No intentes saciar tu curiosidad (sólo encontrarás un puto en tu interior.) (Segundo mandamiento.)
Hay un famoso dicho popular que reza: dime de qué hablas y te diré de qué careces. El caso de Juan pensé que era una ligera variante de este proverbio. Tuvo muchos romances, he invariablemente terminaba esas relaciones con la misma excusa. Decía Juan: María no sabe hacer el amor; Greta no sabe hacer el amor; Pamela no sabe hacer el amor; Claudia no sabe hacer el amor; Susana no sabe hacer el amor. Así fue como llegué a la siguiente conclusión: el que no sabía hacer el amor era Juan. Para confirmarlo, me acosté con Juan... Y descubrí que el que no sabía hacer el amor era yo.
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