domingo, 6 de noviembre de 2011

Los alcances de la explicación

Los alcances de la explicación.

           
            No le puedo explicar la estructura molecular de la vitamina B2. ¿La razón?; no sé lo que es una vitamina. Le digo más, no sé lo que es una molécula. Acá no termina la cosa.  No tengo muy en claro lo que es una estructura y a duras penas comprendo la letra B y el número 2 que  acompaña. Pero hay algo que si le puedo explicar: qué es una explicación.
            Si usted es cliente de las revistas de divulgación científica probablemente desconozca las dos criticas más frecuentes que se les hace. Primero: no hay un descubrimiento importante cada quince días. Esa es la frecuencia de salida de la revista, nada más que eso. Segundo: no se puede explicar lo difícil (por ejemplo, como funciona un reactor nuclear) en dos cómodas carillas.
            La primera objeción es pertinente. La segunda es una gansada (sobre todo en lo atinente a las ciencias del espíritu) Y es una gansada mayor porque ya no se trata de ciencia sino de sentido común. Los gansos confunden la complejidad de una materia con la complejidad de su explicación. La explicación puede ser compleja o simple. Ese es todo el secreto; el nivel de la explicación.
            Si no está convencido de mis argumentos proceda a inspeccionar su propia vida. Usted, como todas las personas, es un ser complejo (si no tiene mucho vuelo crea en mi palabra) Es tan complejo que, al momento de querer transmitirme los resultados, por más empeño y calidad expositiva que aplique a tal empresa no podrá darme un marco de referencia adecuado de quien es usted.  Cuanto más lo piensa más difícil le resulta. Inevitablemente llegará a la siguiente conclusión; no puede explicar quien es porque sencillamente no lo sabe. Para salir del atolladero (o, más probablemente para no entrar en el atolladero) usted sintetiza, por ejemplo, enumerando aquellos aspectos que supone importantes en su vida. (Esta elección ya habla mucho sobre usted)  Si es vulgar me dará su profesión y una lista de sus hijos. Seguramente continuará con la profesión de sus hijos y si tiene nietos me dirá las inclinaciones profesionales de sus nietos, agregando que son muy lindos para dejar en claro que no van a tener problemas para conseguir pareja. Si quiere que le sintetice más, usted solo me dice que tiene plata y que tiene pito. Si tiene una inteligencia despierta me dará una descripción de su temperamento o de sus gustos o, en fin, de sus vivencias.
En cualquier caso va a tener que discriminar muchos aspectos de su vida para presentarse  Quizás  usted no lo sepa pero ese es el camino de la deducción. Parte de generalidades y a medida que lo voy conociendo voy descubriendo los detalles. Con el tiempo llegamos a ser amigos y usted me plantea un problema espiritual que no puede resolver. En ese punto usted supone que yo lo conozco mejor a usted que usted mismo. Y probablemente sea así. Pero como yo tampoco lo conozco lo suficiente, si quiero darle una respuesta, tendré que valerme de los detalles, que solo son chispazos en la oscuridad.  Este es el camino de la inducción, que parte de algunos casos aislados para intentar llegar a una conclusión provisoria.
La ciencia procede de esta última manera. Arriba a conclusiones temporales partiendo de una cantidad finita de casos. Y está muy bien que proceda de esa manera. Pero usted no es científico y yo no soy su amigo. A usted le basta con saber que la estructura de la vitamina B2 es tanto de esto y tanto de lo otro y a mi me basta con saber que usted tiene cuatro hijos y un perro.
Los científicos piensan que todos tenemos o deberíamos tener vocación científica (Esta soberbia no es compartida en general por los intelectuales quienes parecen tener vocación docente) Si tienen la bondad de explicarme que los pájaros vuelan porque tienen alas no será una explicación muy elaborada pero con eso me basta para saber que sus nietos serán muy lindos pero no pueden volar porque no tienen alas.

Muchos dicen que la explicación es simple no porque sea breve sino porque es unilateral. Aunque toda explicación breve es limitada, la crítica se refiere al hecho de que estas revistas explican las cosas en forma tan unilateral que ya caen en lo anecdótico. Considero que la anécdota también explica. Me permito demostrar esto volviendo a tomar al lector de cochinillo de indias.
  Si usted me dice que conoció a su novia en un colectivo ya me está explicando algo. Pero mi curiosidad tiene un apetito muy grande y no me dejará satisfecho con tan poco. Usted puede agregar algo más, como usted estaba sentado al lado de la puerta pudo ver sus encantadores ojos cuando ella decidió bajar. Estos ojos lo arrastraron a la vereda y quiso la suerte que ella no estaba apurada como para rechazar un diálogo. Esto hace más compleja la explicación. Que solo es una de las tantas posibles. Por ejemplo, es posible que me lo explique en términos psicoanalíticos. Usted tiene un complejo de inferioridad muy agudo y en ese diálogo intentó vender su personalidad a un alto precio como un típico mecanismo de compensación. Ella compró esa personalidad y así es como llegaron a ser novios. O en términos deterministas. Nacieron el uno para el otro, por lo tanto pasó lo que tenía que pasar. O Sartreanos, usted es un hombre libre que elige su destino. En ese momento tomó la alta responsabilidad de decidir si bajaba o no del colectivo (Esto en realidad, es la falta absoluta de explicación) O en términos biológicos. En ese momento estaba alzado y olvidando su natural timidez, ganó la vereda de un salto.
Cualquier explicación que elija no cambia el resultado, esa mujer que está a su lado es ahora su novia y punto, de la misma manera que 4+6 y 5+5 o 9+1 es siempre diez



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