domingo, 28 de febrero de 2016

Bendito seas querido Papa


Macri fue a ver al Papa. El sumo pontífice no tuvo mucha onda con el presidente y su esposa, que fue ataviada con algo que recordaba al luto de Cristina. Según El país de Madrid, Bergoglio  se cansó de que lo usaran políticamente en Argentina y se puso serio. No querría ser víctima de la manipulación política de Macri como antes lo fue de Cristina. La Nación fue más inteligente en su intento de  descalificarlo y recuerda que cuando era arzobispo de Buenos Aires  el ahora Papa se quejó a Macri porque el Pro no hizo más para impedir sanciones progresistas, como la ley de matrimonio igualitario.
Todo cambió  cuando llegó a Papa. La política es el arte de lo posible. En la medida de sus posibilidades siempre se mostró copado con los gays. Incluso un sacerdote del Vaticano confesó ser puto ante las cámaras, y se sabe que esa movida no podría haber sido difundida tan rápidamente sin la venia papal.
La gente más mediocre y los oportunistas creen que las personas cambian espontáneamente. Te dicen: ¨Juan está cambiado¨,  pero no reparan en que, simplemente, no lo conocían lo suficiente a Juan, y que ahora acaso lo conozcan un poco más. Juan no cambió, tal vez lo que cambiaron fueron las circunstancias.
Hacer política es disfrazarse.  Nadie llega a lo más alto si no se disfraza (y cambia de disfraz) un poco. Hitler tuvo que disfrazarse;  Gandhi tuvo que disfrazarse. Tal vez Nestor tuvo que disfrazarse.

Yo no creo en dios y no soy puto, pero creo en las personas.  Bergoglio es el hombre más inteligente de este planeta.  Arriba de Bergoglio  no hay nadie. Sólo dios (al menos hipotéticamente). Ahora puede ser él mismo, sin necesidad de disfrazarse, en la medida de lo posible.  Bendito seas querido Papa.

Parcialmente nublado (Oda a García Cuerva)

El 23 de marzo de 1976, un día antes del golpe, un avión como el de la foto, un Mirage III, se vino abajo al salir de la VIII brigada aérea, en Moreno. No era el primero ni fue el último en sufrir ese destino, pero la fecha hace ruido.
Los Mirage fueron comprados a Francia en los años 70, atendiendo a su buen desempeño en la guerra de los Siete días. Son unas naves hermosas que yo pude apreciar cuando era un niño y creía en el cielo. Eran como un desfile de palomas verdes. Parecían invulnerables, pero se caían (o los tiraban, quien sabe).
Llegó la guerra de Malvinas, se fueron al sur. Murieron 10 aviadores, 2 operando un Mirage.  El Capitán Gustavo García Cuerva fue uno de ellos.
Gustavo falleció un día parcialmente nublado, el 1 de mayo de 1982. Los Mirage partían de Río Gallegos y volaban con el tanque de combustible lleno, pero que sólo les aseguraba una capacidad operativa limitada como para ir hasta las islas y volver. Por eso mismo, realizaban mayormente maniobras de distracción y  pocas veces entraban en combate.
Aquel día García Cuerva y su copiloto, el Teniente Primero Perona, hicieron contacto visual con un Harrier ingles. Tuvieron el bautismo de fuego que siempre soñaron. Respondieron al fuego enemigo. Bailaron en los aires la danza de la muerte. Fueron tocados, pero la nave se resistía a caer. Perona se eyectó, cayendo al Atlántico, siendo recogido poco después por argentinos, desde las islas. Gustavo, responsable de su nave, pensó en salvarla. Volver al continente era imposible: el ballet con el Harrier había consumido el combustible. Sabía que en Puerto Argentino había una pista poco adecuada para un Mirage III, pero se la jugó, decidió arriesgarse, meterse entre las nubes con su avión, buscando las islas recuperadas por las que luchaba y a las que nunca había visto. Los radares dieron con el aparato. García Cuerva pudo hacer contacto por radio con sus compatriotas, avisando que se acercaba. Pero los soldados argentinos acababan de advertir, entre las nubes, al Harrier y todo era confusión. Alguien avisó que el que se aproximaba era de los nuestros. Gustavo debió sentir una extraña emoción al salir de las nubes y ver las islas. Tal vez se olvidó por un segundo de su drama. Tal vez nunca se dio cuanta de su drama personal. Pensó en los otros, en sus compatriotas. La pista era diminuta. Si no aterrizaba bien su carga de explosivos podía matar a varios en tierra. Si el fuego tocaba las municiones o la nave se prendía fuego al llegar, eso sería un desastre. García Cuerva dejó caer las municiones sobre el Atlántico. Los argentinos vieron esto e instintivamente derribaron al avión y a su ocupante.
La historia oficial dice que decidió largar la carga de explosivos sobre el mar para poder bajar a tierra con mayores probabilidades de éxito. Yo creo que nunca pensó realmente en bajar a tierra. Sabía que su destino estaba en el cielo.


En esta página se habla del destino de los Mirage y el de mi héroe.

jueves, 25 de febrero de 2016

Por un Bailando con Cristina


Lamentablemente me crucé con un vecino. Son de esos tipos que en el 2011 te espetaban, ´la gente no es tonta¨ y hoy te dicen ¨la gente es desagradecida¨ (o sea, no es tonta, es mala). ¨Las cadenas de Macri no se pueden comparar a las de Cristina¨, me señalaba el ultra K, reptil de esos que cree que todos deberían pensar como él. ¨Si, es verdad, eran mucho más interesantes, cultas, largas y te dejaban pensando¨, le respondí, fríamente. ¨Es que la gente quería ver a Tinelli, y es por eso que no se bancaba a Cristina¨, sentenció el dinosaurio, para irse contento consigo mismo, pero lleno de rencor con el prójimo.
Comprendo que la gente quiera más a la tele que a Cristina (o a Macri). Sin dudas: ¨¿por qué tengo que verle la cara a Cristina si yo quiero ver otra cosa? ¨ O traduciendo: ¨ ¿ por qué me obligan a dejar de ver la tele que tanto quiero?¨. Si yo fuese el lagarto de mi vecino diría: ¨ ¿por qué no apagan de una buena vez la tele y agarran un libro?¨
                Recuerdo los años de Menem. Pergolini versus Tinelli. El primero era un conductor que explícitamente criticaba al gobierno, era incisivo, trasgresor como el mismísimo mandatario: hacia cosas políticamente incorrectas. El segundo era frívolo, parecía medio tonto y era conciliador: si, también como el mismo Menem. Mientras Pergolini llamaba al presidente intentando demostrar que el turco no tenía huevos para hablar con él, Tinelli  invitaba a los políticos a su programa, se abrazaba con ellos o les tendía una cama o una imitación poco favorable, siempre revestido de la inocencia más pura.
Me tomó años darme cuenta: Pergolini hablaba de política, pero Tinelli hacía política.
La nueva modalidad de la televisión consiste en volver a los 90. En otras palabras, meter la política en los programas frívolos o berretas: chimenteros o magazines. Así nos encontramos a la supuesta amante de Scioli en estos días, que por unos mangos hace su negocio en programas mucho más masivos que  A dos voces o 678.
Inventemos un 678 conducido por un hermafrodita, lleno de concursos, papelitos de colores, serpentina, lenguaje barriobajero, columnistas copados y jurado con mucha teta.
¿Está mal? No. La gente es como es, es un poco lo que mira, es un poco como la tele. Hagamos algo por esa gente. El resto es tonto voluntarismo ignorante y militante.  Y cocodrilo que se duerme es cartera. 

miércoles, 10 de febrero de 2016

Derrida vuelve a morir



Nunca sabemos lo que es la vida. Simplemente vivimos. En el mejor de los casos tratamos de disfrutarla.


Jacques Derrida escribió un texto llamado Aporías. Allí nos habla de la muerte, de muchas formas de morir, de lo ineluctable, del trauma que supone no volver nunca más, del anonadamiento que supone dejar de ser, de la necesidad de que él mismo se muera algún día.
Algún filósofo marcó hace más de diez años, al morir Derrida, ese acontecimiento como una muerte excepcional, la muerte de aquel que había pensado la muerte de una manera tan rica, tan vívida.

El filósofo es recordado mayormente por sus cavilaciones sobre la escritura, contenidas en su texto Gramatología. La idea más fuerte de Gramatología es que todo es texto y la vida misma es un tipo de escritura (hoy). Además. allí cuenta un error; el error de suponer que primero están las cosas, luego la percepción de esas cosas, luego la voz de ese pensamiento (pensamos con palabras) y finalmente la escritura de ese pensamiento. Para Derrida no hay una prioridad de unos sobre otros. Digamos que todo está mezclado.

Sabido es que en los tiempos medievales, y durante siglos, la lectura era en voz alta, independientemente de que el lector se encuentre solo o acompañado. También sabemos que esa eventual compañía, en general analfabeta, se solía deleitar con la lectura del otro, el que sabía leer.

Hoy me encontré con un audiolibro de Derrida: La retirada de la metáfora, del que no entendí una goma, (pero, como siempre me pasa con este autor, inexplicablemente lo disfruto). Los audiolibros son textos que se encuentran en el Youtube (un canal, en principio, de videos), donde se puede escuchar como una máquina (una voz artificial) recita los textos que vemos en la pantalla. Hay audiolibros de muchos autores, como para que entre la ducha y la selección de tu vestuario  puedas disfrutar a Borges o a Cervantes. Además de una vuelta al pasado, en tanto alguien o algo nos lee los libros, esto supone una inversión, porque las analfabetas son las máquinas, no los que escuchamos, (al menos por ahora). (Aclaración: las máquinas son analfabetas no porque no sepan leer, sino porque desconocen que están leyendo, porque carecen de historia de pensamiento y de realidad última: son cosas).

Derrida no llegó, por poco, a conocer esta novedad. Hubiera, sin dudas, agregado algo. Especialmente porque vivimos en una cultura de la lectura personal (aún), donde a muchos se nos hace difícil seguir el curso de lo que recita una máquina, y ni hablemos de jugar con los tiempos de la lectura en un ir y venir por las letras, un repetir o detenerse en cierta oración o párrafo. No abomino de esta novedad. Es más: la celebro. Pero me gustaría que Derrida hubiese vivido para ver esto. Yo siento como que hoy se murió de nuevo. Si, es una metáfora. Y si no entendiste un carajo de lo que acabo de decir espero que al menos lo hayas disfrutado.



lunes, 8 de febrero de 2016

Alienación y fetiche

      
Lucia paga 200 pesos para ver una obra de teatro.
En el escenario se encuentra Mirta, que finge ser Desdémona, con un vestido que es muy bello.
Lucia parte del teatro con el vestido de Mirta/Desdémona en su corazón.
El traje de Desdémona fue confeccionado por bolivianos en un taller clandestino.
Lucia ingresa en un Shopping  y, en un local, bajo reflectores, como en un escenario, encuentra el vestido de Desdémona, que porta un maniquí.
Lucia paga 200 pesos por la prenda.
Un empleado que gana 200 pesos al día vuelve a vestir al maniquí, porque un maniquí desvestido llamaría la atención de cualquier cliente, que son cosas parecidas a las personas. 

viernes, 5 de febrero de 2016

Los dibujitos filosóficos

Cuando era pibe me enseñaron que los dibujos animados eran un nido de violencia. El coyote y el corre caminos o Tom y Jerry  eran malos ejemplos que invitaban a los chicos a partirle la cabeza al vecino. El mundo iba de mal en peor por culpa de estos entretenimientos. Los medios se hacían eco de semejante teoría. Aprendieron. Hoy solo a un despistado se le puede ocurrir que eso pudiera ser así. No hay más  violencia ahora que hace 30 años.
                Los dibus hoy cambiaron. Mi pibe mira Gumball, Tío Grandpa, Phineas y Ferb. Son una maravilla, llena de filosofía, sociología y magia. Como ese capítulo de Gumball (que dejo al final de estas líneas) donde se problematiza el sentido de la vida.
                Es mucho más intelectual cualquiera de estos dibus que las masivas estupideces que consumen los adultos. Y lo que es peor, que las estupideces que nuestros niños terminarán consumiendo en su adultez .¿Qué pasa en el medio? ¿Qué oscura fuerza obra entre la niñez y la mayoría de edad? La sociedad, la familia, los ritos estupidizantes, los prejuicios, regar el auto todos los domingos, pensar como la mayoría, ser esclavo de las costumbres, 1984, mirar a Tinelli, las conferencias de prensa ofrecidas por jugadores de fútbol que no dicen nada de nada, el snobismo, la mala música, el morbo, las redes, la merca, el super, la escuela que anula el sentido crítico, Rial, la bulimia,  el deme dos, el conservadurismo, tratar de emular a papá…
                Aunque estos dibujitos, masivos y muy mirados por los niños, no van a hacer de ellos seres más inteligentes ni más tontos, ni más violentos ni más pacíficos, de lo que quedamos nosotros después de Tom y Jerry, algo al menos podemos hacer desde ahora: mirar con ellos estas joyitas. No dejarlos solos.

El increíble mundo de Gumball, capítulo: La pregunta:
                http://www.dailymotion.com/video/x2igq72

El verdugo (Cuento)


Pobre mujer. Le cortaron la cabeza. No se resistió. ¿Cómo podría haberlo hecho si ya no tenía fuerzas? Sobre la sangre aún caliente, el Líder miró al público. Cinco mil personas se pusieron a aplaudir, con rabia. Era un calvario. Un infierno. No había lugar para gente tibia y gris.
 A nadie se le hubiera ocurrido dejar de aplaudir. Era lo mismo que delatarse como enemigo o mostrar inconformidad. Los aplausos llegaban desde todos los sectores, se elevaban como gritos espeluznantes. La histeria colectiva iba en aumento. Dos, tres, diez minutos. Los aplausos eran aún más ruidosos que al comienzo. ¿Quién se podía animar a bajar los brazos? Uno se paró. Se pararon todos. Alguno se animó con un ¨bravo¨ a todo pulmón. Muchos lo siguieron. Finalmente todos lo siguieron. ¡Bravo!, ¡bravo!  El sonido característico del aplauso, que se parece al de la lluvia, se mezcló con los truenos de los miles de ¨bravos¨. Una tormenta de lujuria demoníaca tomó el recinto. Un osado, lleno de obsecuencia irrefrenable,  se animó a intercalar piropos entre los ¨bravos¨: ¨Líder sos mi vida¨, ¨Líder te quiero¨, ¨Líder, sin vos no somos nada¨.
Con el correr de las horas, los piropos cesaron, los ¨bravos¨ fueron disminuyendo, pero nadie dejaba de aplaudir. Permanecían de pié. Paraditos eran indistintos, pero si alguien se hubiera sentado se hubiese destacado del resto, lo cual era algo impropio, salvo para el Líder. Así que el aplauso continuó, aunque un poco atenuado por el cansancio.
 Quien nunca aplaudió mucho y sin parar no sabe el ejercicio fenomenal que eso supone. Lo primero que te duele son los hombros. Ellos son los culpables de que los codos quieran bajar. Cuando no te queda otra, bajás los codos y eso distiende los hombros. El problema es que seguís aplaudiendo, pero nadie te ve, porque ocultás las palmas a las espaldas del que tenés inmediatamente adelante. Entonces elevás la potencia de tus aplausos para que nadie sospeche nada, con el consecuente derroche de energía que eso implica. A la hora y media, las palmas están rojas como una braza prendida y los huesos de la muñeca, que son muchos, piden paz, y los dedos se quejan como escarbadientes entre las muelas, y el sudor invade tus brazos, y no podés tomar agua porque dejarías de aplaudir, y el hedor de la transpiración acumulada apesta, y vos seguís aplaudiendo. Pero, ¿hasta cuándo?
Un señor mayor, vencido, rendido, dejó de aplaudir. Solito subió al escenario y solito metió la cabeza en la guillotina, así que yo no tuve que hacer nada. 
Sin embargo, ahora entre los aplausos faltaban cuatro palmas: las dos de la mujer y las dos del anciano. De modo que la tormenta era mucha, pero no tan masiva. Además, todos estaban bastante cansados.

El tiempo transcurrió y en el público sólo queda un espectador. ¡Si si!: ¡Sigue aplaudiendo! En tanto, yo continúo sin hacer mi trabajo, porque ni a uno sólo se le ocurrió resistir ante la guillotina. Mejor así. Hubiera tenido que dejar de aplaudir. 

miércoles, 6 de enero de 2016

Jardines de infantes



El sur de la Rioja es tierra de pocos. A esa parte de la provincia se la conoce como Los Llanos. Nunca hubo mucha gente, pero siempre fue una región conocida por su historia. Tierra de caudillos, de allí son Facundo, el Chacho y, por adopción, Varela.  Un  lugar carente de agua de vida y de personas.  Y si alguna vez fue tan importante en nuestra historia es porque en el siglo XIX todo nuestro país era un desierto.
Desde el comienzo Los llanos fueron poblados por tres o cuatro familias: los Ávila, los Tello, los Vera, los Vallejo  y los Peñaloza. Con el tiempo hubo unos pocos más, como los  Quiroga. De esta manera, no era raro que se casaran entre ellos. Así encontramos infinidad de apellidos compuestos como Ávila Peñaloza, Tello Vera o Tello Ávila.  Es el caso de Ricardo Vera. Ricardo se había casado con su prima hermana, Benaranda Vera. Muerta esta, insistió en casarse con otra de la familia, Teodosia Tello.
El ya nombrado Chacho Peñaloza no necesita presentación. Fue un caudillo arriesgado que quiso enmendar la fatalidad. El mundo había cambiado y él defendió la causa perdida. Cuando se vio acorralado se entregó a un paisano amigo y vecino: Ricardo Vera, pensando que de esa manera  iba a evitar un escarmiento ejemplar. Pero el incestuoso (tal vez interpretando correctamente los nuevos tiempos) lo entregó para que sea ejecutado.
Rosario Vera Peñaloza, de la familia del traidor, de la familia del traicionado, hija  de Los Llanos, fue la famosa pedagoga que fundó jardínes de infantes por todo el país. Para eso, se vio obligada a salir de su provincia. Córdoba, Buenos Aires y Entre Ríos la abrazaron.  En 1950 fue invitada a La Rioja, con 77 años encima, para la inauguración de un jardín que fue bautizado con su nombre. Se descompuso. Murió en los brazos de su doctor: Jorge Vera Vallejo. Nunca se casó. Seguramente tuvo millones de hijos. 


martes, 5 de enero de 2016

Pensar como ellos


Hay que adelantarse. No se trata de exclamar sorprendido, ¨ ¡oh, como se las habrán ingeniado para robar el banco!¨; ni se trata de llegar siempre último, ¨a mí nunca se me hubiese ocurrido¨; o de ser la ingenuidad en dos patas, ¨¿cómo puede ser posible?¨ No se trata de ser chorro, forro o garca, sino de pensar o intentar pensar como lo harían ellos bajo ciertas circunstancias. Hay que disfrazarse de chorro para entender al chorro; hay que ponerse en la piel del forro para comprenderlo; hay que mimetizarse con el garca  para anticipar su jugada.
La sociedad— tanto ese termómetro de la clase media que se llama opinión pública como, muy especialmente, los sectores más pobres—, está reclamando seguridad, mano dura, más canas en las calles, más comisarías en los barrios, más patrulleros, más leña y más gorra. No se trata de que me guste o no me guste. Es así. Entonces: ¿qué haría usted si fuese Macri o Durán Barba?
Para que la opinión siempre voluble del pueblo todo no se disipe de un día para el otro es necesario un relato, una historia conmovedora como la de los Kirchner, pero al revés. Yo que ellos pondría documentales que muestren como en los setenta los Montoneros y el ERP boleteaban policías y milicos a lo loco. Les haría reportajes a sus familiares. Pondría en el mismo plano a un montonero y a un ladrón de gallinas. La asociación es clara y la gente asocia acríticamente: seguro que funciona. El tono debería ser menos estridente, acorde con un gobierno de perfil gerencial. Nada de altavoces. Canal 13 y TeleFe llegan más lejos que cualquier parlante.
Por eso mismo no me sorprendió comprobar que el programa de pseudohistoria que conduce el buenazo de Felipe Pigna se sigue dando en Canal 7.  Se trata de repeticiones de programas ya dados durante los K. Sin embargo, no repiten indiscriminadamente. Discriminan: este sí, este no. Ya pasaron 2 veces (tal vez más) el capítulo sobre Frondizi y el desarrollismo, atendiendo seguramente al hecho cierto de que Macri mencionó en su discurso de asunción a aquel mandatario y a que se viene presentando como un epígono del desarrollismo. (Sí, en el XXI).   Pero también repiten los capítulos donde aparecen montoneros matando a policías y a milicos. (Ya vi como lo mataron a Aramburu como tres veces). Y me estoy cansando de repeticiones. Es más, espero los nuevos capítulos, sin Pigna, que ya están por venir. Porque si hay algo insoportable es escuchar a un historiador adjetivar a cada comentario, orientando así la opinión de su audiencia, que por eso mismo la supone una manga de estúpidos insalvables que no pueden pensar por sus propios medios.  Al menos en esto: cambiemos.
El otro día pasaron (no puedo evitar ver esto porque lo ven mis papis en la cena) sobre el cadáver de Eva, su paseo por el mundo,  su entierro en Italia, la iglesia, las negociaciones y su final aparición. Remataban el asunto con la vuelta al país de los restos durante el gobierno de la otra mujer de Perón. Pigna se mofaba de la oligofrénica comentando que López Rega intentaba transferir la fuerza del cadáver de Eva al cadáver cuerpo de Isabel. Pero el historiador mediático omitía algo que un Durán Barba nunca dejaría de lado. Bien asesorada, la presidenta hizo traer los restos de Evita porque Eva estaba identificada con la tendencia, o sea, con montoneros. Mientras López Rega les metía bala a los montos esperaba que la gente identifique a la débil Isabel con el tanque de Evita. De modo que, de una u otra manera, finalmente el espíritu de la finada intentaba ingresar al cuerpo de Isabel, (infructuosamente, como ya sabemos).  Luego, Pigna termina hablando de los milicos. Ellos, comenta, no sabían qué hacer con el cadáver y se peleaban como niños, hasta que decidió Videla entregar el cuerpo a la familia de Eva. Pero esto tampoco se le escapó al Durán Barba de aquel entonces. Los milicos estaban haciendo desaparecer mucha gente y la entrega de un cadáver era un buen gesto, máxime si tenemos en cuenta que por la misma época hacen desaparecer el cadáver de Santucho.
Pigna, y todos los de su calaña, nunca intentan pensar como lo harían sus ¨enemigos¨. Los Durán Barba, sí.  Y yo no puedo admirar a Pigna. 

Nota: Cristina tuvo sus Duranes Barbas. Pero hace más de un año que no se sabe nada de ellos.
Nota 2: Una de las razones que me disparó a escribir esto es una biografía de San Martín (La voz del gran jefe) escrita por Pigna. Una insensatez. 


viernes, 25 de diciembre de 2015

El problema de la materia (Aristóteles versus Einstein)

Para Gerónimo
Y el sol se detuvo y la luna se paró (Josué: 10:13)

La Tierra y la Luna se encuentran a más o menos 385 mil kilómetros de distancia. Esta distancia se mide desde el centro de gravedad de los astros, o sea desde el centro de cada esfera. Como nosotros nos encontramos en la superficie, a 6. 360 kilómetros del centro de la Tierra, por lo tanto estamos a 6.360 kilómetros de la Tierra.
Los escolásticos y los sofistas hubieran estado de para bienes con estas sutilezas inconducentes. Pero estas sutilezas son muy modernas y actuales, y aunque difieran radicalmente de las antiguas, no por ello dejan de ser asombrosas. (Incluso yo diría que son más asombrosas, porque comportan algo que se llama realidad, que vivimos a diario, tal vez sin darnos cuenta.)
La materia fue tematizada desde la antigüedad. La defendieron los atomistas, la denostaron los platónicos, la dignificaron los artistas. Incluso fue una fuente inagotable de sutilezas. Un ejemplo de barbarismo sutil lo encontramos en la siguiente cadena de alta lógica y bajo sentido común.  La materia bien pudo no haber existido. Pero existe. Sin embargo, algo que existe, pero pudo no haber existido, no tiene una existencia cabal, como razonaron los de la escuela de Megara, porque si algo realmente existe no puede un buen día venir a la existencia, como quería Parménides, sino que tiene que existir por siempre, por la eternidad, o sea, por fuera del tiempo. Como el tiempo nos demuestra que todo nace y muere, el tiempo tampoco existe.
Afortunadamente un buen día vino Aristóteles a poner las cosas en su lugar (las cosas existen y están en la realidad). Pero Aristóteles tuvo una reflexión ambigua sobre la materia. Veamos. Vivimos en un mundo material, gobernado por el tiempo, que hace que la materia tenga un devenir y las cosas nazcan y mueran (se transformen). Hay cuatro elementos esenciales en nuestro mundo  material: fuego, agua, tierra y aire. Sin embargo, sobre nuestro planeta esférico, a partir de la Luna, hay una cantidad de más o menos 55 esferas que rotan y desplazan a los astros en el cielo. Estos astros se mueven sobre un quinto elemento: el éter. Este es un elemento muy sutil, que no corrompe la materia. Así, los planetas y las estrellas no nacen ni mueren. Aunque son materiales, giran por el firmamento eternamente en un movimiento perfecto, circular, en el éter, en torno a nuestra Tierra. Más allá de todas estas esferas está el Primero Motor Inmóvil,  que es el nombre del Dios aristotélico. Es una divinidad inmaterial, ajena al tiempo, a la materia y a cualquier elemento. En síntesis,  nuestro planeta está en el centro del universo. Por ende, la materia y el tiempo también están en el centro del universo. Y a medida que nos elevamos, tenemos menos materia y menos tiempo hasta alcanzar la eternidad (la eternidad no es la sumatoria del tiempo, sino algo que está fuera del mismo.) Entonces, si nos  alejáramos de la Tierra, nuestros relojes se empezarían a detener, hasta que finalmente se detendrían al llegar a Dios. Este Primer Motor Inmóvil, que no se mueve porque todo movimiento implica un cambio y por lo tanto el concurso del tiempo y de la muerte, sin embargo, atrae a todo el universo hacia él. No lo hace porque quiere, sino porque el universo se siente atraído inevitablemente. Nuestro mundo material y temporal es, por tanto, el más alejado de dios. Sin embargo, tanto la materia como el tiempo son increados. Las cosas pueden nacer y morir bajo el imperio del tiempo. Pero la materia en sí misma y el tiempo son eternos, como el mismo dios inmaterial.
Antes de abordar a Einstein es necesario decir algo sobre Copérnico y sobre Newton. Del primero ya me encargué en La órbita de Copérnico (y dejo al final el enlace para los que quieran chusmear.) Este polaco planteó que no era nuestro planeta el centro del universo, sino el sol. No obstante lo revolucionario que podría suponer esto, dejaba lugar a seguir pensando en lo términos aristotélicos que, mil setecientos años después de su muerte, aún se manejaban. En otras palabras, tal vez el sol sea un tanto más material que la Tierra y acaso los relojes caminaran más deprisa en su caliente superficie. Sin embargo, el Dios del filósofo quedaba incólume. Después de la Tierra y a muchísima distancia, se encontrarías las estrellas (Copérnico no sabía que el Sol es una estrella) y mucho más allá el Primer Motor, la inmaterialidad y la intemporalidad.
                 Newton, por su parte, describió la teoría de la gravitación universal. Lo importante  de esto está en la última palabrita: ¨universal¨. Esto supone (a los fines que a mí me interesan destacar) que el tiempo y el espacio son absolutos. Esto es lo que casi todo el mundo cree empíricamente. Los relojes funcionan igual en cualquier lugar del universo. La gravedad actúa sobre el espacio y el tiempo, y no los modifica en nada. O sea, son absolutos. Newton nunca hubiera sido amigo de Aristóteles, porque con su teoría,  le daba jaque mate al dios del griego.  Además, para el inglés,  la gravedad es mayor cuanto más masa o materia tiene un cuerpo. Así, la gravedad que ejerce la Tierra es menor que la que ejerce el Sol. Dicho de otro modo, no importa si la materia está cerca o está lejos en la última estrella que vemos. La materia cobra dignidad con Newton, y los relojes funcionan igual ya sea en casa, ya sea en Criptón.
Einstein va a dar otra vuelta de tuerca a este asunto. Va a demostrar que el tiempo y el espacio son una misma cosa (tiempo-espacio) y que son (es) relativos. Esto trae serias consecuencias para todo el pensamiento anterior y posterior, principalmente porque es contraintuitivo a escala humana. Es, groso modo, como la teoría de la evolución o la tectónica de placas que hace que los continentes  se muevan: no lo podemos ver con nuestros propios ojos. ¿O sí?
Los que regulan los satélites que dan vuelta la Tierra a diario para que vos puedas tener GPS lo ven siempre. Estos satélites surcan los cielos a 20 mil kilómetros de la superficie. Tienen un reloj que debe ser regulado. Estos relojes se adelantan permanentemente, inexorablemente. La razón es que, a medida que nos alejamos del centro de la Tierra, del centro de la materia, los relojes se aceleran, exactamente al revés de lo que pensaba Aristóteles. Explicando a Einstein con palabras de Newton podríamos decir que a menor fuerza gravitacional mayor aceleración del tiempo, y viceversa[i].  La cercanía de grandes masas detienen las agujas. Pero lo interesante del asunto es que el tiempo se mueve con el espacio, porque son lo mismo. Moviéndonos a velocidades cercanas a la de la luz o sobre un planeta muy enorme no notaríamos nada en nuestro reloj y en nuestro entorno, pero sólo nosotros no nostaríamos nada raro. Un observador externo vería que adelantamos el tiempo hacia adelante, que literalmente viajamos al futuro. Cuando los astronautas vuelven a la Tierra, luego de andar orbitando lejos de nuestra material Tierra, para ellos han pasado ochocientas horas, pero para nosotros han pasado dos minutos menos. Dicho burdamente, ¡sólo alguien que lo ve desde afuera puede notar la diferencia!
Vamos a poner ejemplos concretos. Usted y yo somos masa, somos materia. Aunque usted no lo sepa está generando a su alrededor un campo gravitatorio y una detención del tiempo-espacio, despreciables de tan pequeñas, pero es la que su cuerpo genera. Todo el planeta genera lo mismo, aunque de modo más evidente. Si pudiéramos ver a alguien parado en el centro de la Tierra, que es su centro de gravedad, y pudiéramos ver su reloj, comprobaríamos que su reloj casi se ha detenido.  (No para él, sino para nosotros). O un ejemplo más posible de realizar: si alguien vive en el polo (más cerca del centro terrestre), vivirá una vida más larga que alguien que vive permanentemente en La Paz,  Bolivia,  que está más lejos.  Tal vez sea sólo un segundo, pero lo suficiente como para que dos hermanos gemelos, nacidos unos segundos uno del otro y muertos ambos en un accidente cuando se reencontraron, tengan que discutir en el cielo cuál es el mayor después de vivir en aquellos lugares separados durante tanto tiempo. Por supuesto, el ejemplo que da Einstein es más visceral. Los agujeros negros son las mayores concentraciones de materia en el universo. Atraen la materia que los circundan y se la tragan, incrementado su masa. Si pudiéramos ver una persona en un agujero negro (es imposible, pero muy persuasivo como argumento), veríamos no sólo que su reloj ya no camina, sino que su corazón también se ha detenido. No obstante lo cual, esa persona aún estaría viva, pero viviendo por fuera del tiempo-espacio, en la eternidad.
 Einstein entendió, contrariamente a Aristóteles, que la materia detiene el tiempo, y que, por el contrario, a medida que nos alejamos de la materia, los relojes se aceleran (relativamente, o sea siempre según la mirada de un observador externo). Sin embargo, está implícita en la teoría de Aristóteles que en algún punto del éter el tiempo debiera de transcurrir relativamente antes de detenerse. ¿Y qué lugar queda para dios en todo esto? Einstein  demostró que la eternidad, la detención del tiempo, es algo relativo, pero posible. Podemos así imaginarnos a dios durmiendo literalmente en el fondo de un agujero negro. Sería un dios sólo para nosotros, no para él mismo. Sería un dios como el que soñó  Aristóteles, ajeno a nosotros, pero que de una u otra manera, somos atraídos hacia él.

Relatividad y GPS:                                                  http://diarium.usal.es/guillermo/files/2013/04/GPSyRelatividadporGuillermoSanchez.pdf




[i] Einstein no habla de gravedad sino de curvatura del espacio- tiempo. De hecho él es quien termina por destruir la idea de gravedad. Pero a los fines pedagógicos...

domingo, 20 de diciembre de 2015

Corrientes exótica


1. Empedrado
He pasado mucho tiempo (tres días) navegando por Corrientes. Mi computadora me lo permite. Caminé virtualmente por Mercedes, visité el santuario del gauchito Gil, me maravillé con antiguos causes del Paraná, me comí una naranja en Mocoretá, crucé los esteros del Iberá, me sorprendió que Virasoro no perteneciera a Misiones, me sorprendió que San Pedro Pescador no perteneciera a Corrientes, me fui a bañar en Paso de la patria y en las nuevas termas del sur de la provincia, bailé chamamé, lancé un sapucay. No es poco, pero también fui más allá de los límites de la obviedad.

Las fotos que acompañan este artículo son descubrimientos personales. Son de Corrientes, aunque parezcan de otra parte.

La primera se trata de las cercanías de la ciudad de Empedrado, no muy al sur de la capital. Estas barrancas extraterrestres, que bien pudieran ser de la costa patagónica o de San Juan, fueron esculpidas por el río Paraná.  Con un poco de imaginación, se parecen tremendamente al Gran Cañón del Colorado.  

2. Itatí
La segunda es la iglesia de Itatí, en la ciudad homónima. Con una estilo renacentista, mezclado con torres coloniales y coronada por una cúpula rematada con una estatua de la virgen, es de las cosas más raras de la provincia. Su valor arquitectónico es importante, aunque no sublime. Debemos la obra a dos tipos que ya me olvidé y que me da paja buscarlos en la red. Por supuesto, es lugar de peregrinación muy valorado por los correntinos. Pero lo realmente llamativo de la iglesia es su ubicación, en un pueblito marginal, casi vacío. Semejante obra, junto al Paraná, rodeada de nada, pero catalizadora de caravanas humanas, debe ser lo más parecido a una reedición de los pueblos del medioevo.

3.Seu Zeca
La tercera es una curiosidad (un tipo). Al sur de la provincia, cerquita de Monte Caseros, se encuentra una triple frontera (con Uruguay y Brasil). La unión de los tres países se da en la confluencia de los ríos Uruguay y Cuareim, sobre un extremo de la isla llamada Brasileira. Pero los uruguayos no están de acuerdo. Ellos reclaman la isla a Brasil. Según argumentan, esta se encuentra sobre el Río Cuareim y no sobre el Uruguay, que es lo que dicen los otros dos países. El problema es que esta isla está habitada por un hombre, de nombre Seu Zeca, brasileño él. Aunque parezca gracioso, la presencia de este sujeto es un argumento de peso a favor de Brasil. Este problema de frontera es ninguneado por los dos países hermanos del Uruguay. Y es seguro que este paisito nunca tendrá lo que pretende. Corrientes ya está pensando en explotar turísticamente el asunto, aunque los otros hermanos se resistan.

4. Tres Cerros
La cuarta se trata de Tres Cerros. ¡Si, cerros en Corrientes! Están cerca de La Cruz. La foto muestra una vista desde una de las cumbres, de cien metros. Como la base del cerro está casi a nivel del mar no es de extrañar semejante vista panorámica sobre la inmensa llanura.

La quinta no es Stonehenge. Se trata de Itá Pucú, un monumento natural que se encuentra más o menos cerca de Mercedes. Sobre estas rocas, que se alzan sobre un terreno totalmente ajeno a su propia naturaleza, los humanos han dejado huella de su paso, desde una firma hasta una guarangada. Están dentro de una propiedad, pero el dueño te deja pasar si le ponés unos pesos.
5. Itá Pucú

Ahora que leyeron esto, ahora que vienen las vacaciones, tal vez te sirva de algo saber lo que te ofrece Corrientes, en voz baja, casi como si fuese yo el único que habla de estos destinos, que tienen la enorme ventaja de no ser concurridos por la chusma. Y si te interesa el tema de Malvinas, donde murieron tantos correntinos, te dejo un caso ejemplar, aunque un tanto bizarro. 

domingo, 1 de noviembre de 2015

Pagar para trabajar




El aula se instituye cada vez más como ámbito de venta y prueba de productos electrónicos. La destreza tecnológica se considera un requisito fundamental para que un profesor logre una labor eficiente como docente, pero también como consumidor de productos informáticos y digitales. Los profesores somos vistos como analfabetos electrónicos, independientemente de la disciplina que enseñemos, y somos alentados a comprar y comprar cuanta porquería nueva circule.  Pero esto no comenzó ayer.

Los 90s eran tiempos de expansión del capitalismo como consecuencia de la caída del sistema comunista. Se expandía geográficamente sobre vastos sectores de Europa oriental y con esa acción refrenaba su propia caída. La instauración del capitalismo global  vino acompañado de la propagación de uno de los elementos que supuso su triunfo: las TICs o nuevas Tecnologías de la Información, que empezaron a ingresar al aula en esos años, preferentemente como discurso de algo futurista, inevitable, flexible, portador de conocimientos infinitos y verdadero vehículo de aprendizaje.

Al achicarse el Estado, uno era responsable de su propio futuro, de forma excluyente. El colegio dejaba de ser un trampolín de promoción social para convertirse en necesario, pero no suficiente. Un ciudadanos responsable debía procurarse el conocimiento por sus medios. Estaba en el ambiente el ¨si querés un buen trabajo tenés que aprender inglés, computación y terminar el secundario¨. Ese discurso estaba omnipresente en las aulas. Paradojicamente, las tecnologías ingresaron al colegio con la herramienta más vieja de la humanidad: la palabra. Y con el discurso de las tecnologías también ingresó el que tenía por objeto rebajar al docente como portador de conocimientos (en computación, supuestamente), que en una coyuntura de carpa blanca y de reclamo docente generalizado tenía una función muy precisa. Piensen…

El colegio para adultos número 60 funcionaba en la vieja cárcel de San Telmo, a la sazón una dependencia del servicio penitenciario. Sus alumnos eran mayormente de la fuerza, o sea carceleros, pocos, arriba de los 30 años y del interior. Estudiaban con el  fin de promocionar en los escalafones. Allí cursé mi secundario en los 90s. Había tecnología Recuerdo un televisor y un reproductor de video. Una vez pasaron un documental sobre animales de la selva. Había entablado cierto vínculo parecido a la amistad con un sujeto siniestro. Él estaba maravillado con los animales que alguna vez cazó en el campo, sin notar que el fin del documental era precisamente el contrario, llegando al extremo de publicar sus safaris en clase, lo cual fue muy bien recibido por un grupo de alumnos acostumbrado a las armas. Moraleja: no siempre las tecnologías logran dar en el clavo por sí solas. Tal vez, en este caso, ni siquiera eran necesarias.

Con el colegio no alcanzaba. Por supuesto, yo también me embarqué en el estudio de manejo de PC, ¨para ser alguien en la vida¨. Costaba unos mangos, pero no era un gasto, era, se suponía, una inversión.  En el mismo lugar donde uno iba a aprender computación se vendían los insumos.  Hay que entender a la apertura de muchas de estas ofertas de enseñanza de computación en los 90 con la misma lógica con la que se abrían canchas de paddle o video clubs. Gente sacada del sistema por medio de indemnizaciones que había elegido el rentable negocio de la enseñanza de las nuevas tecnologías, comprando una cantidad de máquinas y aplicando a alguien medianamente competente al servicio de esa docencia específica. (No es casualidad que cuando las computadoras ingresan al aula, esos ámbitos de estudio informales cierren, al igual que las canchas de paddle.)   Y, por supuesto, el aprendizaje debía ser constante. En otras palabras, debíamos procurarnos una computadora porque sino ¨lo que hoy aprenden lo olvidan para mañana¨. Así, llegué a escuchar a una profesora del colegio para adultos comparar a las computadoras con los pianos: ¨para aprender tuve que estar horas frente a las teclas¨ ¿Y de qué era profesora? De matemáticas. ¿Casualidad? Claro que no.  La ciencia de Euclides se constituyó como la vanguardia en estos menesteres. Por esos años computadora era casi sinónimo de calculadora. No sólo en el imaginario colectivo, sino también es lo que se enseñaba como fundamental para obtener un trabajo medianamente digno. Planillas de cálculo, ordenaciones varias o el mismo sistema binario empleado por las máquinas era materia de enseñanza por fuera y por dentro de las aulas (aunque más por fuera que por dentro). Yo lo padecí. Por ambos lados. Me compré la máquina, ya a un paso de su obsolescencia, y me apuré para renovarla. Si no se podía tener la última se debía aparentar. Ser snob se volvió una exigencia. Iba por el mundo con la frente bien alta, anunciado que tenía una computadora. Cuando me preguntaban qué modelo era, yo decía que no sabía de modelos. En realidad no sabía ni prenderla. (No es un chiste. Cuando  llegaba al pseudo-instituto la máquina se prendía con sólo mover el ratón. Me la reparó un buen tipo. No me cobró. Pero me brindó un discurso infinito sobre todas las cosas que le hizo.)

            Recuerdo que en esas clases de computación nos hacían llenar papeles de pequeñas empresas vinculadas a esos mismos institutos de cuarta; haciamos tareas de oficina frente a una pantalla. Con la perspectiva que da el tiempo hoy me pregunto qué veíamos de divertido en llenar planillas de cálculo ajenas, balances semestrales, notas del personal, trabajando gratis, o para ser más exacto, ¡ pagando por trabajar ! La respuesta no es rara: la novedad. Estábamos encandilados con espejitos de colores, porque nunca habíamos visto uno. Nos maravillaba el medio y pagábamos por maravillarnos. Tal vez sentíamos que éramos incluidos. Acaso veíamos un futuro promisorio. Como los indios cuando bajó Colón.

Dejados a la buena de dios



El avance de la religiosidad ante la ausencia del Estado en las colonias del este de Misiones


Introducción:

Este trabajo intenta dar cuanta de una problemática social poco estudiada: la de los lazos sociales creados por las iglesias evangélicas pentecostales en un área remota del país, las Picadas del centro-este de Misiones. Ante la ausencia relativa del Estado, estas iglesias han territorializado un amplio sector de la provincia. Se tomará como estudio de caso la Picada Yapeyú, lugar que conozco de primera mano por ser tierra de mi madre y de mis abuelos.
                 

La religión en Misiones

La provincia, desde el mismo nombre, tiene una historia claramente vinculada a la religión. Los alumnos de primaria aprenden como una Biblia la llegada de los jesuitas y su posterior expulsión. La historia muestra a los jesuitas del lugar con notas mayormente positivas, en contraposición a la llegada de la religión a otras regiones del país. Ellos fueron quienes hicieron la ocupación del espacio geográfico en primera instancia, preferentemente sobre la rivera del Paraná. Pero también ellos son los que defendieron el suelo misionero de los bandeirantes portugueses. Esa historia se confunde luego con la del héroe provincial, Andresito Guazurarí, un indígena que también luchó contra los lusitanos. Si bien Andresito era católico,  y no le debe a ese hecho sus hazañas, la historia oficial de esta provincia destaca el dato.
El diario El Territorio, de la provincia (ver Bibliografía al final), indica que Misiones es la cuarta provincia con mayor cantidad de iglesias, o sea, de templos (incluyendo a todos los cultos) detrás de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. Sin embargo, es la provincia que más iglesias tiene por habitante y la que tiene mayor cantidad de credo no católico. El matutino agrega que este dato es más acentuado en las zonas centro y alto Uruguay. En otras palabras, esta zona es la de la ruta 14, y de allí hacia el este, donde se encuentra nuestra área de estudio.

Las picadas

Las picadas son caminos abiertos en la selva a principios del siglo XX, con el objeto de procurar la yerba silvestre. Ahora esos caminos son los principales accesos a las chacras. Además son un referente cardinal obligado, dividiendo la picada en sur, norte o centro. Sin embargo, hoy la denominación ¨picada¨, es el término con el que se designa a toda la zona servida por el camino original. Distancias enormes median entre las pequeñas poblaciones que crecieron en sus márgenes, en el caso de que las haya. Pero estas distancias son incrementadas por los tiempos de desplazamiento, causados  por las mismas condiciones de los caminos, de tierra, especialmente cuando ha llovido, cosa más que frecuente en un clima subtropical sin estación seca. Ramificaciones del camino principal llevan a los caminos intervecinales, de accesos abruptos, con pendientes espectaculares, por momentos inaccesibles para los rodados. Todo esto contribuye al aislamiento de la zona. Esos mismos caminos fueron remontados por los colonos para asentarse en tierras fiscales, tras la ley Avellaneda  que fomenta la instalación de colonias agrícolas. Entre sus muchas cosas espirituales, traían sus religiones, ya extintas.  Además de estos contingentes, que como mi abuela vinieron del este de Europa, también llegaron o ya se habían asentado esclavos libertos o hijos de esclavos que venían del Brasil, como mi abuelo.  

Picada Yapeyú

La picada Yapeyú se encuentra entre la ciudad de Oberá y el límite con Brasil. Aunque es un vasto espacio geográfico no figura con nombre propio en los mapas, al igual que la gran mayoría de las picadas.(Se la identifica porque está al sur del arroyo Once Vueltas, que sí figura en la imagen con su nombre.) Llegar a su corazón, desde Oberá,  toma casi dos horas, por caminos casi desiertos de vehículos. La zona vivió durante el siglo XX todas las contingencias que también afectaron a las otras picadas: abrupta demanda del tung y del té como consecuencia de la segunda guerra mundial, auge y decadencia del tabaco en la segunda mitad del siglo y más recientemente el despunte de la forestación.

Las Iglesias evangélias pentecostales

            Las iglesias pentecostales llegan a la zona hace más de 50 años, y crecen aceleradamente. Como toda iglesia protestante, tiende a la división interna. Originarias de Estados Unidos, las pentecostales se constituyen como iglesias autocéfalas que responden a una Asamblea común, sin perder cierta independencia y ciertas obligaciones o prescripciones entre sus fieles, lo cual las individualiza unas de otras. Así, se puede encontrar en Oberá iglesias pentecostales que no prohíben el alcohol entre sus miembros e iglesias en las picadas que sí prohíben su consumo. Esto significa dos cosas. Por un lado son débiles en cuanto se dividen incansablemente. Pero por otro lado, esa versatilidad doctrinal les da la posibilidad de adaptarse al medio en el cual se encuentran. De modo que si el problema en una determinada zona es el alcoholismo o el juego, esas cosas serán prohibidas. En contrapartida, si hay problemas que no perjudican a la iglesia o le son funcionales, esos problemas serán pasados por alto e incluso estimulados. (Como los colonos cosechan tabaco, el tabaco no es combatido).
            Pero no es lo mismo Oberá que las picadas. La población de la ciudad puede optar por una congregación u otra. La cercanía física y la facilidad de transporte da esa posibilidad. En cambio, en las picadas las distancias obligan. Se asiste a la iglesia que está cerca. Las mismas están repartidas regularmente a lo largo del camino principal, y gracias al sistema de asambleas no superponen áreas de influencia. Cada una se ocupa de su ¨rebaño¨. Esto se traduce territorialmente, porque se puede marcar donde comienza el área de influencia de una iglesia y comienza la de otra. Incluso se puede determinar a cuál pertenece un colono con sólo saber dónde vive.

La política de la iglesia

            Sobre los caminos principales de las picadas se levantan dos instituciones importantes en la vida de los colonos: la escuela y la iglesia. Cualquier colono que desea acercarse a la ciudad más próxima tiene que pasar necesariamente  por estas dos instuituciones.
La escuela funciona intermitentemente. Dos factores contribuyen a esto. Primero, los maestros son escasos y difícilmente acepten trabajar en lugares de difícil acceso. Segundo, los pocos colonos que son maestros se ausentan con frecuencia, especialmente cuando es temporada de cosecha. Los diferentes grados están mezclados, principalmente por la baja matrícula, aunque también por falta de personal de todo tipo, no solo docente. Aunque las notas son casi óptimas y no hay repitientes, los alumnos salen apenas sabiendo leer y escribir, sumar y restar. Quienes salen de esta institución difícilmente puedan ingresar a un secundario distante y cuya exigencia es mucho mayor. Así, el ascenso social queda excluido por esta vía.
Para ser pastor no se necesita saber leer ni escribir. La escuela no es necesaria para predicar en la zona y obtener la prima, o sea, el trueque de bendiciones por la primera gallina ponedora o la primera camada de cerditos. El ascenso social pasa por la Biblia. Para obtener comida es más fácil predicar que cosechar. El requisito fundamental para ser pastor es haber contribuido con la prima sin falta por un espacio de tiempo importante y haber sido útil en el tráfico de delaciones, (verbigracia, delatar a un vecino cuando ha tenido un ternerito y no se ha pronunciado para evitar la prima).
Quienes comienzan a ejercer como pastores ahorran para procurarse un auto. Tener un vehículo es  de capital importancia. No solamente es importante para trasladarse de un lugar de predicación a otro y para cargar la prima, también es un medio de transporte alternativo para aquellos creyentes que quieren acercarse al pueblo de Guaraní o de Oberá. El pastor no acerca a quienes no son miembros de la iglesia. Es más importante un hermano espiritual que un hermano de sangre. Ser parte de la iglesia es también poder desplazarse con mayor facilidad. Además, la iglesia recoge a sus fieles por el camino principal con vehículos colectivos propios los fines de semana. Estos colectivos reemplazan a las viejas bañaderas, colectivos que recorrían con regularidad las picadas hasta la década de los noventa, cuando dejaron de ser rentables y el estado decidió eliminarlas.
Pero si no se puede salir a pié o en vehículo, siempre queda el recurso de viajar por medio de la tecnología: televisión, radio, celulares. Todos estos recursos están prohibidos por la iglesia. Los maestros en las escuelas tratan de hace política al respecto, y no emplean las Tics por precaución. (Conozco personalmente a muchas personas que jamás han salido de las picadas, ni siquiera de modo virtual, por una pantalla)Por otra parte, los celulares no tienen señal adecuada. La topografía, de impresionantes subidas y bajadas, entorpece el uso de ese medio., especialmente en las zonas bajas, que es precisamente donde suelen vivir los colonos por la mejor disponibilidad de agua (de pozo).
La iglesia hace una promoción de la reproducción: ¨tendrás tantos hijos como estrellas tiene el cielo ¨. Aunque la práctica de tener muchos hijos es consuetudinaria, este incentivo contribuye nefastamente a  la subdivisión de la tierra o parvifundio. Originalmente todos los colonos recibieron 25 hectáreas en la zona. Las primeras familias se dividieron las tierras adyacentes aún no colonizadas. Posteriormente, al roturarse las tierras lejanas al ¨final de la ruta 14¨, muchos descendientes del lugar decidieron mudarse a las nuevas tierras de San Vicente y San Pedro (cuyos nombres santos son pertinentes). Finalmente, no habiendo más tierras nuevas que colonizar, y con la creación de la reserva Saltos del Moconá, en 1967, al este de  la ruta, los habitantes del lugar quedaron fijados a la tierra y el proceso de subdivisión de la propiedad se incrementó notablemente.  Esta subdivisión tampoco atiende a papeles de propiedad. Ningún documento certifica la lógica que se sigue. En general, son los hijos menores los que se quedan, construyen una casa a la sombra de sus padres y estos a su vez de sus abuelos, siguiendo la cadena hasta que la carga poblacional que resiste  esa tierra llega a su límite. Sin embargo, el trabajo de la chacra no se da de forma separada, sino como una unidad, por parte de una familia multigeneracional. Viven separados. Comen juntos. Duermen separados. Trabajan juntos. Y, por supuesto, se casan con algún lugareño, un vecino o vecina que cada vez con mayor frecuencia es un consanguíneo, alguien que en el fondo es de la familia. Esta práctica es contenida por la iglesia Pentecostal, de manera bastante efectiva, condenando el incesto explícitamente como ¨cosa del demonio ¨.  No obstante lo cual, no condena el tráfico de niños ni lo denuncia. El mismo está tan extendido y naturalizado que denunciarlo sería motivo de conflicto con los habitantes. Además, se dan casos intermedios, por el cual se da a hijos ya crecidos a gente de afuera (previo bautismo en el Once Vueltas) . Mi propia madre vino a Buenos Aires a los 12 años en el auto de un porteño que la puso a trabajar en su kiosco, limpiando (gratis).

Los lazos de sociabilización

Así,  los ámbitos de sociabilización de la picada oscilan entre el Estado y las Iglesias Evangélicas Pentecostales.  En la escuela los chicos se reúnen para comer, incluso en verano, independientemente de la situación económica de cada uno. Al amparo del establecimiento suele haber una canchita de fútbol, que se usa haya clases o no. En la iglesia aprenden a hacer actividades prácticas como bordar, dibujar, tejer, ¨encuentros de comida¨ donde comparten alimentos,  intercambio todo tipo de bien, se dan charlas que van desde persuadir a los alcohólicos para que dejen el vicio hasta estrategias a seguir para peticionar infraestructura al municipio. Y, por su puesto, la iglesia siempre está presente cuando alguien nace, se casa y  muere. (Cualquiera de estos eventos son multitudinarios, en un lugar sin multitudes). 

El proceso de territorialización llevado a cabo por la Iglesia  Pentecostal.

Jesús Palomares Franco define: La territorialización es la estrategia que se utiliza, y el efecto que causa delimitar un territorio – o espacio -…La territorialización sugiere un control determinado por una persona, grupo social o étnico. En este sentido no existe un acto privativo del espacio, aun cuando se presenta una delimitación y control de él. La territorialización es el proceso de crear territorio, concibiéndose por medio de actividades materiales y simbólicas¨, como puede ser un bautismo, o la negación de trasladar en auto a alguien que no es miembro de la iglesia,  ¨Los procesos de territorialización se dan de diferente forma dependiendo las normas culturales de los habitantes. La territorialización la podemos entender como un concepto inmaterial, que aun cuando tiene que ver con los límites y control de un espacio, ésta sólo se presenta en el reconocimiento de los habitantes¨. Si  Picada Yapeyú  no figura en el mapa, al menos figura en el espíritu de su gente, que es el lugar donde se inscriben las territorialidades más duraderas.
Siguiendo a Denis Merklen, con el advenimiento del neoliberalismo el Estado se replegó del territorio. Los lazos de socialización entonces se inscribieron territorialmente, en el ámbito local. Iglesias, organizaciones no gubernamentales, sociedades de fomento, y otros ámbitos vinculantes ocuparon el espacio dejado por el  Estado. La pérdida de calidad educativa para los más pobres y para vincular a estos con el empleo, dio realce a estas organizaciones. En el este de Misiones este actor fue y es la iglesia que nos ocupa. Como producto de esta nueva centralidad de la iglesia, las pautas culturales se modifican o se fortalecen en una dirección que no depende de políticas estatales. Merklen subraya que este nuevo orden, asociado a la familia y al vecinazgo, o sea, a la inmediatez física, crea bases territoriales, pero marginales, por fuera de la integración nacional. La falta de ¨rutinas integradoras¨ estatales  da otras formas de integración. (Los maestros faltan con regularidad, los pastores no, e incluso van de casa en casa)..
En este contexto, si bien los recursos provenientes de las políticas sociales no dejan de estar, son los pastores los que operan como verdaderos punteros políticos. También es cierto que los pastores cada vez se vinculan más al poder político local, pero no es menos cierto que el intendente no puede sostenerse en el poder si no consolida sus alianzas e intereses con esta iglesia.

Conclusiones:

La religiosidad de la zona es heredada y enseñada en los establecimientos educativos, si bien no de forma directa. Se sabe que cuando el Estado está ausente, una ONG, una sociedad de fomento o alguna institución ocupa su lugar. Es por eso que ciertas competencias que debería tener el Estado están siendo asumidas por la Iglesia Evangélica Pentecostal. en Picada Yapeyú.  Los habitantes de esta zona del país han sido  literalmente Dejados a la buena de dios. En un aspecto, por lo tanto, esta iglesia opera como un clientelismo alternativo para aquellos que están insertos en la estructura religiosa y un factor de ascenso social casi excluyente. 



BIBLIOGRAFÍA


--Sergio Schneider e Iván G. Peyré Tartaruga, Territorio y enfoque territorial: de las referencias cognitivas a los aportes aplicados al análisis de los procesos sociales rurales. En PDF:
                                    

--Jesús palomares Franco, Reflexiones sobre Arquitectura y Ciudad, Cap 4,  Territorialización y Apropiación, en PDF:


--Denis Merklen; Pobres ciudadanos, Cap 1, ¨La política contra la sociedad¨

--Diario El territorio, Misiones es la provincia con mayor oferta de cultos no católicos del país, Martes 3 de marzo de 2015

-- Diario El territorio, Misiones, entre las provincias con mayor cantidad de iglesias,  Miércoles 27 de abril de 2011