viernes, 4 de noviembre de 2011

El sexto grande

El sexto grande.

            Carlos Rey ( lector de este diario, amigo mío y escritor dramático), destaca mi capacidad para titular estos artículos. En este caso, El sexto grande, puede parecer una expresión de esa capacidad, pero no es así. Si es una persona aficionada al fútbol ya sabrá a que alude El sexto grande.
            Cada cierto tiempo nos encontramos con encuestas que intentar aclarar cual es el sexto grande del fútbol argentino. Como si el asunto no fuese complicado, Alejandro Fabri embarró la cancha al indicar que la cuestión estaba mal planteada. Había que develar que entendemos por grande. Un equipo de fútbol puede ser grande en diferentes sentidos; por convocatoria, por cantidad de hinchas, por títulos, por distribución geográfica. Alejandro Fabri nunca aclaró esta filosófica confusión, probablemente porque cuida su trabajo y su clientela televisiva. Pero como yo no tengo nada que perder y sí mucho que ganar, me tomé la humilde licencia de develar este interrogante tan popular. Como verá hacia el final del artículo, las conclusiones a las cuales se arriba partiendo del razonamiento de Fabri, siempre que no se deje el cerebro en el banco de suplentes, son particularmente odiosas para la mentalidad popular. Como este texto pretende ser convocante, me voy a meter también con los cinco equipos más grandes del fútbol local, no sea cosa que me dejen sólo como a un hincha de Alumni.
La convocatoria:946 Me dirá que, sin lugar a dudas, el club con mayor convocatoria es Boca. Y, sabe una cosa, tiene razón, pero no la tiene toda.
Históricamente Boca tiene un 10% más de convocatoria que River321. Esto lo coloca como la institución de mayor convocatoria. Pero sólo de mayor convocatoria efectiva y no proporcional. La convocatoria proporcional tiene que ver con la cantidad de convocatoria sobre el total de hinchas. En otras palabras, lo que en la jerga se conoce como la hinchada más seguidora.
Para esclarecer voy a dar un ejemplo tan contundente como ilustrativo. Quilmes, cuando juega de local, tiene una convocatoria cercana a los 5.000 hinchas. La cantidad de habitantes del partido de Quilmes la podemos redondear, con un poco de generosidad, en 500.000. También podemos suponer que de esos 500.000, 250.000 son hinchas de Quilmes. Por lo tanto, esos 5.000 hinchas que concurren asiduamente a la cancha representan un porcentaje asombrosamente alto sobre el total de hinchas.
Con Boca, o River para el caso, sucede exactamente lo contrario. En la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, donde las simpatías por una camiseta están muy diversificadas, sobre un total aproximado de 10.000.000 de habitantes, aproximadamente 3.000.000 deben ser hinchas de Boca (incluso pueden ser más) y 2.500.000 deben ser hinchas de River476  Tomando esta última cifra, y haciendo analogía con los 250.000 hinchas de Quilmes, se impone pensar que River mete (o tendría que meter)  50.000 simpatizantes cada vez que juega de local, y sabemos que esto no es así. River, o Boca para el caso, sólo meten esa cifra durante un clásico, con San Lorenzo por ejemplo, o a las puertas de un campeonato.
Mi conclusión es esta: La convocatoria de un equipo es inversamente proporcional a su cantidad de hinchas. Por dar otro ejemplo radical; Defensores de Belgrano tiene una convocatoria promedio de mil hinchas por partido, siendo algo más de esa misma cifra la cantidad total de hinchas de Defensores. En los equipos chicos casi desaparece la diferencia entre hinchada y convocatoria. Conozco muchos hinchas de Boca que jamás pisaron la bombonera. Nunca conocí un hincha de Platense que no conozca el estadio del calamar.
Repito, usted tiene razón, Boca es el club con mayor convocatoria. Pero no tiene toda la razón, como creo haber demostrado. Y, aunque no tiene toda la razón, quizás tenga la mitad más uno.
Entre Velez, Central,  Newls, Belgrano, Talleres y Huracán se suelen contar los aspirantes al título de sexto grande. En lo que hace a la convocatoria hay algunas cosas indudables. 1)Velez debe tener aspiraciones más cortas, es evidente que sus hinchas tienen el hábito de olvidarse de ir a la cancha.2) El hecho de que Huracán figure en la lista me parece una falta de respeto. Si el globito tiene pretensiones de grandeza será por el promedio de edad de sus simpatizantes (todos arriba del medio siglo.) Como la inclusión de Huracán entre los pretendientes no tiene ninguna seriedad, no volveré sobre esta institución en adelante.829 3)Los equipos rosarinos tienen mayor convocatoria que los cordobeses, presentándose una paridad entre los equipos rosarinos. Ambas ciudades rondan el millón de habitantes. Sin embargo, Córdoba está dividida entre cuatro equipos (los otros son Instituto y Racing) y Rosario no. (Los hinchas de Argentinos o de Central Córdoba de Rosario son irrelevantes, aunque seguramente cuentan con mayor convocatoria proporcional.)
Por lo tanto podemos concluir diciendo: en Rosario está el sexto grande, al menos en cuanto a convocatoria real.
La hinchada. Hay que tener en cuenta que la capacidad de convocatoria que tiene una camiseta se relaciona con la proximidad geográfica de sus hinchas. Los únicos que escapan a esta regla son Boca y River, que paradójicamente tienen mayor porcentaje de hinchas fuera de su ciudad271. Sólo de ellos se puede decir que son locales en todas partes. Esto los coloca muy por encima de los otros tres grandes en cuanto a la cantidad de hinchas y los hace acreedores de una convocatoria potencial de orden astronómico, lo cual se verifica en esos extraños partidos en los que Boca o River  hacen de local en Salta o en  Mendoza.
El tercer grande del fútbol argentino, en cuanto a los hinchas, es Independiente.957 San Lorenzo y Racing guardan sus hinchas preferentemente en Capital. Independiente, que también tiene un importante stock en Capital, desequilibra la balanza a su favor en la zona sur del conurbano.
¿Pero qué pasa con los hinchas de los equipos que aspiran al sexto puesto? No tengo la menor idea, pero me figuro que la respuesta está en Rosario. Haciendo un poco de trampa, voy a hacer mención de un hecho que habla de la convocatoria, y no de los hinchas. El apertura 2004, tuvo en sus últimas fechas compitiendo a dos de los que se atribuyen el título de sexto grande; Newells y Vélez. y a un equipo relativamente chico; Estudiantes. La convocatoria de Vélez estuvo muy por debajo de la de Newells y hasta me arriesgaría a decir que debajo de la de Estudiantes.
Los títulos. Si por títulos fuera, Estudiantes, que posee tres copas libertadores de América, tendría que estar entre los grandes. Siguiendo el mismo razonamiento, San Lorenzo, que no posee ninguna, tendría que estar entre los chicos; e Independiente, que tiene siete, sería el equipo más grande. No obstante lo dicho, quisiera reemplazar los potenciales tendría y sería por tiene y es, pues, en cuanto a títulos, indudablemente quedan así repartidos según los méritos, méritos que, afortunadamente, no son de carácter especulativo como en el caso de la cantidad de hinchas.
Sintetizando, no se puede hablar del sexto grande en cuanto a los laudos deportivos sin trastocar el orden de los otros cinco. De todas maneras, si discernimos al sexto grande partiendo de los títulos, ese sexto es Vélez, ya que es el único de los equipos con delirio de grandeza que posee títulos internacionales (con excepción de Central, que tiene una ridícula copa Conmebol.)
Es interesante reparar en lo variable que puede ser rankear a los equipos a partir de los títulos. Hace poco más de diez años Vélez era un equipo chico. Los logros deportivos incrementaron el número de sus hinchas (como observó Jorge Guinsburg, afamado simpatizante de Vélez que concurre regularmente al fortín de Villa Luro.) Esto habla a las claras de cómo los éxitos deportivos y el número de hinchas se provocan mutuamente. (Y digo mutuamente porque la cantidad de hinchas también provocan los éxitos deportivos, como comprobará hacia el final de este artículo.)
La distribución geográfica. Si bien es cierto que Boca y River son los únicos equipos que tienen mayoría en todos los rincones del país (con excepción de Rosario, Córdoba y La Plata), también es cierto que no son los únicos equipos de alcance nacional. Racing o San Lorenzo pueden tener menor cantidad de hinchas que Central_ y esto es solo una conjetura--, pero los tienen mejor distribuidos, o, para hablar con mayor propiedad, los tienen en todos lados. Ya sea en Catamarca o en Formosa, siempre hay un hincha de estos clubes, y no estoy hablando de porteños desarraigados, sino de gente nacida en esas provincias que nunca han pisado Avellaneda o Boedo. En otras palabras, estos son equipos nacionales, Central no.
Entre los candidatos al sexto puesto sólo hay uno de alcance nacional; Vélez. (He visto muchas remeras de Vélez en lugares tan insospechados como Córdoba o los últimos confines del conurbano bonaerense, y sospecho que su original diseño colaboró en este sentido.Tambien las he visto profusamente en Paraguay, en lo que Chilavert seguro tuvo alguna responsabilidad.)356
En suma, la distribución de las virtudes que pueden reclamar estos equipos para ser el sexto grande, es esta: (dentro del cuadro están destacados con negrita los casilleros que me parecen importantes en cada rubro.)



Huracán
Chacarita
Velez
Newells
Central
Belgrano y Talleres
Convocatoria
No es serio
Destacada
fluctuante
Mucha
Mucha
Mucha
Hinchas
No es serio
No es serio
No mucho más que Chaca
Muchos
Muchos
Muchos
Títulos
1 local
1 local
4 locales, Libertadores e intercontinental
5 locales
4 Locales
Conmebol
Ninguno
Dist.. Geo.
Barrial
Zonal
Nacional
local
local
local


Como se deja ver, de los seis aspirantes al título de sexto grande sólo tres tienen aspiraciones reales, Velez y los rosarinos, y por méritos diferentes el primero y los otros dos.
Antes de terminar voy a permitirme una digresión pertinente.
Como ya hice mención algunas líneas antes, no sólo la cantidad de éxitos deportivos incrementan la cantidad de hinchas, también la cantidad de hinchas provoca los éxitos deportivos. ¿Se acuerda de Paenza? Paenza ya no puede ejercer el periodismo deportivo a su antojo.  Le voy a referir un hecho revelador que dio por tierra con su profesión.
Participando del programa de Jorge Lanata Día D.. puso en evidencia, con el solo auxilio de las imágenes que todos vimos aquel día, cómo el partido que consagró campeón a Boca frente a San Martín de Tucumán, a principios de los noventa, estaba arreglado. El primer gol, que hace San Martín, no lo gritó ni siquiera el mismo jugador que lo hizo. Mientras que caminaba hacia el centro del campo, este mismo jugador es increpado por el colorado Macalister. Se alcanza a entender que se queja porque ese jugador no respeta un acuerdo previo. Incluso es de destacar que hizo el gol involuntariamente (la quiso mandar a la tribuna, pero le pegó con la pantorrilla  y terminó en un ángulo.) El gol del empate que en el segundo tiempo hace Boca, y que lo convierte automáticamente en campeón, es un regalo de los jugadores de San Martín, y se nota.
Hay muchas y variadas formas de intervenir en el desarrollo de un partido o de un campeonato. (Se le puede dar tres fechas de suspensión al jugador de un equipo por un expulsión, equipo que tres fechas después jugará con Boca; Se le puede pagar a un jugador de un pequeño equipo para que anule físicamente al excelente volante de otro pequeño equipo que tres fechas después jugará con River; Se puede extorsionar a un jugador bueno y desconocido con la sugerencia de la compra de su pase por parte de algún equipo grande; etc. etc, etc.)  Los que siempre salen beneficiados son Boca y River. A las sucias estrategias ya mencionadas también se suman los beneficios de la ampliamente aceptada institución del incentivo. El mismo consiste en arreglar previamente pagarle a un equipo en el caso de que venza a otro. Ese resultado requerido será funcional a los intereses deportivos y económicos del pagador. Pero resulta que el pagador no es solo Boca o River, son, y más aún que ellos, los grandes medios de comunicación, que siempre se benefician con los triunfos de estos equipos y que poseen la rara pasión de ser de Boca y de River al mismo tiempo. En fin de cuentas sus gustos coinciden con los de la gran mayoría del pueblo argentino, y es por eso que digo que la cantidad de hinchas provoca los éxitos deportivos.
Fue la televisión la que en la segunda mitad de la década del cincuenta creó este vínculo masivo entre espectadores y fútbol, por medio de la transmisión de los partidos. Alguien dijo que “la presencia de las cámaras en los estadios despertó enseguida la inquietud de jugadores y dirigentes, quienes en 1954 comenzaron a exigir compensación por su aparición en la pantalla televisiva”.56 Es lógico suponer que, con el correr de los años, exigieran compensación por su aparición exitosa en la pantalla. Paradójicamente es la misma televisión la que, por las repeticiones de una jugada, por la tecnologías como el telebin, o por la mera difusión de imágenes, pone en evidencia cuando se trata de una estafa y cuando no. No nos olvidemos que en aquella lejana década del cincuenta, aunque el negocio del fútbol no era tan grande, los referís cobraban lo que querían (y no estoy hablando de plata) y siempre querían cobrar a favor de Boca o de River. cuando llegó la cámara testigo, y se puso en auge el negocio, hubo que buscar formas alternativas de incrementar las ganancias, llegándose a implantar maniobras tan oscuras que resultaban sutiles. Estas prácticas tenían que hacerse a espaldas del público, como las del incentivo, pero cuando el público se fue avivando , se la consagró abiertamente como una regla más del juego /negocio. Y estas reglas son manejadas con las mismas inclinaciones con las que se ejercía la profesión de referí años atrás. Qué va’ se’, che.
La conclusión es la siguiente: A los medios de comunicación les conviene que ganen Boca y River, y juegan un rol perverso para que esto suceda.
Si, ¿ Qué carajo tienen que ver los medios de comunicación  con el sexto grande? Tiene mucho que ver.
En algún momento la revista deportiva Olé realizó una encuesta para determinar cual era el sexto. La encuesta se hizo vía Internet, y eso no era lo único que tenía de virtual (o sea, falso). Los hinchas de Huracán hicieron admirable campaña por Parque de los Patricios para que la gente concurra a las computadoras, y fue de esa manera que ganaron la encuesta y salieron ocupando el sexto puesto del  ciber-espacio. ¡Qué bonito! Pero la revista Olé, por lejos la más vendida del país, no necesita andar haciendo encuestas para saber cuál es el sexto grande. Le basta con relevar la cantidad de ejemplares vendidos con los éxitos deportivos de cada uno de los equipos aspirantes a ese puesto. Lo mismo puede decirse con respecto a los cinco grandes. Ellos saben perfectamente qué equipo vende más. Como nosotros no lo sabemos tenemos que cerrar el artículo con una incógnita.
Sin embargo, podemos suponer que la cantidad de revistas vendidas (por no hablar del raiting televisivo, que está más sujeto a la manipulación) supone un nuevo rango a los ya mencionados. A los de hinchas, convocatoria, títulos y distribución geográfica, ahora le podemos agregar el de compra de revistas. Como ve, en lugar de solucionar un problema lo estoy complicando un poco más. Pero esta nueva variable es más importante que las otras cuatro. Esta, la quinta, contempla el costado económico del asunto, que es el más trascendental en la vida de un club y de un medio. Es por eso que no se difunden las respuestas a nuestra  sencilla pregunta.
Si aún está empeñado en darle respuesta al enigma del sexto grande, primero tendrá que procurarse un sexto rubro.




946 Algunos infieren la convocatoria de un equipo tomando como base las tablas de recaudaciones. Este es un error manifiesto pues no tiene en cuenta la enorme cantidad de socios que acompañan a un equipo. Por ese motivo, y por vagancia, no haré mención de esas tablas.
321 Dato suministrado por Alejandro Fabri en su programa Estudio Fútbol.
476  Los hinchas de River, como los de Boca, pueden ser más aún. (Eventualmente hay hincas de Boca y de Quilmes a un mismo tiempo, por ejemplo.) Si subo las cifras de los hinchas de Boca y de River, sólo serviría para apoyar más rotundamente mis conclusiones, pero como ignoro esas cifras, apuesto por números más modestos, que, si accidentalmente llegaran a ser falsos en virtud de su misma escasez, no harían otra cosa que reforzar el argumento, paradójicamente. Es por eso que arriesgo los números más bajos. Y si no los bajo más es porque me parece inconcebible que en el ámbito de Capital y Gran Bs. As. haya menos de 3.000.000 de bosteros.
829 La postulación de Huracán tiene su raíz en la postulación de Velez. En efecto, Velez, que aspira legítimamente al trono, ha desarrollado en las últimas décadas una rivalidad con San Lorenzo a raíz de que este último ha actuado como local en cancha del primero durante años. En consecuencia, un amplio radio en torno a la cancha de Velez reparte su simpatía entre los dos equipos. Huracán, como rival histórico del cuervo, supone que esa rivalidad lo promociona automáticamente como un grande. (Lo mismo se puede decir de Chacarita con relación a Boca) También, el enorme estadio de la institución de Parque Patricios puede engañar a los mismos hinchas que raramente lo llenan. Por lo demás, los equipos de La Plata son ostensiblemente más populares que Huracán, por no hablar de los de Rosario.  .
271 Ver Los argentinos y los hinchas de Boca, en este mismo diario.
957 Según una encuesta que leí hace algunos años en La Nación,  los porcentajes de hinchas de Independiente, San Lorenzo y Racing, en el área metropolitana era de 7%, 5% y 5%, respectivamente. Yo creo que la diferencia es aún mayor. Cuando Racing salió campeón en 2001, después de 35 años, no tuvo ni la convocatoria ni la venta de productos del Independiente campeón de 2002, lo cual refuerza la sospecha de una diferencia mayor. Creo que Racing hace rato que es el quinto grande, por detrás de San Lorenzo. Este hecho está bien disimulado por su capacidad de convocatoria, convocatoria que cada día se ajusta más a la conducta de los equipos chicos. En otras palabras, y como ya se ha dicho, cuanto más chico es un equipo la diferencia entre convocatoria e hinchas tiende a desaparecer. Es el caso de Independiente, la conducta que siguen los hinchas se explica así:. Es el tercer equipo grande, pero su distancia de los dos más grandes y de los dos que le siguen en muy importante. Por este motivo el simpatizante de Independiente suele ir a la cancha sólo cuando el equipo  obtiene éxitos, igual que el hincha de Boca y de River, pero su conducta se pone de manifiesto al no tener tantos hinchas como estos dos. De esta manera yo explico la mentada“amargura” de esta hinchada.
356 El hecho de que los clubes de alcance nacional sean siempre los de Capital y su periferia es una consecuencia lógica del alcance nacional de los medios de comunicación de la Capital. Inversamente, los equipos del interior, por ejemplo los rosarinos, están supeditados a los medios locales de sus ciudades.
                Cuando Central jugaba la copa Conmebol, esa copa internacional sin prestigio que ya no existe, sus hinchas llenaban la cancha de arroyito. No lo hacían, como algunos creen, por la posibilidad de ganar el primer título internacional. Lo hacían porque estaban hipnotizados por los medios de comunicación de Rosario. Esa misma copa fue jugada por equipos de Capital, como San Lorenzo, que carece de títulos internacionales, o Boca. La cancha del cuervo siempre estaba vacía y Boca puso un equipo suplente y amenazó con no participar del certamen.  Incluso hubo equipos muy pequeños, del ámbito de la Capital  (no recuerdo cuales) que participaron de dicho torneo, y cuyas hinchadas “decidieron no participar”. Central ganó aquella vez la copa, pero la repercusión a nivel nacional de ese logro fue, como era de esperar, muy escasa. Fue muy diferente cuando Newlles jugó las finales de la Libertadores, pues el mismo prestigio del torneo promocionó a esa institución a un nivel nacional.  Si Newells no llegó a ser un equipo de alcance nacional, eso se debe a que perdió las dos finales que jugó.
56 Fútbol por TV, en Todo es historia No. 411

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