viernes, 4 de noviembre de 2011

Chicos

CHICOS


Este verano del 2004 la prensa popularizó el caso de dos jóvenes argentinos que cayeron presos en Brasil. Se les puso el mote de Chicos cuando en realidad frisaban los 25 años. Una amplia franja de la clase media repetía que los chicos esto y que los chicos lo otro con una inocultable simpatía por estos sospechosos. Es la misma clase media que solicita pena de muerte para los chicos de la villa  que salen a robarles la billetera. La única diferencia es que estos son verdaderos chicos y aquellos no.
En fin, hasta los mismos villeros sufrían con las contingencias que padecían estos jóvenes en las cárceles brasileñas. Me propongo demostrar brevemente como lo que a primera vista parece una inocente puesta en escena mediática obedece en realidad a una lúcida operación de prensa de la cual me hubiera gustado participar.

El fin que persiguió la campaña es asombroso:
a) Avergonzar a los argentinos con sus propias actitudes.
b) Desactivar el turismo a Brasil.
c) Incrementar el turismo local.
d) Involucrar a los jóvenes de clase media en el delito.

Para lograr estos fines se planificó:
A) Exhibir un caso (el de los chicos) en el cual se defienda tácitamente a los implicados por los medios de comunicación pero sin apoyo diplomático.
B) Revelar casos paulatinamente más aberrantes ante los cuales la opinión pública no pueda optar por defender a los compatriotas implicados.15
C) Ventilar casos de delitos a turistas extranjeros. Este punto es la contracara del anterior y es de notar que no inhibe el turismo local. La prensa no trató los delitos domésticos.




15 El ejemplo más radical es el caso de abuso de menores por parte de argentinos en Brasil. (En realidad se trataba de prostitución de menores) Esta práctica es un gran negocio turístico. Es para destacar el hecho de que está noticia (la de dos argentinos abusadores) coincida con la publicación de violaciones en el centro geográfico de la Capital.

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