Destruir una manzana
Y allí con tu impiedad
Me vi morir de pié
Medí tu vanidad
Y entonces comprendí
mi soledad
Cátulo Castillo
Instituto Bernasconi |
Hay
varias formas de realzar las bellezas de un edificio. Desde luego, lo
fundamental es tener perspectiva, poderlo ver desde cierta distancia,
especialmente si se trata de un edificio de grandes dimensiones. También es muy
importante la altura en relación a su entorno. (Por ejemplo, la catedral de San
Patricio, en Manhattan, mide cien metros, pero junto a ella hay moles de más de
doscientos metros que la invisibilizan). Obviamente, su emplazamiento es de
capital importancia. Una iglesia como la del Sagrado Corazón, de París, que se
encuentra en la cima de una famosa colina, no puede ser ignorada. Otra forma de
darle realce a una construcción es que remate una avenida o que se encuentre
junto a una plaza, como el Congreso Nacional. O, si no queda nada mejor, que se
consagre en la intersección de dos importantes arterias.
El
instituto Bernasconi, de Juan Waldorp , fue alzado en una de las pocas colinas de la
ciudad, en el barrio de Parque Patricios. Como muestra la foto de la derecha, al
momento de su inauguración, se veía desde sus aulas media Buenos Aires. Aunque
está de más aclararlo, la imagen también nos muestra que desde casi cualquier
punto de la ciudad podíamos apreciar el hermoso edificio.
Hoy ya no es así. Se encuentra encajonado entre cuatro calles irrelevantes sobre las cuales han construido edificaciones irrespetuosas que perturban la visual.
Hoy ya no es así. Se encuentra encajonado entre cuatro calles irrelevantes sobre las cuales han construido edificaciones irrespetuosas que perturban la visual.
Concebido hacia 1930, para ser una escuela modelo, permanece oculto y solitario,
de pié pero muerto, casi como una metáfora
del destino que le tocó a la educación nacional. Desconocido por muchos, sólo
se enteran de su existencia los que por accidente se alejan tan sólo una cuadra
de las avenidas Brasil y Jujuy, que se encuentran a sólo cien metros del
Bernasconi, pero que se percibe como un mundo de distancia y de construcciones.
Siendo que la fachada principal del recinto se haya sobre la calle Cátulo Castillo, sería bueno destruir la
manzana comprendida entre esa calle, Catamarca, Esteban de Luca y Brasil. Desde
esta última avenida se conseguiría una vista impresionante del edificio. Lo
merece.
El Bernasconi al momento de su inauguración, 1930 |
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