La profundidad de la Luna.
Cuando el hombre llegó a la Luna muchos dijeron que esta ya no era objeto de la poesía. Ahora que hay cinco misiones en Marte (lo cual se debe a la proximidad del planeta y no a otra cosa) se vuelven a alzar voces que denuncian la profanación de la fantasía que inspiraba el rojo planeta.
El mar es H2o y 35g de sal por litro. Está lleno de barcos. Hace miles de años que el hombre llegó al mar y a mí me sigue emocionando. Cierto que durante milenios solo conocimos sus costas y que la cartografía medieval puso la fantasía ahí donde había ignorancia. Pero si con los años empezó a mostrar sus secretos solo fue cuestión de refinar la fantasía: así lo hicieron Defoe, Swif, Verne, y otros. Con el tiempo la fantasía descubrió otras posibilidades en otros mundos (Wells) y tiempo después un señor no dejó de fantasear con crónicas marcianas aunque sabía perfectamente que en ese planeta no había nada parecido.
El hombre llegó a la Luna porque estaba harto de su ignorancia, los ignorantes repiten que la Luna ya no es poética y los poetas nunca llegaron a ella porque viven en ella, porque son demasiado inteligentes para creer que el mar es un barco y nada más.
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