domingo, 30 de octubre de 2011

No sale. (Teatro)

No sale

                                                                                  De José Leandro Bao
>Personajes:
Una mujer
Un hombre
>Música: los famosos acordes de la película Psicosis de Hitchcock.

Escena: Una cocina-comedor. Una larga mesa en el centro. Al fondo una alacena grande, una cocina, una heladera, y todas las cosas que se suponen en ese ambiente. Cada cosa está en su sitio. Es un lugar más rústico que pobre. Los colores son fríos. La alacena tiene vidrios o espejos. Solo hay dos sillas. Una gran ventana con pesadas cortinas entre la alacena y la mesada. La puerta que da a la calle está al fondo, derecha. También a la derecha, pero de costado, una puerta cerrada que da a una habitación.
La protagonista está sentada cuando se levanta el telón. Se para y ubica cuidadosamente la silla junto a la mesa. Toma una rejilla muy prolija y limpia unas migas sobre la mesa. Un rayo de luz asoma por una pequeña obertura que queda entre las cortinas de la ventana. Se cubre los pechos cruzando los brazos, como si alguien desde la endija de la ventana pudiese descubrirle alguna desnudez, cuando en realidad está enseñando muy poco de su cuerpo. Se precipita hacia la ventana y cierra totalmente las cortinas. Duda. Luego espía por un costado de la cortina. La puerta de la derecha se entreabre. Sobresaltada, toma la escoba y se aproxima a la puerta.
__(Primero nerviosa. Luego más tranquila.) No pasó el sodero... Y para qué lo queremos... Siempre se queda hablando y hablando... Se tomó confianza desde aquella vez... ¿te acordás? Se sentó a tomar unos mates y se fue. (Pausa.) Yo solamente quería hablar con otro... No podemos estar toda la vida hablando solitos... Hay que abrirse al mundo, y empecé por abrir la puerta... Flor de susto se pegó cuando te vio... Pero mucho no te importó porque enseguida estabas tirado de nuevo en la cama. Todo ese físico hermoso que dios te dio tirado en la cama. (Pausa.) Aunque tengo que decirte la verdad: estás un poco gordo. Debe ser la soda. Pero no por eso vamos a dejar de tomar. ¿Estás celoso? (Pausa.) Te estoy preguntando si estás celoso (Pausa más larga.) (Se escuchan brevemente los acordes de Psicosis. Ella se sobresalta, pero la puerta vuelve a cerrarse justo en el momento que la música cesa.) (Transición.) (Repara en que la paja de la escoba está sucia. Introduce la escoba en la pileta de la cocina y la lava con esmero. La deja en un costado y se mira las palmas de las manos. Nota que quedaron sucias y se las lava con desesperación. Se seca con un prolijo repasador y mira horrorizada que ha quedado arrugado.)(Golpean la puerta de calle. Tira el repasador en el tacho de la basura y, luego de mirarse en los vidrios de la alacena y arreglarse el pelo, acude a la puerta. )
__ (Ansiosa.) ¿Quién es?
VOZ EN OFF__  Lo vengo a buscar a.
__ (Cambia de humor, decepcionada.) El hoy uno sale.
VOZ EN OFF__Hace dos semanas que no sale.
__ Se portó mal y no va a salir. (Silencio. Apoya el oído sobre la puerta hasta que queda segura de que se ha ido.) No me vas a dejar sola... Yo te conozco. Si salís no volvés. (Pausa.)(Tiene un súbito acceso de llanto.) Te acordás cuando te estuve buscando por el barrio... Lo que sufrí ese día. Y te encontré con la otra… Creo que fue ahí donde me enfermé del corazón… (Se toma el pecho.) Tengo palpitaciones. ¿Lo sabías? (Se contiene.) Qué sería de vos sin mí... Un mugriento, una alfombra piojosa, un flaco esquelético.
(Enciende la hornalla y pone la pava.) (La hoja de la puerta de la habitación se abre un poco más que la primera vez.) (Acordes.) (Con miedo.)Te dije que no vas a salir... (Se acerca a la puerta, temblando.) No me vas a dejar sola (Vuelve al mostrador y de un cajón toma un cuchillo. Se asoma con el cuchillo, casi desapareciendo de la escena. Asustada, se toma la boca y retrocede, dejando caer el cuchillo involuntariamente. Cierra con desesperación la puerta. La música cesa. Se toma la cabeza. Se sienta.) (Tartamudeando.) ¿Qué te pasó? (Pausa.) (Nota que el cuchillo ha quedado en el suelo y presurosa da unos pasos y lo levanta. El viento mueve la cortina y el sol penetra un poco. Mismo juego que al inicio, pero esta vez mete la mano tras la cortina y cierra la ventana.)(Como pensando en voz alta, refiriéndose a las cortinas.) Algún día las voy a lavar. (Algo cae con estruendo en la habitación continua.) Cariño. (Subiendo la voz) ¡Cariño! (La puerta de la habitación se abre de par en par y  entra una luz artificial por allí. Ella queda aterrorizada con la espalda en la pared. La pava ya debe silbar en el fuego. A ese sonido se le suman los acordes. Una sombra informe se alarga desde el interior de la puerta en dirección a la mujer.) (Casi ahogada.) Alfredo. (Toma desesperadamente la pava y tira el agua hirviendo en dirección a la puerta, a la sombra, que retrocede.) (La puerta casi se cierra, queda un haz de luz saliendo de su interior. La música se interrumpe.) (Se sienta. Desde que se tomó la cabeza está un poco despeinada y la indumentaria está un poco desacomodada. Transición. Un poco más tranquila. Pensando a viva voz.) Toda la vida me fue mal... El otro no quería tener hijos (Pequeña pausa.). Y vos...  (Pausa.) Antes dormíamos juntos... ¿te acordás? (Levemente enojada.) Siempre te acostabas temprano (Soñadora nostálgica.) Y me dejabas la cama calentita calentita... Era una gata... me ponía esas medias... esos zapatos... era la reina del universo arriba de la cama. Y vos eras un toro... en aquellos tiempos usabas bien la violencia... la sabías usar... No sé que te fue pasando... Salías mucho. Fuiste cambiando… ¿Y ahora quien va a secar el piso?... ¿Me escuchás?...Yo me porté como una buena mujer... Te compré ropa, te la lavé, te la tendí para que se seque al sol... estabas prolijo... ¡me escuchás! (La puerta se cierra violentamente y desaparece el haz de luz. Se sobresalta. Va hacia la derecha y apoya el oído sobre la puerta, preocupada.)(Tratando de sobreponerse a la inseguridad manifiesta, levantando la voz:) A mi no me vas a asustar... Ya no... Así me gusta, que te quedes en un lugar... No me vas a correr más por toda la casa... ¿Me escuchás? Mi vida va a ser más larga que la tuya, te lo aseguro... Ya sos grande... No cambias más.(Llaman a la puerta.)
VOZ EN OFF 2__ El sodero. (Se le llena la cara de alegría. Va hasta la puerta de la habitación. La abre un poco. Agudiza el oído y finalmente se asoma. Vuelve a la puerta de calle con el rostro radiante. Busca con desesperación. Encuentra un frasco de perfume y se lo rocía. Se acomoda el pelo en el reflejo de las puertas de la alacena. Va hacia la entrada de calle. Recuerda algo súbitamente. Retorna. Toma de debajo de la alacena  un par de sifones y presurosa abre la puerta. Entra una luz radiante. No hay nadie: se ha demorado mucho y el sodero ya se ha ido. Asoma la cabeza y mira furtivamente a derecha e izquierda. Se apoya en el marco. Según parece, el sodero está a la izquierda, en una casa contigua. Levanta el índice y amaga can llamarlo, pero desiste. Se desliza con la espalda por el marco de la puerta hasta quedar sentada en el piso. Su abatimiento es patético. Algo cae en la habitación. Llena de nervios se incorpora. Prontamente cierra la puerta de calle y coge la escoba. Se pone a barrer. Luego se sienta, concentrada, con la mirada en el piso y aferrada a la escoba.)
(Se escuchan los acordes. Los mismos van subiendo paulatinamente, pero en la escena no pasa aparentemente nada. Ella continúa sentada con la vista fija en el suelo. El proceso va por dentro.) (Repentinamente se toma el pecho. Le falta el aire. Gradualmente se va desplomando en el suelo, aferrándose al mantel, que, con todo lo que haya en la mesa, también termina en el suelo como ella. Llaman a la puerta.)
VOZ EN OFF 2­­__ El sodero. (Ella trata de ganar la puerta.) El sodero. (Llega hasta la puerta, y desde el suelo intenta penosamente alcanzar el picaporte en un par de intentos. Se oye que el sodero se retira.) (Golpean la puerta.)
VOZ EN OFF 1__ Vengo a buscar a Alfredo. (Ella intenta articular una palabra desde el suelo pero no puede.) Alfredo, ¿está Alfredo?
ELLA__ Auxilio, Auxilio. Me muero. (El hombre intenta forzar la puerta. Cuando finalmente entre ella ya está muerta.) (El hombre va acompañado de algunos perros. Es un paseador. Con él también entra a pleno la luz del sol.)                                                           Cae el telón.

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