¡ Gracias !
Entré en el sitió y lo primero que vi
fue escritores, todos negros, o al menos eso me pareció. Más desconcertado me
sentí al ver mi nombre junto a un escrito que se llama Discurso a los escritores africanos. Suelo olvidar los títulos de
mis cosas, así que tardé en advertir que eso era mío y que se trataba de una
página dedicada al olvidado continente.
Traté de leerme como se lee a un ajeno.
Fue inútil. No recordaba muchas de las cosas, pero indudablemente ese era yo,
yo hace sólo once meses, pero ahora rodeado de muchos otros escritores, algunos
de renombre y algunos que merecerían tenerlo.
He publicado en libros y en revistas.
He publicado en papel y en ediciones de bajísima tirada. Lo único virtual es
este blog. También alumbré muchas cositas con seudónimo, uno de los cuales es más difundido
que mi propio y humilde nombre, un pobre idiota lleno de lugares comunes,
rodeado de un ejército de amanuenses NN, prestos
a corregir una tilde y muchas veces algo más que eso.
Quiero dar mil gracias al desconocido
que subió sin mi permiso ese escrito irónico y que desentona grandemente con la
línea editorial del sitio. Y, por supuesto, a Literaturas africanas, por ser un ámbito de libertad donde no eliminan
a los impertinentes. A veces es lindo dar la cara, aunque más no sea por
accidente, porque sino se llega a dudar de la propia identidad y hasta del
lugar donde uno ha nacido.
Literaturas africanas, Por ahora en
la página 16.
O directamente al blog:
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