La órbita de Copérnico
En el principio fue la sensatez. Si uno levantaba los ojos al cielo, era más que evidente que todos los cuerpos celestes giraban en torno a nuestro planeta. En algún momento los griegos supieron que la tierra era esférica, y hasta hubo uno de ellos__ Eratóstenes__ que le asignó una circunferencia dramáticamente cercana a la real. El descubrimiento de la esfericidad de la Tierra aportó un argumento de mucho peso a los sensatos: Si, por acción de la gravedad, todos los cuerpos caen hacia el centro del planeta, porqué no suponer que ese centro coincide con el centro del universo.67 Por otra parte es evidente que cuando alguien se mueve lo siente, y uno, cómodamente sentado en el césped, no percibe que se este moviendo junto con el planeta. A mediados del siglo ll Ptolomeo llevó al extremo la concepción geocéntrica. No solo la tierra estaba en el centro del universo, sino que, el mismo avance de la ciencia astronómica había obligado a justificar ese hecho, y Ptolomeo, por razonamientos increíblemente intrincados y mecanismos que daban cuenta de esos razonamientos, logró justificar de manera bastante satisfactoria ese hecho.
El sistema de Ptolomeo resistió más de mil años, pero en sus lineamientos principales mantuvo la misma imagen del universo que la mayoría de sus predecesores; la Tierra en el centro y los otros planetas distribuidos de esta manera, en orden de distancia creciente desde la Tierra: Mercurio, Venus, el Sol, Marte, Júpiter y Saturno.
Copérnico puso La Tierra en su lugar. Ahora la disposición de los planetas era la siguiente, en orden de distancia creciente desde el Sol: Mercurio, Venus, La Tierra, Marte, Júpiter y Saturno. En otras palabras, La Tierra tomó el lugar que dejaba el Sol, un lugar importante. Prácticamente todas las culturas antiguas creyeron que nuestro planeta se encontraba en el centro y que el sol giraba en torno a nosotros. Sin embargo__ o quizás por ese mismo motivo__ el Sol fue la divinidad más alta para ellos.
Considero que la revolución copernicana consiste en haber ubicado La Tierra en su lugar, entre Venus y Marte; entre el amor y la guerra. Finalmente, fue el triunfo de la sensatez.
67 Los eruditos de la edad media tenían conocimiento de la esfericidad de la Tierra. No obstante, sospecho que intentaron difundir la idea de una Tierra plana para no ubicar el centro del universo en el mismo infierno. Por otra parte, la palabra infierno, para un docto medieval, era más que inquietante, dado que infernus es, literalmente, lo que se ubica debajo de la Tierra, que no es otra cosa que el centro del universo.
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