sábado, 5 de noviembre de 2011

La estrategia del cocodrilo

La estrategia del cocodrilo.
           
            ¿Hay superpoblación de cocodrilos? No hay problema, ellos se encargan.
            La dieta de estos animales es muy variada. Pero a pesar de poder echar mano casi de cualquier cosa para comer, suelen pasar por períodos de carestía. La falta de alimento convierte automáticamente en excesiva la cantidad de cocodrilos. El drama se hace aún peor si tenemos en cuenta que la hembra deposita una cifra sideral de huevos los cuales en un corto período de gestación pasarían a incrementar escandalosamente la cantidad de cocodrilos y con ello la escasez de alimento y la posibilidad paradójica de que sucumba la especie. Pero, por suerte para ellos, cuando los mayores están apremiados por el hambre incursionan en el canibalismo comiéndose a casi todos los pequeños recién salidos del cascarón
            La naturaleza no les ha dado a los cocodrilos el don de la razón. Por eso cuando hay muchos cocodrilos se comen unos a otros... y no sienten culpa.
           
Malthus tenía razón: si aumenta la población se verifica una escasez de bienes de consumo. Inversamente, si la cantidad de habitantes se mantiene constante, un exceso de producción acarrearía la baja en los precios. La solución es mantener una población numéricamente estable y una oferta controlada. Los medios para lograrlo pueden ser radicales o preventivos. En la época de Malthus esos medios radicales eran las guerras y el hambre que aumentan el coeficiente de mortalidad y, en cuanto a los medios preventivos, la contención moral y la prostitución, que disminuyen el coeficiente de natalidad.
            Los tiempos han cambiado y hoy los medios son otros pero, insisto, Malthus sigue teniendo razón porque lo que no ha cambiado es la esencia de su pensamiento. La paradoja del gran economista es el anacronismo de su labor intelectual. Quienes han estudiado economía dicen que su teoría de la renta o de las fluctuaciones sufrió un largo eclipse hasta Keynes. Yo no hablo de ese anacronismo. Hablo de uno menos difundido por la misma materia urticante de que trata pero más accesible para el ignorante en economía. Es el tema de la superpoblación, el tema que trata la vida y la muerte de nuestra especie.
El anacronismo está en que mientras en la época de Malthus el miedo a la superpoblación era solo un temor infundado hoy es un tema tan preocupante que es necesario mantener a las masas ignorantes de la gravedad del asunto.7 De la misma manera podemos decir que las soluciones que propone el ingles eran, al menos en teoría, viables para sus contemporáneos y hoy son impracticables para nosotros. Redondeando, si la esencia de su pensamiento era falsa en su época pero no en la nuestra, las soluciones que promueve son falsas en la nuestra pero no en su época.
            Quizás los renglones de arriba sean abstrusos o estén poco elaborados. Con la idea de ilustrar me tomaré la enorme soberbia de reformular  y actualizar el pensamiento de Malthus con la siguiente fórmula: Si hay demasiada gente en el mundo, baja el valor de la vida y no hay  mucho que repartir. Y al revés, si no hay escasez de gente sube el valor de la vida y hay más para repartir. Es necesario tratar hoy a la gente como mercancía para que mañana puedan vivir nuestros nietos.
            Usted debe creer que soy un hijo de puta, pero permítame que le explique.

            La característica principal de nuestra época  es la falta de espacio. Esta falta de espacio no es la ausencia de espacios deshabitados, sino la presencia efectiva del hombre como propietario, estado, etc. La falta de espacio es producto de una visión del mundo. Como decía Heidegger, la tierra se ha convertido en stok, en fuente de recursos para nuestra especie. A este hecho tenemos que sumarle otros dos; la superpoblación y la rapidez de las comunicaciones.
La conjugación de estos tres factores (la falta de espacios, el exceso de habitantes y la rapidez de las comunicaciones) es devastadora. Trae la tensión entre los poderosos y los débiles así como eso que se llama integración (En realidad la llaman globalización porque guarda la idea de democracia y mundo: estamos unificados a un mundo, mientras que integración despertaría la pregunta de adónde estamos siendo unificados) Estos factores, han dado al traste con algunas nociones de la física; el mundo se está achicando.  Y así como no hay lugar para aquellos animales que no nos sirven (pregúntenle al koala) pronto no habrá lugar para los humanos que no nos sirven.     
            En fin de cuentas todo se reduce a la lucha de poderosos y débiles y a su causa, la ausencia de espacios, que como dije, es la característica principal de nuestra época. ¿La solución? Paciencia. Primero voy a informarles que entiendo por poderosos y por débiles.
Hay dos clases de poderoso; los que hacen lo que quieren y los que pudiendo hacer lo que quieren hacen lo que deben. Débiles son los que hacen lo que pueden.  Entonces lo que marca la diferencia entre los dos grupos es la capacidad de elección. El poder no es un atributo económico. Repito, lo que distingue al poderoso del débil es su capacidad de elección (no la capacidad de hacer aquello que elige) En otras, cotidianamente decimos que la capacidad de acción hace poderosa a la persona, pero acá el poder recae en la capacidad de elección.

Uno de cada 5 habitantes del mundo es chino. La mitad del territorio chino está prácticamente desierto porque es inhabitable. La otra mitad contiene más de 1.200 millones de habitantes. El estado chino no puede hacer lo que quiere. Los ciudadanos tampoco. Si le damos un auto (por dar un ejemplo),  a cada habitante las consecuencias las pagaríamos todos. Conclusión: los chinos  (en su conjunto) no pueden darse el lujo de un estilo de vida como el norteamericano y tampoco pueden aspirar a eso, como el argentino. El comunismo les sienta bien. A los occidentales porque no permite que los chinos salgan de China y a los chinos por el estricto control de la natalidad y el necesario control social.
Uno de cada 6 habitantes del mundo es Hindú. En la India hay más de 1.000 millones de habitantes. La mitad come, la otra mitad no. El estado de La India puede hacer lo que quiere en materia de infraestructura porque no hay infraestructura.  El mismo desarrollo y el incremento poblacional van a llevar a la India a un punto crítico. En ese mismo momento buscarán formas alternativas de desarrollo, que es lo que hoy hace China.
EEUU se puede seguir dando el lujo de ser un país democrático. Ehrlich & Ehrlich en su obra La explosión demográfica (1993) comenta que la superinfraestructura de este país podría colapsar de continuar manteniendo las puertas abiertas (indirectamente abiertas) a los habitantes del subdesarrollo, en especial a los Mexicanos. Propone una solución al tema; ayudar a los Mexicanos en México. De la lectura del libro uno termina por inferir lo siguiente. Hay que ayudar a los países subdesarrollados pero solo hasta que alcancen  el punto crítico (equilibrio entre la infraestructura y el adecuado medio ambiente) punto crítico que los países ricos ya cruzaron hace rato. <Un poco al margen, estos autores considera que hay tres tipos de países; ricos, pobres, Argentina y Portugal>
Estados Unidos hace lo que quiere, China lo que debe, La india lo que puede. El talante general de los habitantes de estos países es igual. Es una tautología y una estupidez decir que el Yanki tiene mente de yanki y el chino mente de chino, pero es así. Sin embargo va a dejar de ser así, y ahí está el problema. Tengo la esperanza de que la solución sea cambiar la mentalidad del mundo. El cómo se lo doy en otro momento.  La mayoría de las soluciones que se esgrimieron históricamente están obsoletas porque no toman en cuenta la variable de la superpoblación.

            Si, soy un hijo de puta. Pero hacen falta muchos más. Los que sobran son estúpidos. Por ejemplo aquellos que pregonan el fin de los tiempos como consecuencia de la acumulación de catástrofes naturales o por la mala utilización de los recursos naturales sin advertir que el ser humano es natural, es parte integrante de la naturaleza.
La superpoblación causa tanto daño como un terremoto o más. Es una bomba de tiempo. Y si el tiempo se llegara a acabar, no nos quedará lugar para el altruismo y las buenas intenciones. Habrá que emplear  algo tan natural como la estrategia del cocodrilo.





7 Sobre lo tocante a esta necesidad me remito a la categoría de MENTIRA FUNCIONAL; en Mi defensa.

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