónico, hasta que el arquitecto Carlos Urria estudió el asunto con detenimiento. Los tres poderes del centro porteño conforman vértices de un triángulo. Si realizamos un círculo tangencial a los lados del triángulo notaremos que en su centro se encuentra la sede de la Gran Logia Argentina, sita en Perón 1242. Lo realmente interesante es que esta sede central de la Masonería fue levantada años antes que el Congreso de la Nación y el Palacio de Justicia.  
Casi siempre los masones se mostraron muy inclinados por los emprendimientos urbanos. Fue, según la mayoría de las fuentes, José I, hermano de Napoleón Bonaparte, quien introdujo la masonería en España, con la Logia Gran Oriente de Francia. Cuando se instaló como monarca en Madrid, en 1808, entendió que la ciudad dejaba mucho que desear. Durante sus cinco años en el poder se dedicó a demoler muchas iglesias, conventos y barrios medievales, dejando en muchos de esos lugares espacios verdes. Testigo de su iniciativa es la Plaza de Oriente, que ciñe desde entonces al Palacio Real. (Imagen 5)
Por último, las logias son para iniciados, es decir, para gente que ha elegido un camino de secretismo o al menos de discreción. Sólo conocemos aquellos símbolos inscriptos en nuestras ciudades que son públicos, no aquellos que conocen los iniciados de los grados superiores. Esto demuestra que no siempre tenemos la posibilidad de saber cuáles fueron las razones verdaderas que terminaron dando la configuración del espacio urbano. Los símbolos inscriptos en las tramas de muchas ciudades configuran verdaderos criptogramas que sólo unos pocos saben y pueden leer. Sin embargo, el secretismo mismo de la organización y el sinfín de simbolismos que no dan a conocer ha supuesto que mucha gente crea en conspiraciones, incluso en conspiraciones interplanetarias. Cuando hay casilleros vacíos es tentador llenarlos con cualquier ficha. Yo me abstengo.
Los masones han demostrado pasión por el urbanismo,  no por nada ¨masón¨ viene de una palabra que quiere decir ¨albañil¨. No fueron los únicos, (y podemos pensar por ejemplo en todas las intervenciones papales que tuvo Roma), pero han dejado una huella indeleble, una huella de la que se habla menos, pero que se nota mucho. Y este 24 de junio (para ser exactos el 5 de julio próximo, porque en 1717 los británicos  manejaban el calendario juliano y no el actual), va a haber motivos para que los urbanistas, los geógrafos, los arquitectos y todos aquellos que amamos las ciudades y sus construcciones festejemos, aunque tal vez nadie más se entere. Es un secreto.
Washington
Buenos Aires
La Plata 


Fuentes: