Te cambia la vida
El capitalismo
te vende sueños espurios. Hace que orientes toda tu vida en la consecución de
naderías que te van a dejar más vacio que antes. Te esquilma el alma. Te roba
la identidad. Te hace creer que vos valés oro y pone tu oro sobre una balanza para sopesar si
está por encima o por debajo del oro que
tiene tu prójimo.
En esta
perversidad caen todos. El mismísimo ejecutivo de una alta empresa, negrero de
vocación, bien puede ser un pobre tipo que solo aspira a poseer un helicóptero
más o unas hectáreas más o una Ferrari más. Más, más, más. Hay que acumular y
reventar como un triste cerdo que entendió mal el concepto de felicidad. Y así
lo entienden los chanchos poderosos y también los chancos que están en el
último escalón de la pirámide social.
Lo peor es que
muchos de estos cerdos se dedican a la publicidad. Se encargan de ver las
miserias del alma humana. La publicidad vehiculiza esas miserias y las
reproduce. Genera necesidades banales y fabrica sueños demasiado concretos que
si los escuchara el brujo de una tribu os echaría a patadas en el orto.
Sin
embargo, algunas publicidades son tan concretas y explícitas que asustan. Quien
tenga Direct TV sabrá a ojos cerrados cual es la frase emblemática de la
empresa. Si: “Direct TV, te cambia la
vida” Que la televisión satelital te cambie la vida es obviamente una pavada. Lo importante del asunto es ver el por
qué esta pavada es repetida una y otra vez desde la pantalla. Direct TV no te
va cambiar la vida, de la misma manera que no te la va a cambiar un
helicóptero. Pero el caso es que si la
frase se repite es porque han hecho un estudio de mercado y han comprobado que
la mayoría de la gente considera que su propia vida deja mucho que desear. Las
mayorías quieren cambiar sus vidas. Respiran pero no saben para qué. O la
vida es un bostezo o es un espejismo. Entonces buscan el oasis en el desierto. “Direct
TV me va a cambiar la vida, concluyen”. Aunque parezca ridículo la gente es
así: un montón de cerdos que están contando ovejitas para poder dormirse una
vez que concluya esto que llamamos vida.
___ Nota. ¡Prestad atención! Aunque pueda parecer un
exabrupto lo que os acabo de decir, tened en cuenta lo siguiente: Vosotros debéis
ofenderos con Direct TV, no conmigo. ¡Joder, que eso está más que claro!
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