lunes, 31 de octubre de 2011

Memento

Memento (Memoria activa.)

El aplauso que recogió esta película esta relacionado seguramente con su temática: la amnesia que sufre el protagonista y principalmente el montaje de la película, que apela a la memoria del espectador.
Hay algunos inverosímiles. Una persona no debería tener tanto odio si carece de memoria. Cierto que los tatuajes que el tipo se aplica en el cuerpo, las fotos que porta y alguna cartita son el testimonio de su pasado y por lo tanto la memoria objetivada en esas cosas. También es cierto que enciende su odio al amparo de ellas, y que por la tanto no hay odio sin memoria. Pero el film esta planteado desde la verosimilitud, y por lo tanto naufraga.
Como enseñó Descartes, en el caso de la memoria lo que importa es el método. La víctima de la película se lo procura, y resulta ser muy exitoso en su aplicación.
Todo lo que mueve a actuar al amnésico es el recuerdo de su amada, es lo que lo sostiene vivo,  lo que lo impulsa a tomar revancha por su asesinato. Es el anverso de la única narración de la película realmente notable: esa mujer que convive con el otro desmemoriado, el que no tiene método y por lo tanto vive en la más absoluta actualidad periodística. Ella, que no está enferma, sostiene sus días a partir del recuerdo ostensible que significa su marido y de la mirada amorosa que a veces le dirige él fugazmente cuando le aplica una inyección. La sobredosis de la vacuna – de la mirada amorosa – la arrastrará hasta la muerte.  
El tema de la memoria es ideal para el aula: filosofía, mnemotécnica, etc. Vaticino (y a esta altura parece un cumplido) que la cinta va a ser un éxito de los que se viven en el claustro o en el chorro de tinta que supone un artículo como este. Tiene todos los condimentos para que eso pase. Debe haber pocas obras que traten el tema de manera tan literal y obvia. Y paradójicamente eso la hace original.
La memoria es lo que nos tira hacia adelante, lo que nos promueve y también lo que se nos escapa, aquello que ni siquiera ulna enfermedad puede anular completamente. Si la preocupación es la memoria proyectada hacia el futuro tampoco es menos cierto que dentro de nuestras preocupaciones intelectuales cae en primer lugar la memoria. Sino, ¿por qué persisto en llevar adelante un diario?
Todo lo que pasa es inverosímil. La película debería ser vista como una alegoría de la memoria. Incluso en cuanto al montaje (está narrada hacia atrás, como Irreversible de Gaspar Noé.) Es un esfuerzo fútil. Lo único rescatable de este bodrio es el esfuerzo que estoy haciendo para recordarlo, y hasta nos brinda un método para tal fin.
(Nota: He visto Memento hace un mes, desde ese momento no la he vuelto a ver. En los machetes que me hice después de los 90 minutos dejé marcada como frase de cierre la siguiente:
Esos viejos festejan el olvido como una forma del chiste, probablemente porque no han olvidado de reírse.”
... y créame, realmente no consigo recordar a qué me quería referir con esa frase.)
                                                                                                                      Octubre de 2oo8




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